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Multilingual Scriptures Home » Spanish Sag. Escrituras 1569 » James

Spanish Sag. Escrituras 1569
Chapter # Verse # Verse Detail
11¶ Jacobo, siervo de Dios y del Señor Jesús, el Cristo, a las doce tribus que están esparcidas, salud.
12¶ Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
13sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.
14Y la paciencia consuma la obra, para que seáis perfectos y enteros, sin faltar en alguna cosa.
15Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, (el cual da a todos abundantemente, y sin reproche) y le será dada.
16Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la onda del mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra.
17Ciertamente no piense el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.
18El hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos.
19El hermano que es de baja suerte, gloriese en su alteza;
110mas el que es rico, en su bajeza; porque él se pasará como la flor de la hierba.
111Porque salido el sol con ardor, la hierba se seca, y su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todos sus caminos.
112Bienaventurado el varón que padece con paciencia la tentación, porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
113¶ Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios; porque Dios no puede ser tentado de los males, ni él tienta a alguno;
114pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.
115Y la concupiscencia después que ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.
116Hermanos míos muy amados, no erréis.
117Toda buena dádiva, y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las lumbres, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
118El, de su voluntad nos ha engendrado por la Palabra de verdad, para que seamos las primicias de sus criaturas.
119¶ Por esto, hermanos míos amados, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
120porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
121Por lo cual, dejando toda inmundicia, y restos de malicia, recibid con mansedumbre la Palabra ingerida en vosotros, la cual puede hacer salvas vuestras almas.
122Mas sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
123Porque si alguno oye la Palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
124Porque él se consideró a sí mismo, y se fue; y a la hora se olvidó qué tal era.
125Mas el que hubiere mirado atentamente en la Ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.
126Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
127La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.
21¶ Hermanos míos, no tengáis la fe de nuestro Señor Jesús, el Cristo glorioso, en acepción de personas.
22Porque si en vuestra reunión entra algún varón que trae anillo de oro, vestido de preciosa ropa, y también entra un pobre vestido de vestidura vil,
23y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí bien; y dijereis al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí debajo de mi estrado;
24¿vosotros no juzgáis en vosotros mismos, y sois hechos jueces de pensamientos malos?
25Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del Reino que prometió a los que le aman?
26Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos con tiranía, y ellos os llevan con violencia a los juzgados?
27¿No blasfeman ellos el buen nombre que es invocado sobre vosotros?
28¶ Si en verdad cumplís vosotros la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;
29pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois acusados de la ley como rebeldes.
210Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpable de todos.
211Porque el que dijo: No cometerás adulterio; también ha dicho: No matarás. Y, si no hubieres cometido adulterio, pero hubieres matado, ya eres hecho transgresor de la Ley.
212Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
213Porque juicio sin misericordia será hecho con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia se gloría contra el juicio.
214¶ Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene las obras? ¿Por ventura esta tal fe le podrá salvar?
215Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
216y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿qué les aprovechará?
217Así también la fe, si no tuviere las obras, es muerta en sí misma.
218Mas alguno dirá: Tú tienes la fe, y yo tengo las obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
219Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
220¿Mas oh hombre vano, quieres saber que la fe sin obras es muerta?
221¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro Padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
222¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fue completa por las obras?
223¿Y que la Escritura fue cumplida, que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue imputado a justicia, y fue llamado amigo de Dios?
224Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
225Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino?
226Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
31¶ Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
32Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo.
33He aquí, nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.
34Mirad también las naves, siendo tan grandes, y siendo llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por dondequiera que quisiere la gana del que gobierna.
35Así también, la lengua es un miembro pequeñito, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende!
36Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros que contamina todo el cuerpo, e inflama el curso de nuestro naturaleza, y es inflamada del infierno.
37Porque toda naturaleza de bestias fieras, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma, y es domada por el ser humano;
38pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, y está llena de veneno mortal.
39Con ella bendecimos al Dios, y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios.
310De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.
311¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?
312Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
313¶ ¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? Muestre por la buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.
314Pero si tenéis envidia amarga, y contención en vuestros corazones, no os gloriéis, ni seáis mentirosos contra la verdad.
315Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica.
316Porque donde hay envidia y contención, allí hay perturbación, y toda obra perversa.
317Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
318Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.
41¶ ¿De dónde vienen las guerras, y los pleitos entre vosotros? De aquí, es decir de vuestras concupiscencias, las cuales batallan en vuestros miembros.
42Codiciáis, y no tenéis; matáis y tenéis envidia, y no podéis alcanzar; combatís y guerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
43Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
44Adúlteros, y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios.
45¿Pensáis que la Escritura lo dice sin causa, El espíritu que mora en vosotros codicia para envidia?
46Mas él da mayor gracia. Por esto él dice: Dios resiste a los soberbios, y da la gracia a los humildes.
47Sed pues sujetos a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
48Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad los corazones.
49Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
410Humillaos delante de la presencia del Señor, y él os ensalzará.
411¶ Hermanos, no murmuréis los unos de los otros; el que murmura del hermano, y juzga a su hermano, este tal murmura de la Ley, y juzga a la Ley; y si tú juzgas a la Ley, no eres guardador de la Ley, sino juez.
412Uno es el dador de la Ley, que puede salvar y perder, ¿quién eres tú que juzgas a otro?
413Ea ahora, los que decís: Vamos hoy y mañana a tal ciudad, y estaremos allá un año y compraremos mercadería, y ganaremos;
414y no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y después se desvanece.
415En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto, o aquello.
416Mas ahora gloriáis en vuestras soberbias. Toda gloria semejante es mala.
417El pecado pues está todavía en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace.
51¶ Ea ya ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán.
52Vuestras riquezas están podridas; vuestras ropas están comidas de polilla.
53Vuestro oro, y plata están corrompidos de orín, y su orín os será testimonio en contra, y comerá del todo vuestras carnes, como fuego. Habéis allegado tesoro para los postreros días.
54He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras (el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros) clama, y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
55Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos, y habéis recreado vuestros corazones como en el día de matar sacrificios .
56Habéis condenado y muerto al justo, y él no os resiste.
57Pues, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad que el labrador espera el precioso fruto de la tierra, esperando pacientemente, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía.
58Sed también vosotros pacientes, y confirmad vuestros corazones, porque la venida del Señor se acerca.
59Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados. He aquí, el juez está delante de la puerta.
510Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción, y de paciencia, a los profetas que hablaron en nombre del Señor.
511He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso.
512¶ También hermanos míos, ante todas las cosas no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por otro cualquier juramento; mas vuestro sí sea sí; y vuestro no, no; para que no caigáis en condenación.
513¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante.
514¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la Iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el Nombre del Señor;
515y la oración de fe hará salvo al enfermo, y el Señor lo aliviará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados.
516Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos. Porque la oración eficaz del justo, es muy poderoso.
517Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y rogó en oración que no lloviese, y no llovió sobre la tierra tres años y seis meses.
518Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
519Hermanos, si alguien de entre vosotros ha errado de la verdad, y alguno le convirtiere,
520sepa este tal que el que hubiere hecho convertir al pecador del error de su camino, salvará un alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.