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Spanish Sag. Escrituras 1569 | ||
Chapter # | Verse # | Verse Detail |
1 | 1 | ¶ Jacobo, siervo de Dios y del Señor Jesús, el Cristo, a las doce tribus que están esparcidas, salud. |
1 | 2 | ¶ Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, |
1 | 3 | sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. |
1 | 4 | Y la paciencia consuma la obra, para que seáis perfectos y enteros, sin faltar en alguna cosa. |
1 | 5 | Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, (el cual da a todos abundantemente, y sin reproche) y le será dada. |
1 | 6 | Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la onda del mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra. |
1 | 7 | Ciertamente no piense el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor. |
1 | 8 | El hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos. |
1 | 9 | El hermano que es de baja suerte, gloriese en su alteza; |
1 | 10 | mas el que es rico, en su bajeza; porque él se pasará como la flor de la hierba. |
1 | 11 | Porque salido el sol con ardor, la hierba se seca, y su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todos sus caminos. |
1 | 12 | Bienaventurado el varón que padece con paciencia la tentación, porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. |
1 | 13 | ¶ Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios; porque Dios no puede ser tentado de los males, ni él tienta a alguno; |
1 | 14 | pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado. |
1 | 15 | Y la concupiscencia después que ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte. |
1 | 16 | Hermanos míos muy amados, no erréis. |
1 | 17 | Toda buena dádiva, y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las lumbres, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. |
1 | 18 | El, de su voluntad nos ha engendrado por la Palabra de verdad, para que seamos las primicias de sus criaturas. |
1 | 19 | ¶ Por esto, hermanos míos amados, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; |
1 | 20 | porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. |
1 | 21 | Por lo cual, dejando toda inmundicia, y restos de malicia, recibid con mansedumbre la Palabra ingerida en vosotros, la cual puede hacer salvas vuestras almas. |
1 | 22 | Mas sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. |
1 | 23 | Porque si alguno oye la Palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. |
1 | 24 | Porque él se consideró a sí mismo, y se fue; y a la hora se olvidó qué tal era. |
1 | 25 | Mas el que hubiere mirado atentamente en la Ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. |
1 | 26 | Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. |
1 | 27 | La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo. |
2 | 1 | ¶ Hermanos míos, no tengáis la fe de nuestro Señor Jesús, el Cristo glorioso, en acepción de personas. |
2 | 2 | Porque si en vuestra reunión entra algún varón que trae anillo de oro, vestido de preciosa ropa, y también entra un pobre vestido de vestidura vil, |
2 | 3 | y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí bien; y dijereis al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí debajo de mi estrado; |
2 | 4 | ¿vosotros no juzgáis en vosotros mismos, y sois hechos jueces de pensamientos malos? |
2 | 5 | Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del Reino que prometió a los que le aman? |
2 | 6 | Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos con tiranía, y ellos os llevan con violencia a los juzgados? |
2 | 7 | ¿No blasfeman ellos el buen nombre que es invocado sobre vosotros? |
2 | 8 | ¶ Si en verdad cumplís vosotros la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; |
2 | 9 | pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois acusados de la ley como rebeldes. |
2 | 10 | Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpable de todos. |
2 | 11 | Porque el que dijo: No cometerás adulterio; también ha dicho: No matarás. Y, si no hubieres cometido adulterio, pero hubieres matado, ya eres hecho transgresor de la Ley. |
2 | 12 | Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. |
2 | 13 | Porque juicio sin misericordia será hecho con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia se gloría contra el juicio. |
2 | 14 | ¶ Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene las obras? ¿Por ventura esta tal fe le podrá salvar? |
2 | 15 | Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, |
2 | 16 | y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿qué les aprovechará? |
2 | 17 | Así también la fe, si no tuviere las obras, es muerta en sí misma. |
2 | 18 | Mas alguno dirá: Tú tienes la fe, y yo tengo las obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. |
2 | 19 | Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. |
2 | 20 | ¿Mas oh hombre vano, quieres saber que la fe sin obras es muerta? |
2 | 21 | ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro Padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? |
2 | 22 | ¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fue completa por las obras? |
2 | 23 | ¿Y que la Escritura fue cumplida, que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue imputado a justicia, y fue llamado amigo de Dios? |
2 | 24 | Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. |
2 | 25 | Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino? |
2 | 26 | Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. |
3 | 1 | ¶ Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. |
3 | 2 | Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo. |
3 | 3 | He aquí, nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo. |
3 | 4 | Mirad también las naves, siendo tan grandes, y siendo llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por dondequiera que quisiere la gana del que gobierna. |
3 | 5 | Así también, la lengua es un miembro pequeñito, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende! |
3 | 6 | Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros que contamina todo el cuerpo, e inflama el curso de nuestro naturaleza, y es inflamada del infierno. |
3 | 7 | Porque toda naturaleza de bestias fieras, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma, y es domada por el ser humano; |
3 | 8 | pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, y está llena de veneno mortal. |
3 | 9 | Con ella bendecimos al Dios, y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios. |
3 | 10 | De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas. |
3 | 11 | ¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga? |
3 | 12 | Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. |
3 | 13 | ¶ ¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? Muestre por la buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría. |
3 | 14 | Pero si tenéis envidia amarga, y contención en vuestros corazones, no os gloriéis, ni seáis mentirosos contra la verdad. |
3 | 15 | Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica. |
3 | 16 | Porque donde hay envidia y contención, allí hay perturbación, y toda obra perversa. |
3 | 17 | Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida. |
3 | 18 | Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz. |
4 | 1 | ¶ ¿De dónde vienen las guerras, y los pleitos entre vosotros? De aquí, es decir de vuestras concupiscencias, las cuales batallan en vuestros miembros. |
4 | 2 | Codiciáis, y no tenéis; matáis y tenéis envidia, y no podéis alcanzar; combatís y guerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. |
4 | 3 | Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. |
4 | 4 | Adúlteros, y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios. |
4 | 5 | ¿Pensáis que la Escritura lo dice sin causa, El espíritu que mora en vosotros codicia para envidia? |
4 | 6 | Mas él da mayor gracia. Por esto él dice: Dios resiste a los soberbios, y da la gracia a los humildes. |
4 | 7 | Sed pues sujetos a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. |
4 | 8 | Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad los corazones. |
4 | 9 | Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. |
4 | 10 | Humillaos delante de la presencia del Señor, y él os ensalzará. |
4 | 11 | ¶ Hermanos, no murmuréis los unos de los otros; el que murmura del hermano, y juzga a su hermano, este tal murmura de la Ley, y juzga a la Ley; y si tú juzgas a la Ley, no eres guardador de la Ley, sino juez. |
4 | 12 | Uno es el dador de la Ley, que puede salvar y perder, ¿quién eres tú que juzgas a otro? |
4 | 13 | Ea ahora, los que decís: Vamos hoy y mañana a tal ciudad, y estaremos allá un año y compraremos mercadería, y ganaremos; |
4 | 14 | y no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y después se desvanece. |
4 | 15 | En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto, o aquello. |
4 | 16 | Mas ahora gloriáis en vuestras soberbias. Toda gloria semejante es mala. |
4 | 17 | El pecado pues está todavía en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace. |
5 | 1 | ¶ Ea ya ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán. |
5 | 2 | Vuestras riquezas están podridas; vuestras ropas están comidas de polilla. |
5 | 3 | Vuestro oro, y plata están corrompidos de orín, y su orín os será testimonio en contra, y comerá del todo vuestras carnes, como fuego. Habéis allegado tesoro para los postreros días. |
5 | 4 | He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras (el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros) clama, y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. |
5 | 5 | Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos, y habéis recreado vuestros corazones como en el día de matar sacrificios . |
5 | 6 | Habéis condenado y muerto al justo, y él no os resiste. |
5 | 7 | Pues, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad que el labrador espera el precioso fruto de la tierra, esperando pacientemente, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía. |
5 | 8 | Sed también vosotros pacientes, y confirmad vuestros corazones, porque la venida del Señor se acerca. |
5 | 9 | Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados. He aquí, el juez está delante de la puerta. |
5 | 10 | Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción, y de paciencia, a los profetas que hablaron en nombre del Señor. |
5 | 11 | He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso. |
5 | 12 | ¶ También hermanos míos, ante todas las cosas no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por otro cualquier juramento; mas vuestro sí sea sí; y vuestro no, no; para que no caigáis en condenación. |
5 | 13 | ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante. |
5 | 14 | ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la Iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el Nombre del Señor; |
5 | 15 | y la oración de fe hará salvo al enfermo, y el Señor lo aliviará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados. |
5 | 16 | Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos. Porque la oración eficaz del justo, es muy poderoso. |
5 | 17 | Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y rogó en oración que no lloviese, y no llovió sobre la tierra tres años y seis meses. |
5 | 18 | Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto. |
5 | 19 | Hermanos, si alguien de entre vosotros ha errado de la verdad, y alguno le convirtiere, |
5 | 20 | sepa este tal que el que hubiere hecho convertir al pecador del error de su camino, salvará un alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados. |