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Spanish Sag. Escrituras 1569 | ||
Chapter # | Verse # | Verse Detail |
1 | 1 | ¶ En el mes octavo, en el año segundo de Darío, vino palabra del SEÑOR a Zacarías profeta, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo: |
1 | 2 | Se airó el SEÑOR con ira contra vuestros padres. |
1 | 3 | Les dirás pues: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Volveos a mí, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, dijo el SEÑOR de los ejércitos. |
1 | 4 | No seáis como vuestros padres, a los cuales dieron voces los primeros profetas, diciendo: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos, y de vuestras malas obras: y nunca oyeron, ni me atendieron, dijo el SEÑOR. |
1 | 5 | Vuestros padres, ¿dónde están? Y los profetas, ¿han de vivir para siempre? |
1 | 6 | Pero mis palabras y mis ordenanzas que mandé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso se volvieron ellos del cautiverio y dijeron: Como el SEÑOR de los ejércitos pensó tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, así lo hizo con nosotros. |
1 | 7 | ¶ A los veinticuatro del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, vino palabra del SEÑOR a Zacarías profeta, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo: |
1 | 8 | Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo bermejo, el cual estaba entre los arrayanes que había en la hondura; y detrás de él había caballos bermejos, overos, y blancos. |
1 | 9 | Y yo dije: ¿Quiénes son éstos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré quiénes son éstos. |
1 | 10 | Y aquel varón que estaba entre los arrayanes respondió, y dijo: Estos son los que el SEÑOR ha enviado para que anden la tierra. |
1 | 11 | Y ellos hablaron a aquel ángel del SEÑOR que estaba entre los arrayanes, y dijeron: Hemos andado la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta. |
1 | 12 | Y respondió el ángel del SEÑOR, y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, ¿hasta cuándo tendrás piedad de Jerusalén, y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años? |
1 | 13 | Y el SEÑOR respondió buenas palabras, palabras consoladoras a aquel ángel que hablaba conmigo. |
1 | 14 | Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Celé a Jerusalén y a Sion con gran celo; |
1 | 15 | Y con gran enojo estoy airado contra los gentiles que están reposados; porque yo estaba enojado un poco, y ellos ayudaron para el mal. |
1 | 16 | Por tanto, así ha dicho el SEÑOR: Yo me he tornado a Jerusalén con miseraciones; mi Casa será edificada en ella, dice el SEÑOR de los ejércitos, y línea de albañil será tendida sobre Jerusalén. |
1 | 17 | Clama aún, diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Aún serán ensanchadas mis ciudades por la abundancia del bien; y aún consolará el SEÑOR a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén. |
1 | 18 | ¶ Después alcé mis ojos, y miré, y he aquí cuatro cuernos. |
1 | 19 | Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que aventaron a Judá, a Israel, y a Jerusalén. |
1 | 20 | Me mostró luego el SEÑOR cuatro carpinteros. |
1 | 21 | Y yo dije: ¿Qué vienen éstos a hacer? Y me respondió, diciendo: Estos son los cuernos que aventaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; mas éstos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de los gentiles que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para aventarla. |
2 | 1 | ¶ Alcé después mis ojos, y miré y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir. |
2 | 2 | Y le dije: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura, y cuánta su longitud. |
2 | 3 | Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro, |
2 | 4 | Y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin murallas será habitada Jerusalén a causa de la multitud de los hombres, y de las bestias en medio de ella. |
2 | 5 | Yo seré para ella, dice el SEÑOR, muro de fuego en derredor, y seré por gloria en medio de ella. |
2 | 6 | ¶ Eh, eh, huid de la tierra del aquilón, dice el SEÑOR, porque por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dice el SEÑOR. |
2 | 7 | Oh Sion, la que moras con la hija de Babilonia, escápate. |
2 | 8 | Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Después de la gloria me enviará él a los gentiles que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo. |
2 | 9 | Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me envió. |
2 | 10 | ¶ Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, dijo el SEÑOR. |
2 | 11 | Y se unirán muchos gentiles al SEÑOR en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a ti. |
2 | 12 | Y el SEÑOR poseerá a Judá su heredad en la Tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén. |
2 | 13 | Calle toda carne delante del SEÑOR, porque él se ha despertado de su santa morada. |
3 | 1 | ¶ Y me mostró a Josué, el sumo sacerdote, el cual estaba delante del ángel del SEÑOR; y Satanás estaba a su mano derecha para serle adversario. |
3 | 2 | Y dijo el SEÑOR a Satanás: El SEÑOR te reprende, oh Satanás; el SEÑOR, que ha escogido a Jerusalén, te reprende. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? |
3 | 3 | Y Josué estaba vestido de vestimentas viles, y estaba delante del ángel. |
3 | 4 | Y habló el ángel , e intimó a los que estaban delante de sí, diciendo: Quitadle esas vestimentas viles. Y a él dijo: Mira que he hecho pasar tu pecado de ti, y te he hecho vestir de ropas nuevas. |
3 | 5 | Y dije: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron de ropas. Y el ángel del SEÑOR estaba en pie. |
3 | 6 | Y el ángel del SEÑOR protestó al mismo Josué, diciendo: |
3 | 7 | Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi Casa, también tú guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré plaza. |
3 | 8 | ¶ Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú, y tus amigos que se sientan delante de ti; porque son varones de prodigio. He aquí, yo traigo a mi siervo, el Renuevo. |
3 | 9 | Porque he aquí aquella Piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí, yo esculpiré su labor, dice el SEÑOR de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día. |
3 | 10 | En aquel día, dice el SEÑOR de los ejércitos, cada uno de vosotros llamará a su compañero debajo de su vid, y debajo de su higuera. |
4 | 1 | ¶ Y volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó como un hombre que es despertado de su sueño. |
4 | 2 | Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Miré, y he aquí un candelero todo de oro, con su depósito sobre su cabeza, y sus siete lámparas encima del candelero; y siete canales para las lámparas que están encima de él; |
4 | 3 | y sobre él dos olivos, el uno a la mano derecha del depósito, y el otro a su mano izquierda. |
4 | 4 | Y hablé y dije a aquel ángel que hablaba conmigo, diciendo: ¿Qué es esto, Señor mío? |
4 | 5 | Y el ángel que hablaba conmigo respondió, y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, Señor mío. |
4 | 6 | Entonces respondió y me habló, diciendo: Esta es Palabra del SEÑOR a Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dijo el SEÑOR de los ejércitos. |
4 | 7 | ¿Quién eres tú, oh gran monte delante de Zorobabel? Serás reducido a llanura. El sacará la primera piedra con aclamaciones de Gracia, gracia a ella. |
4 | 8 | Y vino palabra del SEÑOR a mí, diciendo: |
4 | 9 | Las manos de Zorobabel echarán el fundamento a esta Casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que el SEÑOR de los ejércitos me envió a vosotros. |
4 | 10 | Porque, ¿quién ha menospreciado el día de los pequeños comienzos ? Se alegraron, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Aquellos siete son los ojos del SEÑOR extendidos por toda la tierra. |
4 | 11 | ¶ Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estas dos olivas a la mano derecha del candelero, y a su mano izquierda? |
4 | 12 | Y hablé la segunda vez, y le dije: ¿Qué significan las dos ramas de olivas que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro? |
4 | 13 | Y me respondió, diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. |
4 | 14 | Y él dijo: Estos dos hijos de aceite son los que están delante del Señor de toda la tierra. |
5 | 1 | ¶ Y me torné, y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un rollo que volaba. |
5 | 2 | Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho. |
5 | 3 | Me dijo entonces: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta, (como está de un lado del rollo ) será destruido; y todo aquel que jura, (como está del otro lado del rollo ) será destruido. |
5 | 4 | Yo la saqué, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa, y la consumirá, con sus enmaderamientos y sus piedras. |
5 | 5 | ¶ Y salió aquel ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos, y mira qué es esto que sale. |
5 | 6 | Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Esta es un efa de medir trigo que sale. Además dijo: Este es la iniquidad de ellos en toda la tierra. |
5 | 7 | Y he aquí, levantaron un talento de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa. |
5 | 8 | Y él dijo: Esta es la maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en su boca. |
5 | 9 | Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y los cielos. |
5 | 10 | Y dije a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿A dónde llevan éstas el efa? |
5 | 11 | Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Sinar; y será asentado y puesto allá sobre su asiento. |
6 | 1 | ¶ Y me torné, y alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce. |
6 | 2 | En el primer carro había caballos bermejos, el segundo carro caballos negros, |
6 | 3 | en el tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos rucios rodados. |
6 | 4 | Respondí entonces, y dije al ángel que hablaba conmigo: Señor mío, ¿qué es esto? |
6 | 5 | Y el ángel me respondió, y me dijo: Estos son los cuatro espíritus de los cielos, que salen de donde están delante del Señor de toda la tierra. |
6 | 6 | En el que estaban los caballos negros, salieron hacia la tierra del aquilón; y los blancos salieron tras ellos; y los overos salieron hacia la tierra del mediodía. |
6 | 7 | Y los rucios salieron, y se procuraron por ir a andar la tierra. Y dijo: Id, andad la tierra. Y anduvieron la tierra. |
6 | 8 | Luego me llamó, y me habló diciendo: Mira, los que salieron hacia la tierra del aquilón hicieron reposar mi Espíritu en la tierra del aquilón. |
6 | 9 | ¶ Y vino a mí palabra del SEÑOR, diciendo: |
6 | 10 | Toma de los que tornaron del cautiverio, de los del linaje de Heldai, y de Tobías, y de Jedaías; y vendrás tú en aquel día, y entrarás en Casa de Josías hijo de Sofonías, los cuales volvieron de Babilonia. |
6 | 11 | Tomarás plata y oro, y harás coronas, y las pondrás en la cabeza de Josué, hijo de Josadac el sumo sacerdote; |
6 | 12 | y le hablarás, diciendo: Así habló el SEÑOR de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual retoñará de su lugar, y edificará el Templo del SEÑOR. |
6 | 13 | El edificará el Templo del SEÑOR, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y será sacerdote en su trono; y consejo de paz será entre ambos a dos. |
6 | 14 | Y Helem, y Tobías, y Jedaías, y Hen, hijo de Sofonías, tendrán coronas por memorial en el Templo del SEÑOR. |
6 | 15 | Y los que están lejos vendrán y edificarán en el Templo del SEÑOR, y conoceréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Y será esto, si oyereis obedientes la voz del SEÑOR vuestro Dios. |
7 | 1 | ¶ Y aconteció en el año cuarto del rey Darío, que vino Palabra del SEÑOR a Zacarías, a los cuatro del mes noveno, que es Quisleu; |
7 | 2 | cuando fue enviado a la Casa de Dios, Sarezer, con Regem-melec y sus hombres, a implorar el favor del SEÑOR, |
7 | 3 | y a preguntar a los sacerdotes que estaban en la casa del SEÑOR de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto? ¿Haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años? |
7 | 4 | Vino, pues, a mí palabra del SEÑOR de los ejércitos, diciendo: |
7 | 5 | Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí? |
7 | 6 | Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros? |
7 | 7 | ¿No son éstas las palabras que publicó el SEÑOR por mano de los profetas primeros, cuando Jerusalén estaba habitada y quieta, y sus ciudades en sus alrededores, y el mediodía y la campiña se habitaban? |
7 | 8 | ¶ Y vino palabra del SEÑOR a Zacarías, diciendo: |
7 | 9 | Así habló el SEÑOR de los ejércitos, diciendo: Juzgad juicio verdadero, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; |
7 | 10 | no agraviéis a la viuda, ni al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano. |
7 | 11 | Pero no quisieron escuchar, antes dieron hombro rebelado, y agravaron sus oídos para no oír; |
7 | 12 | y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que el SEÑOR de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por mano de los profetas primeros; fue, por tanto , hecho gran castigo por el SEÑOR de los ejércitos. |
7 | 13 | Y aconteció que como él clamó, y no escucharon, así ellos clamaron, y yo no escuché, dice el SEÑOR de los ejércitos; |
7 | 14 | antes los esparcí con torbellino por todos los gentiles que ellos no conocían, y la tierra fue desolada tras ellos, sin quedar quien fuese ni viniese; pues tornaron en asolamiento el país deseable. |
8 | 1 | ¶ Y vino palabra del SEÑOR de los ejércitos, diciendo: |
8 | 2 | Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Yo celé a Sion con gran celo, y con gran ira la celé. |
8 | 3 | Así dijo el SEÑOR: Yo restituiré a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de Verdad, y el monte del SEÑOR de los ejércitos, monte de Santidad. |
8 | 4 | Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las plazas de Jerusalén, y cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días. |
8 | 5 | Y las calles de la ciudad serán llenas de muchachos y muchachas, que jugarán en ellas. |
8 | 6 | Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Si esto parecerá dificultoso a los ojos del remanente de este pueblo en estos días, ¿también será dificultoso delante de mis ojos? Dice el SEÑOR de los ejércitos. |
8 | 7 | Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: He aquí, yo salvo mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol; |
8 | 8 | y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios con verdad y con justicia. |
8 | 9 | ¶ Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, de vosotros los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la Casa del SEÑOR de los ejércitos, para edificar el Templo. |
8 | 10 | Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre, ni paga de bestia, ni hubo paz alguna para entrante ni para saliente, a causa de la angustia; porque yo incité a todos los hombres, cada cual contra su compañero. |
8 | 11 | Mas ahora no lo haré con el remanente de este pueblo como en aquellos días pasados, dijo el SEÑOR de los ejércitos. |
8 | 12 | Porque la simiente de la paz quedará ; la vid dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto. |
8 | 13 | Y será que como fuisteis maldición entre los gentiles, oh Casa de Judá y Casa de Israel, así os salvaré, para que seáis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos. |
8 | 14 | Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Como pensé haceros mal cuando vuestros padres me provocaron a ira, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y no me arrepentí; |
8 | 15 | así tornando he pensado hacer bien a Jerusalén y a la Casa de Judá en estos días; no temáis. |
8 | 16 | Estas son las cosas que haréis: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad en vuestras puertas verdad y juicio de paz; |
8 | 17 | y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis juramento falso; porque todas estas cosas son las que yo aborrezco, dijo el SEÑOR. |
8 | 18 | ¶ Y vino palabra del SEÑOR de los ejércitos a mí, diciendo: |
8 | 19 | Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes , y el ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se tornarán a la Casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad, pues, la Verdad y la Paz. |
8 | 20 | Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y moradores de muchas ciudades; |
8 | 21 | y vendrán los moradores de una ciudad a la otra, y dirán: Vamos a orar a la faz del SEÑOR, y busquemos al SEÑOR de los ejércitos. (Y el otro responderá: ) Yo también iré. |
8 | 22 | Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar al SEÑOR de los ejércitos en Jerusalén, y a orar a la faz del SEÑOR. |
8 | 23 | Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez varones de todas las lenguas de los gentiles, tomarán del manto del varón judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros. |
9 | 1 | ¶ Carga de la palabra del SEÑOR contra tierra de Hadrac, y de Damasco su reposo; porque al SEÑOR están vueltos los ojos de los hombres, y de todas las tribus de Israel. |
9 | 2 | Y también Hamat fenecerá en ella; Tiro y Sidón, aunque muy sabia sea . |
9 | 3 | Porque Tiro se edificó fortaleza, y amontonó plata como polvo, y oro como lodo de las calles, |
9 | 4 | he aquí, el Señor la empobrecerá, y herirá en el mar su fortaleza, y ella será consumida de fuego. |
9 | 5 | Ascalón verá, y temerá; Gaza también, y se dolerá en gran manera; asimismo Ecrón, porque su esperanza será confundida; y de Gaza perecerá el rey, y Ascalón no será habitada. |
9 | 6 | Y habitará en Asdod un extranjero, y yo talaré la soberbia de los palestinos; |
9 | 7 | y quitaré su sangre de su boca, y sus abominaciones de sus dientes, y quedarán de ellos también para nuestro Dios, y serán como capitanes en Judá, y Ecrón como el jebuseo. |
9 | 8 | Y seré defensa y amparo firme a mi Casa, del que va y del que viene; y no pasará más sobre ellos angustiador; porque ahora miré con mis ojos. |
9 | 9 | ¶ Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna. |
9 | 10 | Y de Efraín talaré los carros, y los caballos de Jerusalén; y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a los gentiles; y su Señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra. |
9 | 11 | Y tú también por la sangre de tu pacto; yo he sacado tus presos del aljibe en que no hay agua. |
9 | 12 | ¶ Tornaos a la fortaleza, oh presos de esperanza; hoy también os anuncio que os daré doblado. |
9 | 13 | Porque he entesado para mí a Judá como arco, e hice a Efraín su flecha, y despertaré tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como espada de valiente. |
9 | 14 | Y el SEÑOR será visto sobre ellos, y su dardo saldrá como relámpago; y el Señor DIOS tocará trompeta, e irá como torbellinos del austro. |
9 | 15 | El SEÑOR de los ejércitos los amparará, y ellos devorarán, y los sujetarán a las piedras de la honda, y beberán y harán estrépito como tomados del vino; y se llenarán como cuenco, o como los lados del altar. |
9 | 16 | Y los salvará en aquel día el SEÑOR su Dios como a rebaño de su pueblo; porque serán engrandecidos en su tierra como piedras preciosas de corona. |
9 | 17 | Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino a las doncellas. |
10 | 1 | ¶ Pedid al SEÑOR lluvia en la sazón de la lluvia tardía. El SEÑOR hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba en el campo a cada uno. |
10 | 2 | Porque las imágenes han hablado vanidad, y los adivinos han visto mentira, y han hablado sueños vanos, en vano consuelan; por lo cual se fueron ellos como ovejas, fueron humillados porque no tuvieron pastor. |
10 | 3 | Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y yo visitaré los machos cabríos; mas el SEÑOR de los ejércitos visitará su rebaño, la Casa de Judá, y los tornará como su caballo de honor en la guerra. |
10 | 4 | De él saldrá el ángulo, de él la clavija, de él el arco de guerra, de él también todo angustiador. |
10 | 5 | ¶ Y serán como valientes, que en la batalla pisan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque el SEÑOR será con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados. |
10 | 6 | Porque yo fortificaré la Casa de Judá, y guardaré la Casa de José; y los haré volver, porque de ellos tendré piedad; y serán como si no los hubiera desechado; porque yo soy el SEÑOR su Dios, que los oiré. |
10 | 7 | Y será Efraín como valiente, y se alegrará su corazón como de vino; sus hijos también verán, y se alegrarán; su corazón se gozará en el SEÑOR. |
10 | 8 | Yo les silbaré y los juntaré, porque yo los he redimido; y serán multiplicados como fueron multiplicados. |
10 | 9 | Bien que los sembraré entre los pueblos, aun en lejanos países se hará mención de mí; y vivirán con sus hijos, y tornarán. |
10 | 10 | Porque yo los tornaré de la tierra de Egipto, y de Asiria los congregaré; y los traeré a la tierra de Galaad y del Líbano, y no les bastará. |
10 | 11 | Y la tribulación pasará por el mar, y herirá en el mar las ondas, y se secarán todas las honduras del río; y la soberbia del Assur será derribada, y el cetro de Egipto se perderá. |
10 | 12 | Y yo los fortificaré en el SEÑOR, y en su nombre caminarán, dice el SEÑOR. |
11 | 1 | ¶ Oh Líbano, abre tus puertas, y queme fuego tus cedros. |
11 | 2 | Aúlla, oh haya, porque el cedro cayó, porque los magníficos son talados. Aullad, alcornoques de Basán, porque el fuerte monte es derribado. |
11 | 3 | Voz de aullido de pastores se oyó , porque su magnificencia es asolada; estruendo de bramidos de cachorros de leones, porque la soberbia del Jordán es destruida. |
11 | 4 | ¶ Así dijo el SEÑOR mi Dios: Apacienta las ovejas de la matanza; |
11 | 5 | a las cuales mataban sus compradores, y no se tenían por culpables; y el que las vendía, decía: Bendito sea el SEÑOR, porque he enriquecido; ni sus pastores tenían piedad de ellas. |
11 | 6 | Por tanto, no tendré piedad más de los moradores de la tierra, dice el SEÑOR; porque he aquí, yo entregaré los hombres, cada cual en mano de su compañero, y en mano de su rey; y quebrantarán la tierra, y yo no los libraré de sus manos. |
11 | 7 | Y apacentaré, pues, las ovejas de la matanza, es a saber, a los pobres del rebaño. Porque yo me tomé dos cayados; al uno puse por nombre Suavidad, y al otro Ligaduras; y apacenté las ovejas. |
11 | 8 | E hice matar tres pastores en un mes, y mi alma se angustió por ellos, y también el alma de ellos me aborreció a mí. |
11 | 9 | Y dije: No os apacentaré más ; la que muriere, muera; y la que se perdiere, se pierda; y las que quedaren, que cada una coma la carne de su compañera. |
11 | 10 | Y tomé mi cayado Suavidad, y lo quebré, para deshacer mi pacto que concerté con todos los pueblos. |
11 | 11 | Y fue deshecho en ese día, y así conocieron los pobres del rebaño que miran a mí, que era palabra del SEÑOR. |
11 | 12 | Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y apreciaron mi salario en treinta piezas de plata. |
11 | 13 | Y me dijo el SEÑOR: Echalo al tesorero, hermoso precio con que me han apreciado. Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la Casa del SEÑOR al tesorero. |
11 | 14 | Y quebré el otro mi cayado, Ligaduras, para romper la hermandad entre Judá e Israel. |
11 | 15 | ¶ Y me dijo el SEÑOR: Toma aún los aperos de un pastor loco; |
11 | 16 | porque he aquí, que yo levanto pastor en la tierra, que no visitará las perdidas, no buscará la pequeña, no curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas; sino que se comerá la carne de la gruesa, y romperá sus uñas. |
11 | 17 | ¡Ay del pastor inútil, que abandona el ganado! Espada sobre su brazo, y sobre su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y enteramente será su ojo derecho oscurecido. |
12 | 1 | ¶ Carga de la palabra del SEÑOR sobre Israel. Dijo el SEÑOR, el que extiende los cielos, y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él. |
12 | 2 | He aquí, yo pongo a Jerusalén por vaso de veneno a todos los pueblos de alrededor, y también a Judá la cual será en el cerco contra Jerusalén. |
12 | 3 | Y será en aquel día, que yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, y todos los gentiles de la tierra se juntarán contra ella. |
12 | 4 | En aquel día, dijo el SEÑOR, heriré con aturdimiento a todo caballo, y con locura al que en él sube; mas sobre la Casa de Judá abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera. |
12 | 5 | Y los capitanes de Judá dirán en su corazón: Mi fuerza son los moradores de Jerusalén en el SEÑOR de los ejércitos, su Dios. |
12 | 6 | En aquel día pondré los capitanes de Judá como un brasero de fuego entre leña, y como una antorcha de fuego entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén. |
12 | 7 | Y guardará el SEÑOR las tiendas de Judá como en el principio, porque la gloria de la Casa de David y del morador de Jerusalén no hará que Judá se engrandecerá. |
12 | 8 | En aquel día el SEÑOR defenderá al morador de Jerusalén; y el que entre ellos fuere flaco, en aquel tiempo será como David; y la Casa de David como Dios, como el ángel del SEÑOR delante de ellos. |
12 | 9 | ¶ Y será que en aquel día yo procuraré quebrantar a todos los gentiles que vinieren contra Jerusalén. |
12 | 10 | Y derramaré sobre la Casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, Espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán llanto sobre él, como llanto sobre unigénito, afligiéndose sobre él como quien se aflige sobre primogénito. |
12 | 11 | En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido. |
12 | 12 | Y la tierra lamentará, cada linaje de por sí; el linaje de la Casa de David por sí, y sus mujeres por sí; el linaje de la Casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí; |
12 | 13 | el linaje de la Casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; el linaje de Simei por sí, y sus mujeres por sí; |
12 | 14 | todos los otros linajes, los linajes por sí, y sus mujeres por sí. |
13 | 1 | ¶ En aquel tiempo habrá manantial abierto para la Casa de David y para los moradores de Jerusalén, contra el pecado y contra la inmundicia. |
13 | 2 | Y será en aquel día, dice el SEÑOR de los ejércitos, que talaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más vendrán en memoria; y también haré talar de la tierra a los profetas, y al espíritu de inmundicia. |
13 | 3 | Y será que cuando alguno más profetizare, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre del SEÑOR; y su padre y su madre que lo engendraron, le traspasarán cuando profetizare. |
13 | 4 | Y será en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más se vestirán de manto velloso para mentir |
13 | 5 | Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra, porque esto aprendí del hombre desde mi juventud. |
13 | 6 | Y le preguntarán: ¿Qué heridas son éstas que tienes en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en Casa de mis amigos. |
13 | 7 | ¶ Oh espada, despiértate sobre el pastor, y sobre el hombre compañero mío, dijo el SEÑOR de los ejércitos. Hiere al pastor, y se derramarán las ovejas; y tornaré mi mano sobre los chiquitos. |
13 | 8 | Y acontecerá en toda la tierra, dijo el Señor, que las dos partes serán taladas en ella, y se perderán; y la tercera quedará en ella. |
13 | 9 | Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: El SEÑOR es mi Dios. |
14 | 1 | ¶ He aquí, el día del SEÑOR viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti. |
14 | 2 | Porque yo reuniré a todos los gentiles en batalla contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y las casas serán saqueadas, y las mujeres serán forzadas; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el remanente del pueblo no será talado de la ciudad. |
14 | 3 | Y saldrá el SEÑOR, y peleará con aquellos gentiles, como peleó el día de la batalla. |
14 | 4 | Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el Monte de las Olivas, que está en frente de Jerusalén a la parte del oriente; y el Monte de las Olivas, se partirá por medio de sí hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un muy grande valle; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el mediodía. |
14 | 5 | Y huiréis al valle de los montes; porque el valle de los montes llegará hasta Azal; y huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá; y vendrá el SEÑOR mi Dios, y todos sus santos con él. |
14 | 6 | Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. |
14 | 7 | Y será un día, el cual es conocido del SEÑOR, que ni será día ni noche; mas acontecerá que al tiempo de la tarde habrá luz. |
14 | 8 | ¶ Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas; la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. |
14 | 9 | Y el SEÑOR será Rey sobre toda la tierra. En aquel día el SEÑOR será uno, y su nombre uno. |
14 | 10 | Y toda la tierra se tornará como llanura desde Gabaa hasta Rimón al mediodía de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y será habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta de los rincones; y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey. |
14 | 11 | Y morarán en ella, y nunca más será anatema, sino que será Jerusalén habitada confiadamente. |
14 | 12 | Y ésta será la plaga con que herirá el SEÑOR a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se disolverá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se les deshará en su boca. |
14 | 13 | Y acontecerá en aquel día que habrá en ellos gran quebrantamiento de parte del SEÑOR; porque trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero. |
14 | 14 | Y Judá también peleará contra Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todos los gentiles de alrededor: oro, y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia. |
14 | 15 | Y tal como esto, será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en los ejércitos. |
14 | 16 | ¶ Y todos los que quedaren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año a adorar al Rey, al SEÑOR de los ejércitos, y a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. |
14 | 17 | Y acontecerá, que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén a adorar al Rey, el SEÑOR de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. |
14 | 18 | Y si la familia de Egipto no subiere, y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; antes vendrá sobre ellos la plaga con que el SEÑOR herirá los gentiles que no subieren a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. |
14 | 19 | Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todos los gentiles que no subieren a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. |
14 | 20 | En aquel tiempo estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD AL SEÑOR; y las ollas en la casa del SEÑOR serán como los tazones delante del altar. |
14 | 21 | Y será toda olla en Jerusalén y en Judá Santidad al SEÑOR de los ejércitos; y todos los que sacrificaren, vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá más mercader en la Casa del SEÑOR de los ejércitos en aquel tiempo. |