Multilingual Scriptures Home » Spanish RV 1909 Bible » Proverbs
Spanish RV 1909 Bible | ||
Chapter # | Verse # | Verse Detail |
1 | 1 | LOS proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: |
1 | 2 | Para entender sabiduría y doctrina; Para conocer las razones prudentes; |
1 | 3 | Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, y juicio y equidad; |
1 | 4 | Para dar sagacidad á los simples, Y á los jóvenes inteligencia y cordura. |
1 | 5 | Oirá el sabio, y aumentará el saber; Y el entendido adquirirá consejo; |
1 | 6 | Para entender parábola y declaración; Palabras de sabios, y sus dichos oscuros. |
1 | 7 | El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. |
1 | 8 | Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre: |
1 | 9 | Porque adorno de gracia serán á tu cabeza, Y collares á tu cuello. |
1 | 10 | Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas. |
1 | 11 | Si dijeren: Ven con nosotros, Pongamos asechanzas á la sangre, Acechemos sin motivo al inocente; |
1 | 12 | Los tragaremos vivos como el sepulcro, Y enteros, como los que caen en sima; |
1 | 13 | Hallaremos riquezas de todas suertes, Henchiremos nuestras casas de despojos; |
1 | 14 | Echa tu suerte entre nosotros; Tengamos todos una bolsa: |
1 | 15 | Hijo mío, no andes en camino con ellos; Aparta tu pie de sus veredas: |
1 | 16 | Porque sus pies correrán al mal, E irán presurosos á derramar sangre. |
1 | 17 | Porque en vano se tenderá la red Ante los ojos de toda ave; |
1 | 18 | Mas ellos á su propia sangre ponen asechanzas, Y á sus almas tienden lazo. |
1 | 19 | Tales son las sendas de todo el que es dado á la codicia, La cual prenderá el alma de sus poseedores. |
1 | 20 | La sabiduría clama de fuera, Da su voz en las plazas: |
1 | 21 | Clama en los principales lugares de concurso; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones: |
1 | 22 | ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia? |
1 | 23 | Volveos á mi reprensión: He aquí yo os derramaré mi espíritu, Y os haré saber mis palabras. |
1 | 24 | Por cuanto llamé, y no quisisteis: Extendí mi mano, y no hubo quien escuchase; |
1 | 25 | Antes desechasteis todo consejo mío, Y mi reprensión no quisisteis: |
1 | 26 | También yo me reiré en vuestra calamidad, Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; |
1 | 27 | Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. |
1 | 28 | Entonces me llamarán, y no responderé; Buscarme han de mañana, y no me hallarán: |
1 | 29 | Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová, |
1 | 30 | Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía: |
1 | 31 | Comerán pues del fruto de su camino, Y se hartarán de sus consejos. |
1 | 32 | Porque el reposo de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará á perder. |
1 | 33 | Mas el que me oyere, habitará confiadamente, Y vivirá reposado, sin temor de mal. |
2 | 1 | HIJO mío, si tomares mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, |
2 | 2 | Haciendo estar atento tu oído á la sabiduría; Si inclinares tu corazón á la prudencia; |
2 | 3 | Si clamares á la inteligencia, Y á la prudencia dieres tu voz; |
2 | 4 | Si como á la plata la buscares, Y la escudriñares como á tesoros; |
2 | 5 | Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios. |
2 | 6 | Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. |
2 | 7 | El provee de sólida sabiduría á los rectos: Es escudo á los que caminan rectamente. |
2 | 8 | Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos. |
2 | 9 | Entonces entenderás justicia, juicio, Y equidad, y todo buen camino. |
2 | 10 | Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere dulce á tu alma, |
2 | 11 | El consejo te guardará, Te preservará la inteligencia: |
2 | 12 | Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades; |
2 | 13 | Que dejan las veredas derechas, Por andar en caminos tenebrosos; |
2 | 14 | Que se alegran haciendo mal, Que se huelgan en las perversidades del vicio; |
2 | 15 | Cuyas veredas son torcidas, Y torcidos sus caminos. |
2 | 16 | Para librarte de la mujer extraña, De la ajena que halaga con sus palabras; |
2 | 17 | Que desampara el príncipe de su mocedad, Y se olvida del pacto de su Dios. |
2 | 18 | Por lo cual su casa está inclinada á la muerte, Y sus veredas hacia los muertos: |
2 | 19 | Todos los que á ella entraren, no volverán, Ni tomarán las veredas de la vida. |
2 | 20 | Para que andes por el camino de los buenos, Y guardes las veredas de los justos. |
2 | 21 | Porque los rectos habitarán la tierra, Y los perfectos permanecerán en ella; |
2 | 22 | Mas los impíos serán cortados de la tierra, Y los prevaricadores serán de ella desarraigados. |
3 | 1 | HIJO mío, no te olvides de mi ley; Y tu corazón guarde mis mandamientos: |
3 | 2 | Porque largura de días, y años de vida Y paz te aumentarán. |
3 | 3 | Misericordia y verdad no te desamparen; Atalas á tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón: |
3 | 4 | Y hallarás gracia y buena opinión En los ojos de Dios y de los hombres. |
3 | 5 | Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. |
3 | 6 | Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. |
3 | 7 | No seas sabio en tu opinión: Teme á Jehová, y apártate del mal; |
3 | 8 | Porque será medicina á tu ombligo, Y tuétano á tus huesos. |
3 | 9 | Honra á Jehová de tu sustancia, Y de las primicias de todos tus frutos; |
3 | 10 | Y serán llenas tus trojes con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. |
3 | 11 | No deseches, hijo mío, el castigo de Jehová; Ni te fatigues de su corrección: |
3 | 12 | Porque al que ama castiga, Como el padre al hijo á quien quiere. |
3 | 13 | Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia: |
3 | 14 | Porque su mercadería es mejor que la mercadería de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. |
3 | 15 | Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar á ella. |
3 | 16 | Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda riquezas y honra. |
3 | 17 | Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz. |
3 | 18 | Ella es árbol de vida á los que de ella asen: Y bienaventurados son los que la mantienen. |
3 | 19 | Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia. |
3 | 20 | Con su ciencia se partieron los abismos, Y destilan el rocío los cielos. |
3 | 21 | Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo; |
3 | 22 | Y serán vida á tu alma, Y gracia á tu cuello. |
3 | 23 | Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará. |
3 | 24 | Cuando te acostares, no tendrás temor; Antes te acostarás, y tu sueño será suave. |
3 | 25 | No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere: |
3 | 26 | Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de ser preso. |
3 | 27 | No detengas el bien de sus dueños, Cuando tuvieres poder para hacerlo. |
3 | 28 | No digas á tu prójimo: Ve, y vuelve, Y mañana te daré; Cuando tienes contigo qué darle. |
3 | 29 | No intentes mal contra tu prójimo, Estando él confiado de ti. |
3 | 30 | No pleitees con alguno sin razón, Si él no te ha hecho agravio. |
3 | 31 | No envidies al hombre injusto, Ni escojas alguno de sus caminos. |
3 | 32 | Porque el perverso es abominado de Jehová: Mas su secreto es con los rectos. |
3 | 33 | La maldición de Jehová está en la casa del impío; Mas él bendecirá la morada de los justos. |
3 | 34 | Ciertamente él escarnecerá á los escarnecedores, Y á los humildes dará gracia. |
3 | 35 | Los sabios heredarán honra: Mas los necios sostendrán ignominia. |
4 | 1 | OID, hijos, la doctrina de un padre, Y estad atentos para que conozcáis cordura. |
4 | 2 | Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley. |
4 | 3 | Porque yo fuí hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre. |
4 | 4 | Y él me enseñaba, y me decía: Mantenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás: |
4 | 5 | Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca; |
4 | 6 | No la dejes, y ella te guardará; Amala, y te conservará. |
4 | 7 | Sabiduría ante todo: adquiere sabiduría: Y ante toda tu posesión adquiere inteligencia. |
4 | 8 | Engrandécela, y ella te engrandecerá: Ella te honrará, cuando tú la hubieres abrazado. |
4 | 9 | Adorno de gracia dará á tu cabeza: Corona de hermosura te entregará. |
4 | 10 | Oye, hijo mío, y recibe mis razones; Y se te multiplicarán años de vida. |
4 | 11 | Por el camino de la sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho andar. |
4 | 12 | Cuando anduvieres no se estrecharán tus pasos; Y si corrieres, no tropezarás. |
4 | 13 | Ten el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida. |
4 | 14 | No entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los malos. |
4 | 15 | Desampárala, no pases por ella; Apártate de ella, pasa. |
4 | 16 | Porque no duermen ellos, si no hicieren mal; Y pierden su sueño, si no han hecho caer. |
4 | 17 | Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos. |
4 | 18 | Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto. |
4 | 19 | El camino de los impíos es como la oscuridad: No saben en qué tropiezan. |
4 | 20 | Hijo mío, está atento á mis palabras; Inclina tu oído á mis razones. |
4 | 21 | No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón. |
4 | 22 | Porque son vida á los que las hallan, Y medicina á toda su carne. |
4 | 23 | Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. |
4 | 24 | Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de labios. |
4 | 25 | Tus ojos miren lo recto, Y tus párpados en derechura delante de ti. |
4 | 26 | Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean ordenados. |
4 | 27 | No te apartes á diestra, ni á siniestra: Aparta tu pie del mal. |
5 | 1 | HIJO mío, está atento á mi sabiduría, Y á mi inteligencia inclina tu oído; |
5 | 2 | Para que guardes consejo, Y tus labios conserven la ciencia. |
5 | 3 | Porque los labios de la extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite; |
5 | 4 | Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como cuchillo de dos filos. |
5 | 5 | Sus pies descienden á la muerte; Sus pasos sustentan el sepulcro: |
5 | 6 | Sus caminos son instables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida. |
5 | 7 | Ahora pues, hijos, oidme, Y no os apartéis de las razones de mi boca. |
5 | 8 | Aleja de ella tu camino, Y no te acerques á la puerta de su casa; |
5 | 9 | Porque no des á los extraños tu honor, Y tus años á cruel; |
5 | 10 | Porque no se harten los extraños de tu fuerza, Y tus trabajos estén en casa del extraño; |
5 | 11 | Y gimas en tus postrimerías, Cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo, |
5 | 12 | Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión; |
5 | 13 | Y no oí la voz de los que me adoctrinaban, Y á los que me enseñaban no incliné mi oído! |
5 | 14 | Casi en todo mal he estado, En medio de la sociedad y de la congregación. |
5 | 15 | Bebe el agua de tu cisterna, Y los raudales de tu pozo. |
5 | 16 | Derrámense por de fuera tus fuentes, En las plazas los ríos de aguas. |
5 | 17 | Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo. |
5 | 18 | Sea bendito tu manantial; Y alégrate con la mujer de tu mocedad. |
5 | 19 | Como cierva amada y graciosa corza, Sus pechos te satisfagan en todo tiempo; Y en su amor recréate siempre. |
5 | 20 | ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la ajena, Y abrazarás el seno de la extraña? |
5 | 21 | Pues que los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas. |
5 | 22 | Prenderán al impío sus propias iniquidades, Y detenido será con las cuerdas de su pecado. |
5 | 23 | El morirá por falta de corrección; Y errará por la grandeza de su locura. |
6 | 1 | HIJO mío, si salieres fiador por tu amigo, Si tocaste tu mano por el extraño, |
6 | 2 | Enlazado eres con las palabras de tu boca, Y preso con las razones de tu boca. |
6 | 3 | Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo: Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo. |
6 | 4 | No des sueño á tus ojos, Ni á tus párpados adormecimiento. |
6 | 5 | Escápate como el corzo de la mano del cazador, Y como el ave de la mano del parancero. |
6 | 6 | Ve á la hormiga, oh perezoso Mira sus caminos, y sé sabio; |
6 | 7 | La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, |
6 | 8 | Prepara en el verano su comida Y allega en el tiempo de la siega su mantenimiento. |
6 | 9 | Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? |
6 | 10 | Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo: |
6 | 11 | Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre de escudo. |
6 | 12 | El hombre malo, el hombre depravado, Anda en perversidad de boca; |
6 | 13 | Guiña de sus ojos, habla con sus pies, Indica con sus dedos; |
6 | 14 | Perversidades hay en su corazón, anda pensando mal en todo tiempo; Enciende rencillas. |
6 | 15 | Por tanto su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio. |
6 | 16 | Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: |
6 | 17 | Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, |
6 | 18 | El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, |
6 | 19 | El testigo falso que habla mentiras, Y el que enciende rencillas entre los hermanos. |
6 | 20 | Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre: |
6 | 21 | Atalos siempre en tu corazón, Enlázalos á tu cuello. |
6 | 22 | Te guiarán cuando anduvieres; cuando durmieres te guardarán; Hablarán contigo cuando despertares. |
6 | 23 | Porque el mandamiento es antorcha, y la enseñanza luz; Y camino de vida las reprensiones de la enseñanza: |
6 | 24 | Para que te guarden de la mala mujer, De la blandura de la lengua de la extraña. |
6 | 25 | No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos: |
6 | 26 | Porque á causa de la mujer ramera es reducido el hombre á un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón. |
6 | 27 | ¿Tomará el hombre fuego en su seno, Sin que sus vestidos se quemen? |
6 | 28 | ¿Andará el hombre sobre las brasas, Sin que sus pies se abrasen? |
6 | 29 | Así el que entrare á la mujer de su prójimo; No será sin culpa cualquiera que la tocare. |
6 | 30 | No tienen en poco al ladrón, cuando hurtare Para saciar su alma teniendo hambre: |
6 | 31 | Empero tomado, paga las setenas, Da toda la sustancia de su casa. |
6 | 32 | Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de entendimiento: Corrompe su alma el que tal hace. |
6 | 33 | Plaga y vergüenza hallará; Y su afrenta nunca será raída. |
6 | 34 | Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza. |
6 | 35 | No tendrá respeto á ninguna redención; Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones. |
7 | 1 | HIJO mío, guarda mis razones, Y encierra contigo mis mandamientos. |
7 | 2 | Guarda mis mandamientos, y vivirás; Y mi ley como las niñas de tus ojos. |
7 | 3 | Lígalos á tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón. |
7 | 4 | Di á la sabiduría: Tú eres mi hermana; Y á la inteligencia llama parienta: |
7 | 5 | Para que te guarden de la mujer ajena, Y de la extraña que ablanda sus palabras. |
7 | 6 | Porque mirando yo por la ventana de mi casa, Por mi celosía, |
7 | 7 | Vi entre los simples, Consideré entre los jóvenes, Un mancebo falto de entendimiento, |
7 | 8 | El cual pasaba por la calle, junto á la esquina de aquella, E iba camino de su casa, |
7 | 9 | A la tarde del día, ya que oscurecía, En la oscuridad y tiniebla de la noche. |
7 | 10 | Y he aquí, una mujer que le sale al encuentro Con atavío de ramera, astuta de corazón, |
7 | 11 | Alborotadora y rencillosa, Sus pies no pueden estar en casa; |
7 | 12 | Unas veces de fuera, ó bien por las plazas, Acechando por todas las esquinas. |
7 | 13 | Y traba de él, y bésalo; Desvergonzó su rostro, y díjole: |
7 | 14 | Sacrificios de paz había prometido, Hoy he pagado mis votos; |
7 | 15 | Por tanto he salido á encontrarte, Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado. |
7 | 16 | Con paramentos he ataviado mi cama, Recamados con cordoncillo de Egipto. |
7 | 17 | He sahumado mi cámara Con mirra, áloes, y cinamomo. |
7 | 18 | Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores. |
7 | 19 | Porque el marido no está en casa, Hase ido á un largo viaje: |
7 | 20 | El saco de dinero llevó en su mano; El día señalado volverá á su casa. |
7 | 21 | Rindiólo con la mucha suavidad de sus palabras, Obligóle con la blandura de sus labios. |
7 | 22 | Vase en pos de ella luego, Como va el buey al degolladero, Y como el loco á las prisiones para ser castigado; |
7 | 23 | Como el ave que se apresura al lazo, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasó su hígado. |
7 | 24 | Ahora pues, hijos, oidme, Y estad atentos á las razones de mi boca. |
7 | 25 | No se aparte á sus caminos tu corazón; No yerres en sus veredas. |
7 | 26 | Porque á muchos ha hecho caer heridos; Y aun los más fuertes han sido muertos por ella. |
7 | 27 | Caminos del sepulcro son su casa, Que descienden á las cámaras de la muerte. |
8 | 1 | ¿NO clama la sabiduría, Y da su voz la inteligencia? |
8 | 2 | En los altos cabezos, junto al camino, A las encrucijadas de las veredas se para; |
8 | 3 | En el lugar de las puertas, á la entrada de la ciudad, A la entrada de las puertas da voces: |
8 | 4 | Oh hombres, á vosotros clamo; Y mi voz es á los hijos de los hombres. |
8 | 5 | Entended, simples, discreción; Y vosotros, locos, entrad en cordura. |
8 | 6 | Oid, porque hablaré cosas excelentes; Y abriré mis labios para cosas rectas. |
8 | 7 | Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios. |
8 | 8 | En justicia son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida. |
8 | 9 | Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables á los que han hallado sabiduría. |
8 | 10 | Recibid mi enseñanza, y no plata; Y ciencia antes que el oro escogido. |
8 | 11 | Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella. |
8 | 12 | Yo, la sabiduría, habito con la discreción, Y hallo la ciencia de los consejos. |
8 | 13 | El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, y el mal camino Y la boca perversa, aborrezco. |
8 | 14 | Conmigo está el consejo y el ser; Yo soy la inteligencia; mía es la fortaleza. |
8 | 15 | Por mí reinan los reyes, Y los príncipes determinan justicia. |
8 | 16 | Por mí dominan los príncipes, Y todos los gobernadores juzgan la tierra. |
8 | 17 | Yo amo á los que me aman; Y me hallan los que madrugando me buscan. |
8 | 18 | Las riquezas y la honra están conmigo; Sólidas riquezas, y justicia. |
8 | 19 | Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor que la plata escogida. |
8 | 20 | Por vereda de justicia guiaré, Por en medio de sendas de juicio; |
8 | 21 | Para hacer heredar á mis amigos el ser, Y que yo hincha sus tesoros. |
8 | 22 | Jehová me poseía en el principio de su camino, Ya de antiguo, antes de sus obras. |
8 | 23 | Eternalmente tuve el principado, desde el principio, Antes de la tierra. |
8 | 24 | Antes de los abismos fuí engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. |
8 | 25 | Antes que los montes fuesen fundados, Antes de los collados, era yo engendrada: |
8 | 26 | No había aún hecho la tierra, ni las campiñas, Ni el principio del polvo del mundo. |
8 | 27 | Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; Cuando señalaba por compás la sobrefaz del abismo; |
8 | 28 | Cuando afirmaba los cielos arriba, Cuando afirmaba las fuentes del abismo; |
8 | 29 | Cuando ponía á la mar su estatuto, Y á las aguas, que no pasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra; |
8 | 30 | Con él estaba yo ordenándolo todo; Y fuí su delicia todos los días, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo. |
8 | 31 | Huélgome en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres. |
8 | 32 | Ahora pues, hijos, oidme: Y bienaventurados los que guardaren mis caminos. |
8 | 33 | Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo menospreciéis. |
8 | 34 | Bienaventurado el hombre que me oye, Velando á mis puertas cada día, Guardando los umbrales de mis entradas. |
8 | 35 | Porque el que me hallare, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová. |
8 | 36 | Mas el que peca contra mí, defrauda su alma: Todos los que me aborrecen, aman la muerte. |
9 | 1 | LA sabiduría edificó su casa, Labró sus siete columnas; |
9 | 2 | Mató sus víctimas, templó su vino, Y puso su mesa. |
9 | 3 | Envió sus criadas; Sobre lo más alto de la ciudad clamó: |
9 | 4 | Cualquiera simple, venga acá. A los faltos de cordura dijo: |
9 | 5 | Venid, comed mi pan, Y bebed del vino que yo he templado. |
9 | 6 | Dejad las simplezas, y vivid; Y andad por el camino de la inteligencia. |
9 | 7 | El que corrige al escarnecedor, afrenta se acarrea: El que reprende al impío, se atrae mancha. |
9 | 8 | No reprendas al escarnecedor, porque no te aborrezca: Corrige al sabio, y te amará. |
9 | 9 | Da al sabio, y será más sabio: Enseña al justo, y acrecerá su saber. |
9 | 10 | El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; Y la ciencia de los santos es inteligencia. |
9 | 11 | Porque por mí se aumentarán tus días, Y años de vida se te añadirán. |
9 | 12 | Si fueres sabio, para ti lo serás: Mas si fueres escarnecedor, pagarás tú solo. |
9 | 13 | La mujer loca es alborotadora; Es simple é ignorante. |
9 | 14 | Siéntase en una silla á la puerta de su casa, En lo alto de la ciudad, |
9 | 15 | Para llamar á los que pasan por el camino, Que van por sus caminos derechos. |
9 | 16 | Cualquiera simple, dice, venga acá. A los faltos de cordura dijo: |
9 | 17 | Las aguas hurtadas son dulces, Y el pan comido en oculto es suave. |
9 | 18 | Y no saben que allí están los muertos; Que sus convidados están en los profundos de la sepultura. |
10 | 1 | < |
10 | 2 | Los tesoros de maldad no serán de provecho: Mas la justicia libra de muerte. |
10 | 3 | Jehová no dejará hambrear el alma del justo: Mas la iniquidad lanzará á los impíos. |
10 | 4 | La mano negligente hace pobre: Mas la mano de los diligentes enriquece. |
10 | 5 | El que recoge en el estío es hombre entendido: El que duerme en el tiempo de la siega es hombre afrentoso. |
10 | 6 | Bendiciones sobre la cabeza del justo: Mas violencia cubrirá la boca de los impíos. |
10 | 7 | La memoria del justo será bendita: Mas el nombre de los impíos se pudrirá. |
10 | 8 | El sabio de corazón recibirá los mandamientos: Mas el loco de labios caerá. |
10 | 9 | El que camina en integridad, anda confiado: Mas el que pervierte sus caminos, será quebrantado. |
10 | 10 | El que guiña del ojo acarrea tristeza; Y el loco de labios será castigado. |
10 | 11 | Vena de vida es la boca del justo: Mas violencia cubrirá la boca de los impíos. |
10 | 12 | El odio despierta rencillas: Mas la caridad cubrirá todas las faltas. |
10 | 13 | En los labios del prudente se halla sabiduría: Y vara á las espaldas del falto de cordura. |
10 | 14 | Los sabios guardan la sabiduría: Mas la boca del loco es calamidad cercana. |
10 | 15 | Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; Y el desmayo de los pobres es su pobreza. |
10 | 16 | La obra del justo es para vida; Mas el fruto del impío es para pecado. |
10 | 17 | Camino á la vida es guardar la corrección: Mas el que deja la reprensión, yerra. |
10 | 18 | El que encubre el odio es de labios mentirosos; Y el que echa mala fama es necio. |
10 | 19 | En las muchas palabras no falta pecado: Mas el que refrena sus labios es prudente. |
10 | 20 | Plata escogida es la lengua del justo: Mas el entendimiento de los impíos es como nada. |
10 | 21 | Los labios del justo apacientan á muchos: Mas los necios por falta de entendimiento mueren. |
10 | 22 | La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella. |
10 | 23 | Hacer abominación es como risa al insensato: Mas el hombre entendido sabe. |
10 | 24 | Lo que el impío teme, eso le vendrá: Mas á los justos les será dado lo que desean. |
10 | 25 | Como pasa el torbellino, así el malo no permanece: Mas el justo, fundado para siempre. |
10 | 26 | Como el vinagre á los dientes, y como el humo á los ojos, Así es el perezoso á los que lo envían. |
10 | 27 | El temor de Jehová aumentará los días: Mas los años de los impíos serán acortados. |
10 | 28 | La esperanza de los justos es alegría; Mas la esperanza de los impíos perecerá. |
10 | 29 | Fortaleza es al perfecto el camino de Jehová: Mas espanto es á los que obran maldad. |
10 | 30 | El justo eternalmente no será removido: Mas los impíos no habitarán la tierra. |
10 | 31 | La boca del justo producirá sabiduría: Mas la lengua perversa será cortada. |
10 | 32 | Los labios del justo conocerán lo que agrada: Mas la boca de los impíos habla perversidades. |
11 | 1 | EL peso falso abominación es á Jehová: Mas la pesa cabal le agrada. |
11 | 2 | Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra: Mas con los humildes es la sabiduría. |
11 | 3 | La integridad de los rectos los encaminará: Mas destruirá á los pecadores la perversidad de ellos. |
11 | 4 | No aprovecharán las riquezas en el día de la ira: Mas la justicia librará de muerte. |
11 | 5 | La justicia del perfecto enderezará su camino: mas el impío por su impiedad caerá. |
11 | 6 | La justicia de los rectos los librará: Mas los pecadores en su pecado serán presos. |
11 | 7 | Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la espectativa de los malos perecerá. |
11 | 8 | El justo es librado de la tribulación: Mas el impío viene en lugar suyo. |
11 | 9 | El hipócrita con la boca daña á su prójimo: Mas los justos son librados con la sabiduría. |
11 | 10 | En el bien de los justos la ciudad se alegra: Mas cuando los impíos perecen, hay fiestas. |
11 | 11 | Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida: Mas por la boca de los impíos ella será trastornada. |
11 | 12 | El que carece de entendimiento, menosprecia á su prójimo: Mas el hombre prudente calla. |
11 | 13 | El que anda en chismes, descubre el secreto: Mas el de espíritu fiel encubre la cosa. |
11 | 14 | Cuando faltaren las industrias, caerá el pueblo: Mas en la multitud de consejeros hay salud. |
11 | 15 | Con ansiedad será afligido el que fiare al extraño: Mas el que aborreciere las fianzas vivirá confiado. |
11 | 16 | La mujer graciosa tendrá honra: Y los fuertes tendrán riquezas. |
11 | 17 | A su alma hace bien el hombre misericordioso: Mas el cruel atormenta su carne. |
11 | 18 | El impío hace obra falsa: Mas el que sembrare justicia, tendrá galardón firme. |
11 | 19 | Como la justicia es para vida, Así el que sigue el mal es para su muerte. |
11 | 20 | Abominación son á Jehová los perversos de corazón: Mas los perfectos de camino le son agradables. |
11 | 21 | Aunque llegue la mano á la mano, el malo no quedará sin castigo: Mas la simiente de los justos escapará. |
11 | 22 | Zarcillo de oro en la nariz del puerco, Es la mujer hermosa y apartada de razón. |
11 | 23 | El deseo de los justos es solamente bien: Mas la esperanza de los impíos es enojo. |
11 | 24 | Hay quienes reparten, y les es añadido más: Y hay quienes son escasos más de lo que es justo, mas vienen á pobreza. |
11 | 25 | El alma liberal será engordada: Y el que saciare, él también será saciado. |
11 | 26 | Al que retiene el grano, el pueblo lo maldecirá: Mas bendición será sobre la cabeza del que vende. |
11 | 27 | El que madruga al bien, buscará favor: Mas el que busca el mal, vendrále. |
11 | 28 | El que confía en sus riquezas, caerá: Mas los justos reverdecerán como ramos. |
11 | 29 | El que turba su casa heredará viento; Y el necio será siervo del sabio de corazón. |
11 | 30 | El fruto del justo es árbol de vida: Y el que prende almas, es sabio. |
11 | 31 | Ciertamente el justo será pagado en la tierra: ¡Cuánto más el impío y el pecador! |
12 | 1 | EL que ama la corrección ama la sabiduría: Mas el que aborrece la reprensión, es ignorante. |
12 | 2 | El bueno alcanzará favor de Jehová: Mas él condenará al hombre de malos pensamientos. |
12 | 3 | El hombre no se afirmará por medio de la impiedad: Mas la raíz de los justos no será movida. |
12 | 4 | La mujer virtuosa corona es de su marido: Mas la mala, como carcoma en sus huesos. |
12 | 5 | Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño. |
12 | 6 | Las palabras de los impíos son para acechar la sangre: Mas la boca de los rectos los librará. |
12 | 7 | Dios trastornará á los impíos, y no serán más: Mas la casa de los justos permanecerá. |
12 | 8 | Según su sabiduría es alabado el hombre: Mas el perverso de corazón será en menosprecio. |
12 | 9 | Mejor es el que es menospreciado y tiene servidores, Que el que se precia, y carece de pan. |
12 | 10 | El justo atiende á la vida de su bestia: Mas las entrañas de los impíos son crueles. |
12 | 11 | El que labra su tierra, se hartará de pan: Mas el que sigue los vagabundos es falto de entendimiento. |
12 | 12 | Desea el impío la red de los malos: Mas la raíz de los justos dará fruto. |
12 | 13 | El impío es enredado en la prevaricación de sus labios: Mas el justo saldrá de la tribulación. |
12 | 14 | El hombre será harto de bien del fruto de su boca: Y la paga de las manos del hombre le será dada. |
12 | 15 | El camino del necio es derecho en su opinión: Mas el que obedece al consejo es sabio. |
12 | 16 | El necio luego al punto da á conocer su ira: Mas el que disimula la injuria es cuerdo. |
12 | 17 | El que habla verdad, declara justicia; Mas el testigo mentiroso, engaño. |
12 | 18 | Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina. |
12 | 19 | El labio de verdad permanecerá para siempre: Mas la lengua de mentira por un momento. |
12 | 20 | Engaño hay en el corazón de los que piensan mal: Mas alegría en el de los que piensan bien. |
12 | 21 | Ninguna adversidad acontecerá al justo: Mas los impíos serán llenos de mal. |
12 | 22 | Los labios mentirosos son abominación á Jehová: Mas los obradores de verdad su contentamiento. |
12 | 23 | El hombre cuerdo encubre la ciencia: Mas el corazón de los necios publica la necedad. |
12 | 24 | La mano de los diligentes se enseñoreará: Mas la negligencia será tributaria. |
12 | 25 | El cuidado congojoso en el corazón del hombre, lo abate; Mas la buena palabra lo alegra. |
12 | 26 | El justo hace ventaja á su prójimo: Mas el camino de los impíos les hace errar. |
12 | 27 | El indolente no chamuscará su caza: Mas el haber precioso del hombre es la diligencia. |
12 | 28 | En el camino de la justicia está la vida; Y la senda de su vereda no es muerte. |
13 | 1 | EL hijo sabio toma el consejo del padre: Mas el burlador no escucha las reprensiones. |
13 | 2 | Del fruto de su boca el hombre comerá bien: Mas el alma de los prevaricadores hallará mal. |
13 | 3 | El que guarda su boca guarda su alma: Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. |
13 | 4 | Desea, y nada alcanza el alma del perezoso: Mas el alma de los diligentes será engordada. |
13 | 5 | El justo aborrece la palabra de mentira: Mas el impío se hace odioso é infame. |
13 | 6 | La justicia guarda al de perfecto camino: Mas la impiedad trastornará al pecador. |
13 | 7 | Hay quienes se hacen ricos, y no tienen nada: Y hay quienes se hacen pobres, y tienen muchas riquezas. |
13 | 8 | La redención de la vida del hombre son sus riquezas: Pero el pobre no oye censuras. |
13 | 9 | La luz de los justos se alegrará: Mas apagaráse la lámpara de los impíos. |
13 | 10 | Ciertamente la soberbia parirá contienda: Mas con los avisados es la sabiduría. |
13 | 11 | Disminuiránse las riquezas de vanidad: Empero multiplicará el que allega con su mano. |
13 | 12 | La esperanza que se prolonga, es tormento del corazón: Mas árbol de vida es el deseo cumplido. |
13 | 13 | El que menosprecia la palabra, perecerá por ello: Mas el que teme el mandamiento, será recompensado. |
13 | 14 | la ley del sabio es manantial de vida, Para apartarse de los lazos de la muerte. |
13 | 15 | El buen entendimiento conciliará gracia: Mas el camino de los prevaricadores es duro. |
13 | 16 | Todo hombre cuerdo obra con sabiduría: Mas el necio manifestará necedad. |
13 | 17 | El mal mensajero caerá en mal: Mas el mensajero fiel es medicina. |
13 | 18 | Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo: Mas el que guarda la corrección, será honrado. |
13 | 19 | El deseo cumplido deleita el alma: Pero apartarse del mal es abominación á los necios. |
13 | 20 | El que anda con los sabios, sabio será; Mas el que se allega á los necios, será quebrantado. |
13 | 21 | Mal perseguirá á los pecadores: Mas á los justos les será bien retribuído. |
13 | 22 | El bueno dejará herederos á los hijos de los hijos; Y el haber del pecador, para el justo está guardado. |
13 | 23 | En el barbecho de los pobres hay mucho pan: Mas piérdese por falta de juicio. |
13 | 24 | El que detiene el castigo, á su hijo aborrece: Mas el que lo ama, madruga á castigarlo. |
13 | 25 | El justo come hasta saciar su alma: Mas el vientre de los impíos tendrá necesidad. |
14 | 1 | LA mujer sabia edifica su casa: Mas la necia con sus manos la derriba. |
14 | 2 | El que camina en su rectitud teme á Jehová: Mas el pervertido en sus caminos lo menosprecia. |
14 | 3 | En la boca del necio está la vara de la soberbia: Mas los labios de los sabios los guardarán. |
14 | 4 | Sin bueyes el granero está limpio: Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan. |
14 | 5 | El testigo verdadero no mentirá: Mas el testigo falso hablará mentiras. |
14 | 6 | Busca el escarnecedor la sabiduría, y no la halla: Mas la sabiduría al hombre entendido es fácil. |
14 | 7 | Vete de delante del hombre necio, Porque en él no advertirás labios de ciencia. |
14 | 8 | La ciencia del cuerdo es entender su camino: Mas la indiscreción de los necios es engaño. |
14 | 9 | Los necios se mofan del pecado: Mas entre los rectos hay favor. |
14 | 10 | El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entrometerá en su alegría. |
14 | 11 | La casa de los impíos será asolada: Mas florecerá la tienda de los rectos. |
14 | 12 | Hay camino que al hombre parece derecho; Empero su fin son caminos de muerte. |
14 | 13 | Aun en la risa tendrá dolor el corazón; Y el término de la alegría es congoja. |
14 | 14 | De sus caminos será harto el apartado de razón: Y el hombre de bien estará contento del suyo. |
14 | 15 | El simple cree á toda palabra: Mas el avisado entiende sus pasos. |
14 | 16 | El sabio teme, y se aparta del mal: Mas el necio se arrebata, y confía. |
14 | 17 | El que presto se enoja, hará locura: Y el hombre malicioso será aborrecido. |
14 | 18 | Los simples heredarán necedad: Mas los cuerdos se coronarán de sabiduría. |
14 | 19 | Los malos se inclinarán delante de los buenos, Y los impíos á las puertas del justo. |
14 | 20 | El pobre es odioso aun á su amigo: Pero muchos son los que aman al rico. |
14 | 21 | Peca el que menosprecia á su prójimo: Mas el que tiene misericordia de los pobres, es bienaventurado. |
14 | 22 | ¿No yerran los que piensan mal? Misericordia empero y verdad alcanzarán los que piensan bien. |
14 | 23 | En toda labor hay fruto: Mas la palabra de los labios solamente empobrece. |
14 | 24 | Las riquezas de los sabios son su corona: Mas es infatuación la insensatez de los necios. |
14 | 25 | El testigo verdadero libra las almas: Mas el engañoso hablará mentiras. |
14 | 26 | En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos. |
14 | 27 | El temor de Jehová es manantial de vida, Para apartarse de los lazos de la muerte. |
14 | 28 | En la multitud de pueblo está la gloria del rey: Y en la falta de pueblo la flaqueza del príncipe. |
14 | 29 | El que tarde se aira, es grande de entendimiento: Mas el corto de espíritu engrandece el desatino. |
14 | 30 | El corazón apacible es vida de las carnes: Mas la envidia, pudrimiento de huesos. |
14 | 31 | El que oprime al pobre, afrenta á su Hacedor: Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra. |
14 | 32 | Por su maldad será lanzado el impío: Mas el justo en su muerte tiene esperanza. |
14 | 33 | En el corazón del cuerdo reposa la sabiduría; Y es conocida en medio de los necios. |
14 | 34 | La justicia engrandece la nación: Mas el pecado es afrenta de las naciones. |
14 | 35 | La benevolencia del rey es para con el ministro entendido: Mas su enojo contra el que lo avergüenza. |
15 | 1 | LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor. |
15 | 2 | La lengua de los sabios adornará la sabiduría: Mas la boca de los necios hablará sandeces. |
15 | 3 | Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando á los malos y á los buenos. |
15 | 4 | La sana lengua es árbol de vida: Mas la perversidad en ella es quebrantamiento de espíritu. |
15 | 5 | El necio menosprecia el consejo de su padre: Mas el que guarda la corrección, vendrá á ser cuerdo. |
15 | 6 | En la casa del justo hay gran provisión; Empero turbación en las ganancias del impío. |
15 | 7 | Los labios de los sabios esparcen sabiduría: Mas no así el corazón de los necios. |
15 | 8 | El sacrificio de los impíos es abominación á Jehová: Mas la oración de los rectos es su gozo. |
15 | 9 | Abominación es á Jehová el camino del impío: Mas él ama al que sigue justicia. |
15 | 10 | La reconvención es molesta al que deja el camino: Y el que aborreciere la corrección, morirá. |
15 | 11 | El infierno y la perdición están delante de Jehová: ¡Cuánto más los corazones de los hombres! |
15 | 12 | El escarnecedor no ama al que le reprende; Ni se allega á los sabios. |
15 | 13 | El corazón alegre hermosea el rostro: Mas por el dolor de corazón el espíritu se abate. |
15 | 14 | El corazón entendido busca la sabiduría: Mas la boca de los necios pace necedad. |
15 | 15 | Todos los días del afligido son trabajosos: Mas el de corazón contento tiene un convite continuo. |
15 | 16 | Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación. |
15 | 17 | Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay odio. |
15 | 18 | El hombre iracundo mueve contiendas: Mas el que tarde se enoja, apaciguará la rencilla. |
15 | 19 | El camino del perezoso es como seto de espinos: Mas la vereda de los rectos como una calzada. |
15 | 20 | El hijo sabio alegra al padre: Mas el hombre necio menosprecia á su madre. |
15 | 21 | La necedad es alegría al falto de entendimiento: Mas el hombre entendido enderezará su proceder. |
15 | 22 | Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman. |
15 | 23 | Alégrase el hombre con la respuesta de su boca: Y la palabra á su tiempo, ¡cuán buena es! |
15 | 24 | El camino de la vida es hacia arriba al entendido, Para apartarse del infierno abajo. |
15 | 25 | Jehová asolará la casa de los soberbios: Mas él afirmará el término de la viuda. |
15 | 26 | Abominación son á Jehová los pensamientos del malo: Mas las expresiones de los limpios son limpias. |
15 | 27 | Alborota su casa el codicioso: Mas el que aborrece las dádivas vivirá. |
15 | 28 | El corazón del justo piensa para responder: Mas la boca de los impíos derrama malas cosas. |
15 | 29 | Lejos está Jehová de los impíos: Mas él oye la oración de los justos. |
15 | 30 | La luz de los ojos alegra el corazón; Y la buena fama engorda los huesos. |
15 | 31 | La oreja que escucha la corrección de vida, Entre los sabios morará. |
15 | 32 | El que tiene en poco la disciplina, menosprecia su alma: Mas el que escucha la corrección, tiene entendimiento. |
15 | 33 | El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría: Y delante de la honra está la humildad. |
16 | 1 | DEL hombre son las disposiciones del corazón: Mas de Jehová la respuesta de la lengua. |
16 | 2 | Todos los caminos del hombre son limpios en su opinión: Mas Jehová pesa los espíritus. |
16 | 3 | Encomienda á Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados. |
16 | 4 | Todas las cosas ha hecho Jehová por sí mismo, Y aun al impío para el día malo. |
16 | 5 | Abominación es á Jehová todo altivo de corazón: Aunque esté mano sobre mano, no será reputado inocente. |
16 | 6 | Con misericordia y verdad se corrige el pecado: Y con el temor de Jehová se apartan del mal los hombres. |
16 | 7 | Cuando los caminos del hombre son agradables á Jehová, Aun á sus enemigos pacificará con él. |
16 | 8 | Mejor es lo poco con justicia, Que la muchedumbre de frutos sin derecho. |
16 | 9 | El corazón del hombre piensa su camino: Mas Jehová endereza sus pasos. |
16 | 10 | Adivinación está en los labios del rey: En juicio no prevaricará su boca. |
16 | 11 | Peso y balanzas justas son de Jehová: Obra suya son todas las pesas de la bolsa. |
16 | 12 | Abominación es á los reyes hacer impiedad: Porque con justicia será afirmado el trono. |
16 | 13 | Los labios justos son el contentamiento de los reyes; Y aman al que habla lo recto. |
16 | 14 | La ira del rey es mensajero de muerte: Mas el hombre sabio la evitará. |
16 | 15 | En la alegría del rostro del rey está la vida; Y su benevolencia es como nube de lluvia tardía. |
16 | 16 | Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale más que la plata. |
16 | 17 | El camino de los rectos es apartarse del mal: Su alma guarda el que guarda su camino. |
16 | 18 | Antes del quebrantamiento es la soberbia; Y antes de la caída la altivez de espíritu. |
16 | 19 | Mejor es humillar el espíritu con los humildes, Que partir despojos con los soberbios. |
16 | 20 | El entendido en la palabra, hallará el bien: Y el que confía en Jehová, él es bienaventurado. |
16 | 21 | El sabio de corazón es llamado entendido: Y la dulzura de labios aumentará la doctrina. |
16 | 22 | Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee: Mas la erudición de los necios es necedad. |
16 | 23 | El corazón del sabio hace prudente su boca; Y con sus labios aumenta la doctrina. |
16 | 24 | Panal de miel son los dichos suaves. Suavidad al alma y medicina á los huesos. |
16 | 25 | Hay camino que parece derecho al hombre, Mas su salida son caminos de muerte. |
16 | 26 | El alma del que trabaja, trabaja para sí; Porque su boca le constriñe. |
16 | 27 | El hombre perverso cava el mal; Y en sus labios hay como llama de fuego. |
16 | 28 | El hombre perverso levanta contienda; Y el chismoso aparta los mejores amigos. |
16 | 29 | El hombre malo lisonjea á su prójimo, Y le hace andar por el camino no bueno: |
16 | 30 | Cierra sus ojos para pensar perversidades; Mueve sus labios, efectúa el mal. |
16 | 31 | Corona de honra es la vejez, Que se hallará en el camino de justicia. |
16 | 32 | Mejor es el que tarde se aira que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad. |
16 | 33 | La suerte se echa en el seno: Mas de Jehová es el juicio de ella. |
17 | 1 | MEJOR es un bocado seco, y en paz, Que la casa de contienda llena de víctimas. |
17 | 2 | El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y entre los hermanos partirá la herencia. |
17 | 3 | El crisol para la plata, y la hornaza para el oro: Mas Jehová prueba los corazones. |
17 | 4 | El malo está atento al labio inicuo; Y el mentiroso escucha á la lengua detractora. |
17 | 5 | El que escarnece al pobre, afrenta á su Hacedor: Y el que se alegra en la calamidad, no quedará sin castigo. |
17 | 6 | Corona de los viejos son los hijos de los hijos; Y la honra de los hijos, sus padres. |
17 | 7 | No conviene al necio la altilocuencia: ¡Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso! |
17 | 8 | Piedra preciosa es el cohecho en ojos de sus dueños: A donde quiera que se vuelve, da prosperidad. |
17 | 9 | El que cubre la prevaricación, busca amistad: Mas el que reitera la palabra, aparta al amigo. |
17 | 10 | Aprovecha la reprensión en el entendido, Más que si cien veces hiriese en el necio. |
17 | 11 | El rebelde no busca sino mal; Y mensajero cruel será contra él enviado. |
17 | 12 | Mejor es se encuentre un hombre con una osa á la cual han robado sus cachorros, Que con un fatuo en su necedad. |
17 | 13 | El que da mal por bien, No se apartará el mal de su casa. |
17 | 14 | El que comienza la pendencia es como quien suelta las aguas: Deja pues la porfía, antes que se enmarañe. |
17 | 15 | El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos á dos son abominación á Jehová. |
17 | 16 | ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría, No teniendo entendimiento? |
17 | 17 | En todo tiempo ama el amigo; Y el hermano para la angustia es nacido. |
17 | 18 | El hombre falto de entendimiento toca la mano, Fiando á otro delante de su amigo. |
17 | 19 | La prevaricación ama el que ama pleito; Y el que alza su portada, quebrantamiento busca. |
17 | 20 | El perverso de corazón nunca hallará bien: Y el que revuelve con su lengua, caerá en mal. |
17 | 21 | El que engendra al necio, para su tristeza lo engendra: Y el padre del fatuo no se alegrará. |
17 | 22 | El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos. |
17 | 23 | El impío toma dádiva del seno Para pervertir las sendas del derecho. |
17 | 24 | En el rostro del entendido aparece la sabiduría: Mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra. |
17 | 25 | El hijo necio es enojo á su padre, Y amargura á la que lo engendró. |
17 | 26 | Ciertamente no es bueno condenar al justo, Ni herir á los príncipes que hacen lo recto. |
17 | 27 | Detiene sus dichos el que tiene sabiduría: De prudente espíritu es el hombre entendido. |
17 | 28 | Aun el necio cuando calla, es contado por sabio: El que cierra sus labios es entendido. |
18 | 1 | SEGUN su antojo busca el que se desvía, Y se entremete en todo negocio. |
18 | 2 | No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en lo que su corazón se descubre. |
18 | 3 | Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, Y con el deshonrador la afrenta. |
18 | 4 | Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo revertiente, la fuente de la sabiduría. |
18 | 5 | Tener respeto á la persona del impío, Para hacer caer al justo de su derecho, no es bueno. |
18 | 6 | Los labios del necio vienen con pleito; Y su boca á cuestiones llama. |
18 | 7 | La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma. |
18 | 8 | Las palabras del chismoso parecen blandas, Y descienden hasta lo íntimo del vientre. |
18 | 9 | También el que es negligente en su obra Es hermano del hombre disipador. |
18 | 10 | Torre fuerte es el nombre de Jehová: A él correrá el justo, y será levantado. |
18 | 11 | Las riquezas del rico son la ciudad de su fortaleza, Y como un muro alto en su imaginación. |
18 | 12 | Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento. |
18 | 13 | El que responde palabra antes de oir, Le es fatuidad y oprobio. |
18 | 14 | El ánimo del hombre soportará su enfermedad: Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado? |
18 | 15 | El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la ciencia. |
18 | 16 | El presente del hombre le ensancha el camino, Y le lleva delante de los grandes. |
18 | 17 | El primero en su propia causa parece justo; Y su adversario viene, y le sondea. |
18 | 18 | La suerte pone fin á los pleitos, Y desparte los fuertes. |
18 | 19 | El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte: Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar. |
18 | 20 | Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre; Hartaráse del producto de sus labios. |
18 | 21 | La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos. |
18 | 22 | El que halló esposa halló el bien, Y alcanzó la benevolencia de Jehová. |
18 | 23 | El pobre habla con ruegos; Mas el rico responde durezas. |
18 | 24 | El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más conjunto que el hermano. |
19 | 1 | MEJOR es el pobre que camina en su sencillez, Que el de perversos labios y fatuo. |
19 | 2 | El alma sin ciencia no es buena; Y el presuroso de pies peca. |
19 | 3 | La insensatez del hombre tuerce su camino; Y contra Jehová se aira su corazón. |
19 | 4 | Las riquezas allegan muchos amigos: Mas el pobre, de su amigo es apartado. |
19 | 5 | El testigo falso no quedará sin castigo; Y el que habla mentiras no escapará. |
19 | 6 | Muchos rogarán al príncipe: Mas cada uno es amigo del hombre que da. |
19 | 7 | Todos los hermanos del pobre le aborrecen: ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la palabra y no la hallará. |
19 | 8 | El que posee entendimiento, ama su alma: El que guarda la inteligencia, hallará el bien. |
19 | 9 | El testigo falso no quedará sin castigo; Y el que habla mentiras, perecerá. |
19 | 10 | No conviene al necio el deleite: ¡Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes! |
19 | 11 | La cordura del hombre detiene su furor; Y su honra es disimular la ofensa. |
19 | 12 | Como el bramido del cachorro de león es la ira del rey; Y su favor como el rocío sobre la hierba. |
19 | 13 | Dolor es para su padre el hijo necio; Y gotera continua las contiendas de la mujer. |
19 | 14 | La casa y las riquezas herencia son de los padres: Mas de Jehová la mujer prudente. |
19 | 15 | La pereza hace caer en sueño; Y el alma negligente hambreará. |
19 | 16 | El que guarda el mandamiento, guarda su alma: Mas el que menospreciare sus caminos, morirá. |
19 | 17 | A Jehová empresta el que da al pobre, Y él le dará su paga. |
19 | 18 | Castiga á tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se excite tu alma para destruirlo. |
19 | 19 | El de grande ira llevará la pena: Y si usa de violencias, añadirá nuevos males. |
19 | 20 | Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez. |
19 | 21 | Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá. |
19 | 22 | Contentamiento es á los hombres hacer misericordia: Pero mejor es el pobre que el mentiroso. |
19 | 23 | El temor de Jehová es para vida; Y con él vivirá el hombre, lleno de reposo; No será visitado de mal. |
19 | 24 | El perezoso esconde su mano en el seno: Aun á su boca no la llevará. |
19 | 25 | Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado; Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia. |
19 | 26 | El que roba á su padre y ahuyenta á su madre, Hijo es avergonzador y deshonrador. |
19 | 27 | Cesa, hijo mío, de oir la enseñanza Que induce á divagar de las razones de sabiduría. |
19 | 28 | El testigo perverso se burlará del juicio; Y la boca de los impíos encubrirá la iniquidad. |
19 | 29 | Aparejados están juicios para los escarnecedores, Y azotes para los cuerpos de los insensatos. |
20 | 1 | EL vino es escarnecedor, la cerveza alborotadora; Y cualquiera que por ello errare, no será sabio. |
20 | 2 | Como bramido de cachorro de león es el terror del rey: El que lo hace enfurecerse, peca contra su alma. |
20 | 3 | Honra es del hombre dejarse de contienda: Mas todo insensato se envolverá en ella. |
20 | 4 | El perezoso no ara á causa del invierno; Pedirá pues en la siega, y no hallará. |
20 | 5 | Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre: Mas el hombre entendido lo alcanzará. |
20 | 6 | Muchos hombres publican cada uno su liberalidad: Mas hombre de verdad, ¿quién lo hallará? |
20 | 7 | El justo que camina en su integridad, Bienaventurados serán sus hijos después de él. |
20 | 8 | El rey que se sienta en el trono de juicio, Con su mirar disipa todo mal. |
20 | 9 | ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado? |
20 | 10 | Doble pesa y doble medida, Abominación son á Jehová ambas cosas. |
20 | 11 | Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su obra fuere limpia y recta. |
20 | 12 | El oído que oye, y el ojo que ve, Ambas cosas ha igualmente hecho Jehová. |
20 | 13 | No ames el sueño, porque no te empobrezcas; Abre tus ojos, y te hartarás de pan. |
20 | 14 | El que compra dice: Malo es, malo es: Mas en apartándose, se alaba. |
20 | 15 | Hay oro y multitud de piedras preciosas: Mas los labios sabios son vaso precioso. |
20 | 16 | Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño; Y tómale prenda al que fía la extraña. |
20 | 17 | Sabroso es al hombre el pan de mentira; Mas después su boca será llena de cascajo. |
20 | 18 | Los pensamientos con el consejo se ordenan: Y con industria se hace la guerra. |
20 | 19 | El que descubre el secreto, en chismes anda: No te entrometas, pues, con el que lisonjea con sus labios. |
20 | 20 | El que maldice á su padre ó á su madre, Su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa. |
20 | 21 | La herencia adquirida de priesa al principio, Aun su postrimería no será bendita. |
20 | 22 | No digas, yo me vengaré; Espera á Jehová, y él te salvará. |
20 | 23 | Abominación son á Jehová las pesas dobles; Y el peso falso no es bueno. |
20 | 24 | De Jehová son los pasos del hombre: ¿Cómo pues entenderá el hombre su camino? |
20 | 25 | Lazo es al hombre el devorar lo santo, Y andar pesquisando después de los votos. |
20 | 26 | El rey sabio esparce los impíos. Y sobre ellos hace tornar la rueda. |
20 | 27 | Candela de Jehová es el alma del hombre, Que escudriña lo secreto del vientre. |
20 | 28 | Misericordia y verdad guardan al rey; Y con clemencia sustenta su trono. |
20 | 29 | La gloria de los jóvenes es su fortaleza, Y la hermosura de los viejos la vejez. |
20 | 30 | Las señales de las heridas son medicina para lo malo: Y las llagas llegan á lo más secreto del vientre. |
21 | 1 | COMO los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová: A todo lo que quiere lo inclina. |
21 | 2 | Todo camino del hombre es recto en su opinión: Mas Jehová pesa los corazones. |
21 | 3 | Hacer justicia y juicio es á Jehová Más agradable que sacrificio. |
21 | 4 | Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y el brillo de los impíos, son pecado. |
21 | 5 | Los pensamientos del solícito ciertamente van á abundancia; Mas todo presuroso, indefectiblemente á pobreza. |
21 | 6 | Allegar tesoros con lengua de mentira, Es vanidad desatentada de aquellos que buscan la muerte. |
21 | 7 | La rapiña de los impíos los destruirá; Por cuanto no quisieron hacer juicio. |
21 | 8 | El camino del hombre perverso es torcido y extraño: Mas la obra del limpio es recta. |
21 | 9 | Mejor es vivir en un rincón de zaquizamí. Que con la mujer rencillosa en espaciosa casa. |
21 | 10 | El alma del impío desea mal: Su prójimo no le parece bien. |
21 | 11 | Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio; Y cuando se amonestare al sabio, aprenderá ciencia. |
21 | 12 | Considera el justo la casa del impío: Cómo los impíos son trastornados por el mal. |
21 | 13 | El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído. |
21 | 14 | El presente en secreto amansa el furor, Y el don en el seno, la fuerte ira. |
21 | 15 | Alegría es al justo hacer juicio; Mas quebrantamiento á los que hacen iniquidad. |
21 | 16 | El hombre que se extravía del camino de la sabiduría, Vendrá á parar en la compañía de los muertos. |
21 | 17 | Hombre necesitado será el que ama el deleite: Y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá. |
21 | 18 | El rescate del justo es el impío, Y por los rectos el prevaricador. |
21 | 19 | Mejor es morar en tierra del desierto, Que con la mujer rencillosa é iracunda. |
21 | 20 | Tesoro codiciable y pingüe hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato lo disipará. |
21 | 21 | El que sigue la justicia y la misericordia, Hallará la vida, la justicia, y la honra. |
21 | 22 | La ciudad de los fuertes tomó el sabio, Y derribó la fuerza en que ella confiaba. |
21 | 23 | El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias. |
21 | 24 | Soberbio y presuntuoso escarnecedor es el nombre Del que obra con orgullosa saña. |
21 | 25 | El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no quieren trabajar. |
21 | 26 | Hay quien todo el día codicia: Mas el justo da, y no desperdicia. |
21 | 27 | El sacrificio de los impíos es abominación: ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad! |
21 | 28 | El testigo mentiroso perecerá: Mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho. |
21 | 29 | El hombre impío afirma rostro: Mas el recto ordena sus caminos. |
21 | 30 | No hay sabiduría, ni inteligencia, Ni consejo, contra Jehová. |
21 | 31 | El caballo se apareja para el día de la batalla: Mas de Jehová es el salvar. |
22 | 1 | DE más estima es la buena fama que las muchas riquezas; Y la buena gracia más que la plata y el oro. |
22 | 2 | El rico y el pobre se encontraron: A todos ellos hizo Jehová. |
22 | 3 | El avisado ve el mal, y escóndese: Mas los simples pasan, y reciben el daño. |
22 | 4 | Riquezas, y honra, y vida, Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová. |
22 | 5 | Espinas y lazos hay en el camino del perverso: El que guarda su alma se alejará de ellos. |
22 | 6 | Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella. |
22 | 7 | El rico se enseñoreará de los pobres; Y el que toma prestado, siervo es del que empresta. |
22 | 8 | El que sembrare iniquidad, iniquidad segará: Y consumiráse la vara de su ira. |
22 | 9 | El ojo misericordioso será bendito, Porque dió de su pan al indigente. |
22 | 10 | Echa fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda, Y cesará el pleito y la afrenta. |
22 | 11 | El que ama la limpieza de corazón, Por la gracia de sus labios su amigo será el rey. |
22 | 12 | Los ojos de Jehová miran por la ciencia; Mas él trastorna las cosas de los prevaricadores. |
22 | 13 | Dice el perezoso: El león está fuera; En mitad de las calles seré muerto. |
22 | 14 | Sima profunda es la boca de las extrañas: Aquel contra el cual estuviere Jehová airado, caerá en ella. |
22 | 15 | La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la hará alejar de él. |
22 | 16 | El que oprime al pobre para aumentarse él, Y que da al rico, ciertamente será pobre. |
22 | 17 | Inclina tu oído, y oye las palabras de los sabios, Y pon tu corazón á mi sabiduría: |
22 | 18 | Porque es cosa deleitable, si las guardares en tus entrañas; Y que juntamente sean ordenadas en tus labios. |
22 | 19 | Para que tu confianza sea en Jehová, Te las he hecho saber hoy á ti también. |
22 | 20 | ¿No te he escrito tres veces En consejos y ciencia, |
22 | 21 | Para hacerte saber la certidumbre de las razones verdaderas, Para que puedas responder razones de verdad á los que á ti enviaren? |
22 | 22 | No robes al pobre, porque es pobre, Ni quebrantes en la puerta al afligido: |
22 | 23 | Porque Jehová juzgará la causa de ellos, Y despojará el alma de aquellos que los despojaren. |
22 | 24 | No te entrometas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos; |
22 | 25 | Porque no aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma. |
22 | 26 | No estés entre los que tocan la mano, Entre los que fían por deudas. |
22 | 27 | Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti? |
22 | 28 | No traspases el término antiguo Que pusieron tus padres. |
22 | 29 | ¿Has visto hombre solícito en su obra? delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja suerte. |
23 | 1 | CUANDO te sentares á comer con algún señor, Considera bien lo que estuviere delante de ti; |
23 | 2 | Y pon cuchillo á tu garganta, Si tienes gran apetito. |
23 | 3 | No codicies sus manjares delicados, Porque es pan engañoso |
23 | 4 | No trabajes por ser rico; Pon coto á tu prudencia. |
23 | 5 | ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque hacerse han alas, Como alas de águila, y volarán al cielo. |
23 | 6 | No comas pan de hombre de mal ojo, Ni codicies sus manjares: |
23 | 7 | Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo. |
23 | 8 | Vomitarás la parte que tú comiste, Y perderás tus suaves palabras. |
23 | 9 | No hables á oídos del necio; Porque menospreciará la prudencia de tus razones. |
23 | 10 | No traspases el término antiguo, Ni entres en la heredad de los huérfanos: |
23 | 11 | Porque el defensor de ellos es el Fuerte, El cual juzgará la causa de ellos contra ti. |
23 | 12 | Aplica tu corazón á la enseñanza, Y tus oídos á las palabras de sabiduría. |
23 | 13 | No rehuses la corrección del muchacho: Porque si lo hirieres con vara, no morirá. |
23 | 14 | Tú lo herirás con vara, Y librarás su alma del infierno. |
23 | 15 | Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También á mí se me alegrará el corazón; |
23 | 16 | Mis entrañas también se alegrarán, Cuando tus labios hablaren cosas rectas. |
23 | 17 | No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo tiempo: |
23 | 18 | Porque ciertamente hay fin, Y tu esperanza no será cortada. |
23 | 19 | Oye tú, hijo mío, y sé sabio, Y endereza tu corazón al camino. |
23 | 20 | No estés con los bebedores de vino, Ni con los comedores de carne: |
23 | 21 | Porque el bebedor y el comilón empobrecerán: Y el sueño hará vestir vestidos rotos. |
23 | 22 | Oye á tu padre, á aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. |
23 | 23 | Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza, y la inteligencia. |
23 | 24 | Mucho se alegrará el padre del justo: Y el que engendró sabio se gozará con él. |
23 | 25 | Alégrense tu padre y tu madre, Y gócese la que te engendró. |
23 | 26 | Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos. |
23 | 27 | Porque sima profunda es la ramera, Y pozo angosto la extraña. |
23 | 28 | También ella, como robador, acecha, Y multiplica entre los hombres los prevaricadores. |
23 | 29 | ¿Para quién será el ay? ¿para quién el ay? ¿para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? |
23 | 30 | Fkpara los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mistura. |
23 | 31 | No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en el vaso: Entrase suavemente; |
23 | 32 | Mas al fin como serpiente morderá, Y como basilisco dará dolor: |
23 | 33 | Tus ojos mirarán las extrañas, Y tu corazón hablará perversidades. |
23 | 34 | Y serás como el que yace en medio de la mar, O como el que está en la punta de un mastelero. |
23 | 35 | Y dirás: Hiriéronme, mas no me dolió; Azotáronme, mas no lo sentí; Cuando despertare, aun lo tornaré á buscar. |
24 | 1 | NO tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos: |
24 | 2 | Porque su corazón piensa en robar, E iniquidad hablan sus labios. |
24 | 3 | Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará; |
24 | 4 | Y con ciencia se henchirán las cámaras De todo bien preciado y agradable. |
24 | 5 | El hombre sabio es fuerte; Y de pujante vigor el hombre docto. |
24 | 6 | Porque con ingenio harás la guerra: Y la salud está en la multitud de consejeros. |
24 | 7 | Alta está para el insensato la sabiduría: En la puerta no abrirá él su boca. |
24 | 8 | Al que piensa mal hacer Le llamarán hombre de malos pensamientos. |
24 | 9 | El pensamiento del necio es pecado: Y abominación á los hombres el escarnecedor. |
24 | 10 | Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida. |
24 | 11 | Si dejares de librar los que son tomados para la muerte, Y los que son llevados al degolladero; |
24 | 12 | Si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿No lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras. |
24 | 13 | Come, hijo mío, de la miel, porque es buena, Y del panal dulce á tu paladar: |
24 | 14 | Tal será el conocimiento de la sabiduría á tu alma: Si la hallares tendrá recompensa, Y al fin tu esperanza no será cortada. |
24 | 15 | Oh impío, no aceches la tienda del justo, No saquees su cámara; |
24 | 16 | Porque siete veces cae el justo, y se torna á levantar; Mas los impíos caerán en el mal. |
24 | 17 | Cuando cayere tu enemigo, no te huelgues; Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón: |
24 | 18 | Porque Jehová no lo mire, y le desagrade, Y aparte de sobre él su enojo. |
24 | 19 | No te entrometas con los malignos, Ni tengas envidia de los impíos; |
24 | 20 | Porque para el malo no habrá buen fin, Y la candela de los impíos será apagada. |
24 | 21 | Teme á Jehová, hijo mío, y al rey; No te entrometas con los veleidosos: |
24 | 22 | Porque su quebrantamiento se levantará de repente; Y el quebrantamiento de ambos, ¿quién lo comprende? |
24 | 23 | También estas cosas pertenecen á los sabios. Tener respeto á personas en el juicio no es bueno. |
24 | 24 | El que dijere al malo, Justo eres, Los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones: |
24 | 25 | Mas los que lo reprenden, serán agradables, Y sobre ellos vendrá bendición de bien. |
24 | 26 | Besados serán los labios Del que responde palabras rectas. |
24 | 27 | Apresta tu obra de afuera, Y disponla en tu heredad; Y después edificarás tu casa. |
24 | 28 | No seas sin causa testigo contra tu prójimo; Y no lisonjees con tus labios. |
24 | 29 | No digas: Como me hizo, así le haré; Daré el pago al hombre según su obra. |
24 | 30 | Pasé junto á la heredad del hombre perezoso, Y junto á la viña del hombre falto de entendimiento; |
24 | 31 | Y he aquí que por toda ella habían ya crecido espinas, Ortigas habían ya cubierto su haz, Y su cerca de piedra estaba ya destruída. |
24 | 32 | Y yo miré, y púse lo en mi corazón: Vi lo, y tomé consejo. |
24 | 33 | Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; |
24 | 34 | Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu pobreza como hombre de escudo. |
25 | 1 | TAMBIÉN estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezechîas, rey de Judá. |
25 | 2 | Gloria de Dios es encubrir la palabra; Mas honra del rey es escudriñar la palabra. |
25 | 3 | Para la altura de los cielos, y para la profundidad de la tierra, Y para el corazón de los reyes, no hay investigación. |
25 | 4 | Quita las escorias de la plata, Y saldrá vaso al fundidor. |
25 | 5 | Aparta al impío de la presencia del rey, Y su trono se afirmará en justicia. |
25 | 6 | No te alabes delante del rey, Ni estés en el lugar de los grandes: |
25 | 7 | Porque mejor es que se te diga, Sube acá, Que no que seas humillado delante del príncipe Que miraron tus ojos. |
25 | 8 | No salgas á pleito presto, No sea que no sepas qué hacer al fin, Después que tu prójimo te haya dejado confuso. |
25 | 9 | Trata tu causa con tu compañero Y no descubras el secreto á otro. |
25 | 10 | No sea que te deshonre el que lo oyere, Y tu infamia no pueda repararse. |
25 | 11 | Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene. |
25 | 12 | Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, Es el que reprende al sabio que tiene oído dócil. |
25 | 13 | Como frío de nieve en tiempo de la siega, Así es el mensajero fiel á los que lo envían: Pues al alma de su señor da refrigerio. |
25 | 14 | Como nubes y vientos sin lluvia, Así es el hombre que se jacta de vana liberalidad. |
25 | 15 | Con larga paciencia se aplaca el príncipe; Y la lengua blanda quebranta los huesos. |
25 | 16 | ¿Hallaste la miel? come lo que te basta; No sea que te hartes de ella, y la vomites. |
25 | 17 | Detén tu pie de la casa de tu vecino, Porque harto de ti no te aborrezca. |
25 | 18 | Martillo y cuchillo y saeta aguda, Es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio. |
25 | 19 | Diente quebrado y pie resbalador, Es la confianza en el prevaricador en tiempo de angustia. |
25 | 20 | El que canta canciones al corazón afligido, Es como el que quita la ropa en tiempo de frío, ó el que sobre el jabón echa vinagre. |
25 | 21 | Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan; Y si tuviere sed, dale de beber agua: |
25 | 22 | Porque ascuas allegas sobre su cabeza, Y Jehová te lo pagará. |
25 | 23 | El viento del norte ahuyenta la lluvia, Y el rostro airado la lengua detractora. |
25 | 24 | Mejor es estar en un rincón de casa, Que con la mujer rencillosa en espaciosa casa. |
25 | 25 | Como el agua fría al alma sedienta, Así son las buenas nuevas de lejanas tierras. |
25 | 26 | Como fuente turbia y manantial corrompido, Es el justo que cae delante del impío. |
25 | 27 | Comer mucha miel no es bueno: Ni el buscar la propia gloria es gloria. |
25 | 28 | Como ciudad derribada y sin muro, Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda. |
26 | 1 | COMO la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, Así conviene al necio la honra. |
26 | 2 | Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición sin causa nunca vendrá. |
26 | 3 | El látigo para el caballo, y el cabestro para el asno, Y la vara para la espalda del necio. |
26 | 4 | Nunca respondas al necio en conformidad á su necedad, Para que no seas tú también como él. |
26 | 5 | Responde al necio según su necedad, Porque no se estime sabio en su opinión. |
26 | 6 | Como el que se corta los pies y bebe su daño, Así es el que envía algo por mano de un necio. |
26 | 7 | Alzar las piernas del cojo. Así es el proverbio en la boca del necio. |
26 | 8 | Como quien liga la piedra en la honda, Así hace el que al necio da honra. |
26 | 9 | Espinas hincadas en mano del embriagado, Tal es el proverbio en la boca de los necios. |
26 | 10 | El grande cría todas las cosas; y da la paga al insensato, Y la da á los transgresores. |
26 | 11 | Como perro que vuelve á su vómito, Así el necio que repite su necedad. |
26 | 12 | ¿Has visto hombre sabio en su opinión? Más esperanza hay del necio que de él. |
26 | 13 | Dice el perezoso: El león está en el camino; El león está en las calles. |
26 | 14 | Las puertas se revuelven en sus quicios: Así el perezoso en su cama. |
26 | 15 | Esconde el perezoso su mano en el seno; Cánsase de tornarla á su boca. |
26 | 16 | A su ver es el perezoso más sabio Que siete que le den consejo. |
26 | 17 | El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno, Es como el que toma al perro por las orejas. |
26 | 18 | Como el que enloquece, y echa llamas Y saetas y muerte, |
26 | 19 | Tal es el hombre que daña á su amigo, Y dice: Ciertamente me chanceaba. |
26 | 20 | Sin leña se apaga el fuego: Y donde no hay chismoso, cesa la contienda. |
26 | 21 | El carbón para brasas, y la leña para el fuego: Y el hombre rencilloso para encender contienda. |
26 | 22 | Las palabras del chismoso parecen blandas; Mas ellas entran hasta lo secreto del vientre. |
26 | 23 | Como escoria de plata echada sobre el tiesto, Son los labios enardecidos y el corazón malo. |
26 | 24 | Otro parece en los labios al que aborrece; Mas en su interior pone engaño. |
26 | 25 | Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón. |
26 | 26 | Encúbrese el odio con disimulo; Mas su malicia será descubierta en la congregación. |
26 | 27 | El que cavare sima, caerá en ella: Y el que revuelva la piedra, á él volverá. |
26 | 28 | La falsa lengua atormenta al que aborrece: Y la boca lisonjera hace resbaladero. |
27 | 1 | NO te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día. |
27 | 2 | Alábete el extraño, y no tu boca; El ajeno, y no tus labios. |
27 | 3 | Pesada es la piedra, y la arena pesa; Mas la ira del necio es más pesada que ambas cosas. |
27 | 4 | Cruel es la ira, é impetuoso el furor; Mas ¿quién parará delante de la envidia? |
27 | 5 | Mejor es reprensión manifiesta Que amor oculto. |
27 | 6 | Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece. |
27 | 7 | El alma harta huella el panal de miel; Mas al alma hambrienta todo lo amargo es dulce. |
27 | 8 | Cual ave que se va de su nido, Tal es el hombre que se va de su lugar. |
27 | 9 | El ungüento y el perfume alegran el corazón: Y el amigo al hombre con el cordial consejo. |
27 | 10 | No dejes á tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejano. |
27 | 11 | Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Y tendré qué responder al que me deshonrare. |
27 | 12 | El avisado ve el mal, y escóndese, Mas los simples pasan, y llevan el daño. |
27 | 13 | Quítale su ropa al que fió al extraño; Y al que fió á la extraña, tómale prenda. |
27 | 14 | El que bendice á su amigo en alta voz, madrugando de mañana, Por maldición se le contará. |
27 | 15 | Gotera continua en tiempo de lluvia, Y la mujer rencillosa, son semejantes: |
27 | 16 | El que pretende contenerla, arresta el viento: O el aceite en su mano derecha. |
27 | 17 | Hierro con hierro se aguza; Y el hombre aguza el rostro de su amigo. |
27 | 18 | El que guarda la higuera, comerá su fruto; Y el que guarda á su señor, será honrado. |
27 | 19 | Como un agua se parece á otra, Así el corazón del hombre al otro. |
27 | 20 | El sepulcro y la perdición nunca se hartan: Así los ojos del hombre nunca están satisfechos. |
27 | 21 | El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro: Y al hombre la boca del que lo alaba. |
27 | 22 | Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo á pisón majados, No se quitará de él su necedad. |
27 | 23 | Considera atentamente el aspecto de tus ovejas; Pon tu corazón á tus rebaños: |
27 | 24 | Porque las riquezas no son para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones? |
27 | 25 | Saldrá la grama, aparecerá la hierba, Y segaránse las hierbas de los montes. |
27 | 26 | Los corderos para tus vestidos, Y los cabritos para el precio del campo: |
27 | 27 | Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, y para mantenimiento de tu casa, Y para sustento de tus criadas. |
28 | 1 | HUYE el impío sin que nadie lo persiga: Mas el justo está confiado como un leoncillo. |
28 | 2 | Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos: Mas por el hombre entendido y sabio permanecerá sin mutación. |
28 | 3 | El hombre pobre y robador de los pobres, Es lluvia de avenida y sin pan. |
28 | 4 | Los que dejan la ley, alaban á los impíos: Mas los que la guardan, contenderán con ellos. |
28 | 5 | Los hombres malos no entienden el juicio: Mas los que buscan á Jehová, entienden todas las cosas. |
28 | 6 | Mejor es el pobre que camina en su integridad, Que el de perversos caminos, y rico. |
28 | 7 | El que guarda la ley es hijo prudente: Mas el que es compañero de glotones, avergüenza á su padre. |
28 | 8 | El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, Para que se dé á los pobres lo allega. |
28 | 9 | El que aparta su oído para no oir la ley, Su oración también es abominable. |
28 | 10 | El que hace errar á los rectos por el mal camino, Él caerá en su misma sima: Mas los perfectos heredarán el bien. |
28 | 11 | El hombre rico es sabio en su opinión: Mas el pobre entendido lo examinará. |
28 | 12 | Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; Mas cuando los impíos son levantados, es buscado el hombre. |
28 | 13 | El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia. |
28 | 14 | Bienaventurado el hombre que siempre está temeroso: Mas el que endurece su corazón, caerá en mal. |
28 | 15 | León rugiente y oso hambriento, Es el príncipe impío sobre el pueblo pobre. |
28 | 16 | El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios: Mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días. |
28 | 17 | El hombre que hace violencia con sangre de persona, Huirá hasta el sepulcro, y nadie le detendrá. |
28 | 18 | El que en integridad camina, será salvo; Mas el de perversos caminos caerá en alguno. |
28 | 19 | El que labra su tierra, se hartará de pan: Mas el que sigue los ociosos, se hartará de pobreza. |
28 | 20 | El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones: Mas el que se apresura á enriquecer, no será sin culpa. |
28 | 21 | Tener acepción de personas, no es bueno: Hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre. |
28 | 22 | Apresúrase á ser rico el hombre de mal ojo; Y no conoce que le ha de venir pobreza. |
28 | 23 | El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia Que el que lisonjea con la lengua. |
28 | 24 | El que roba á su padre ó á su madre, y dice que no es maldad, Compañero es del hombre destruidor. |
28 | 25 | El altivo de ánimo suscita contiendas: Mas el que en Jehová confía, medrará. |
28 | 26 | El que confía en su corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría, será salvo. |
28 | 27 | El que da al pobre, no tendrá pobreza: Mas el que aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones. |
28 | 28 | Cuando los impíos son levantados, esconderáse el hombre: Mas cuando perecen, los justos se multiplican. |
29 | 1 | EL hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado; ni habrá para él medicina. |
29 | 2 | Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra: Mas cuando domina el impío, el pueblo gime. |
29 | 3 | El hombre que ama la sabiduría, alegra á su padre: Mas el que mantiene rameras, perderá la hacienda. |
29 | 4 | El rey con el juicio afirma la tierra: Mas el hombre de presentes la destruirá. |
29 | 5 | El hombre que lisonjea á su prójimo, Red tiende delante de sus pasos. |
29 | 6 | En la prevaricación del hombre malo hay lazo: Mas el justo cantará y se alegrará. |
29 | 7 | Conoce el justo la causa de los pobres: Mas el impío no entiende sabiduría. |
29 | 8 | Los hombres escarnecedores enlazan la ciudad: Mas los sabios apartan la ira. |
29 | 9 | Si el hombre sabio contendiere con el necio, Que se enoje ó que se ría, no tendrá reposo. |
29 | 10 | Los hombres sanguinarios aborrecen al perfecto: Mas los rectos buscan su contentamiento. |
29 | 11 | El necio da suelta á todo su espíritu; Mas el sabio al fin le sosiega. |
29 | 12 | Del señor que escucha la palabra mentirosa, Todos sus ministros son impíos. |
29 | 13 | El pobre y el usurero se encontraron: Jehová alumbra los ojos de ambos. |
29 | 14 | El rey que juzga con verdad á los pobres, Su trono será firme para siempre. |
29 | 15 | La vara y la corrección dan sabiduría: Mas el muchacho consentido avergonzará á su madre. |
29 | 16 | Cuando los impíos son muchos, mucha es la prevaricación; Mas los justos verán la ruina de ellos. |
29 | 17 | Corrige á tu hijo, y te dará descanso, Y dará deleite á tu alma. |
29 | 18 | Sin profecía el pueblo será disipado: Mas el que guarda la ley, bienaventurado él. |
29 | 19 | El siervo no se corregirá con palabras: Porque entiende, mas no corresponde. |
29 | 20 | ¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él. |
29 | 21 | El que regala á su siervo desde su niñez, A la postre será su hijo: |
29 | 22 | El hombre iracundo levanta contiendas; Y el furioso muchas veces peca. |
29 | 23 | La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra. |
29 | 24 | El aparcero del ladrón aborrece su vida; Oirá maldiciones, y no lo denunciará. |
29 | 25 | El temor del hombre pondrá lazo: Mas el que confía en Jehová será levantado. |
29 | 26 | Muchos buscan el favor del príncipe: Mas de Jehová viene el juicio de cada uno. |
29 | 27 | Abominación es á los justos el hombre inicuo; Y abominación es al impío el de rectos caminos. |
30 | 1 | PALABRAS de Agur, hijo de Jachê: La profecía que dijo el varón á Ithiel, á Ithiel y á Ucal. |
30 | 2 | Ciertamente más rudo soy yo que ninguno, Ni tengo entendimiento de hombre. |
30 | 3 | Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo. |
30 | 4 | ¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes? |
30 | 5 | Toda palabra de Dios es limpia: Es escudo á los que en él esperan. |
30 | 6 | No añadas á sus palabras, porque no te reprenda, Y seas hallado mentiroso. |
30 | 7 | Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera. |
30 | 8 | Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí. No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan que he menester; |
30 | 9 | No sea que me harte, y te niegue, y diga, ¿Quién es Jehová? O no sea que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios. |
30 | 10 | No acuses al siervo ante su señor, Porque no te maldiga, y peques. |
30 | 11 | Hay generación que maldice á su padre, Y á su madre no bendice. |
30 | 12 | Hay generación limpia en su opinión, Si bien no se ha limpiado su inmundicia. |
30 | 13 | Hay generación cuyos ojos son altivos, Y cuyos párpados son alzados. |
30 | 14 | Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, Para devorar á los pobres de la tierra, y de entre los hombres á los menesterosos. |
30 | 15 | La sanguijuela tiene dos hijas que se llaman, Trae, trae. Tres cosas hay que nunca se hartan; Aun la cuarta nunca dice, Basta: |
30 | 16 | El sepulcro, y la matriz estéril, La tierra no harta de aguas, Y el fuego que jamás dice, Basta. |
30 | 17 | El ojo que escarnece á su padre, Y menosprecia la enseñanza de la madre, Los cuervos lo saquen de la arroyada, Y tráguenlo los hijos del águila. |
30 | 18 | Tres cosas me son ocultas; Aun tampoco sé la cuarta: |
30 | 19 | El rastro del águila en el aire; El rastro de la culebra sobre la peña; El rastro de la nave en medio de la mar; Y el rastro del hombre en la moza. |
30 | 20 | Tal es el rastro de la mujer adúltera: Come, y limpia su boca, Y dice: No he hecho maldad. |
30 | 21 | Por tres cosas se alborota la tierra, Y la cuarta no puede sufrir: |
30 | 22 | Por el siervo cuando reinare; Y por el necio cuando se hartare de pan; |
30 | 23 | Por la aborrecida cuando se casare; Y por la sierva cuando heredare á su señora. |
30 | 24 | Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, Y las mismas son más sabias que los sabios: |
30 | 25 | Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en el verano preparan su comida; |
30 | 26 | Los conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa en la piedra; |
30 | 27 | Las langostas, no tienen rey, Y salen todas acuadrilladas; |
30 | 28 | La araña, ase con las manos, Y está en palacios de rey. |
30 | 29 | Tres cosas hay de hermoso andar, Y la cuarta pasea muy bien: |
30 | 30 | El león, fuerte entre todos los animales, Que no torna atrás por nadie; |
30 | 31 | El lebrel ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío; Y un rey contra el cual ninguno se levanta. |
30 | 32 | Si caiste, fué porque te enalteciste; Y si mal pensaste, Pon el dedo sobre la boca. |
30 | 33 | Ciertamente el que exprime la leche, sacará manteca; Y el que recio se suena las narices, sacará sangre: Y el que provoca la ira, causará contienda. |
31 | 1 | PALABRAS del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre. |
31 | 2 | ¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis deseos? |
31 | 3 | No des á las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos á lo que es para destruir los reyes. |
31 | 4 | No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la cerveza. |
31 | 5 | No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los hijos afligidos. |
31 | 6 | Dad la cerveza al desfallecido, Y el vino á los de amargo ánimo: |
31 | 7 | Beban, y olvídense de su necesidad, Y de su miseria no más se acuerden. |
31 | 8 | Abre tu boca por el mudo, En el juicio de todos los hijos de muerte. |
31 | 9 | Abre tu boca, juzga justicia, Y el derecho del pobre y del menesteroso. |
31 | 10 | Mujer fuerte, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas. |
31 | 11 | El corazón de su marido está en ella confiado, Y no tendrá necesidad de despojo. |
31 | 12 | Darále ella bien y no mal, Todos los días de su vida. |
31 | 13 | Buscó lana y lino, Y con voluntad labró de sus manos. |
31 | 14 | Fué como navío de mercader: Trae su pan de lejos. |
31 | 15 | Levantóse aun de noche, Y dió comida á su familia, Y ración á sus criadas. |
31 | 16 | Consideró la heredad, y compróla; Y plantó viña del fruto de sus manos. |
31 | 17 | Ciñó sus lomos de fortaleza, Y esforzó sus brazos. |
31 | 18 | Gustó que era buena su granjería: Su candela no se apagó de noche. |
31 | 19 | Aplicó sus manos al huso, Y sus manos tomaron la rueca. |
31 | 20 | Alargó su mano al pobre, Y extendió sus manos al menesteroso. |
31 | 21 | No tendrá temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles. |
31 | 22 | Ella se hizo tapices; De lino fino y púrpura es su vestido. |
31 | 23 | Conocido es su marido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra. |
31 | 24 | Hizo telas, y vendió; Y dió cintas al mercader. |
31 | 25 | Fortaleza y honor son su vestidura; Y en el día postrero reirá. |
31 | 26 | Abrió su boca con sabiduría: Y la ley de clemencia está en su lengua. |
31 | 27 | Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde. |
31 | 28 | Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada; Y su marido también la alabó. |
31 | 29 | Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú las sobrepujaste á todas. |
31 | 30 | Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada. |
31 | 31 | Dadle el fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos. |