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Multilingual Scriptures Home » Spanish RV 1909 Bible » Job

Spanish RV 1909 Bible
Chapter # Verse # Verse Detail
11HUBO un varón en tierra de Hus, llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, y temeroso de Dios, y apartado del mal.
12Y naciéronle siete hijos y tres hijas.
13Y su hacienda era siete mil ovejas, y tres mil camellos, y quinientas yuntas de bueyes, y quinientas asnas, y muchísimos criados: y era aquel varón grande más que todos los Orientales.
14E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban á llamar sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos.
15Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y santificábalos, y levantábase de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado á Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.
16Y un día vinieron los hijos de Dios á presentarse delante de Jehová, entre los cuales vino también Satán.
17Y dijo Jehová á Satán: ¿De dónde vienes? Y respondiendo Satán á Jehová, dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.
18Y Jehová dijo á Satán: ¿No has considerado á mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado de mal?
19Y respondiendo Satán á Jehová, dijo: ¿Teme Job á Dios de balde?
110¿No le has tú cercado á él, y á su casa, y á todo lo que tiene en derredor? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto su hacienda ha crecido sobre la tierra.
111Mas extiende ahora tu mano, y toca á todo lo que tiene, y verás si no te blasfema en tu rostro.
112Y dijo Jehová á Satán: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano: solamente no pongas tu mano sobre él. Y salióse Satán de delante de Jehová.
113Y un día aconteció que sus hijos é hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito,
114Y vino un mensajero á Job, que le dijo: Estando arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,
115Acometieron los Sabeos, y tomáronlos, é hirieron á los mozos á filo de espada: solamente escapé yo para traerte las nuevas.
116Aun estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y los mozos, y los consumió: solamente escapé yo solo para traerte las nuevas.
117Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los Caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y tomáronlos, é hirieron á los mozos á filo de espada; y solamente escapé yo solo para traerte las nuevas.
118Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito;
119Y he aquí un gran viento que vino del lado del desierto, é hirió las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los mozos, y murieron; y solamente escapé yo solo para traerte las nuevas.
120Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y trasquiló su cabeza, y cayendo en tierra adoró;
121Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo tornaré allá. Jehová dió, y Jehová quitó: sea el nombre de Jehová bendito.
122En todo esto no pecó Job, ni atribuyó á Dios despropósito alguno.
21Y OTRO día aconteció que vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satán vino también entre ellos pareciendo delante de Jehová.
22Y dijo Jehová á Satán: ¿De dónde vienes? Respondió Satán á Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.
23Y Jehová dijo á Satán: ¿No has considerado á mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal, y que aun retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que lo arruinara sin causa?
24Y respondiendo Satán dijo á Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
25Mas extiende ahora tu mano, y toca á su hueso y á su carne, y verás si no te blasfema en tu rostro.
26Y Jehová dijo á Satán: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
27Y salió Satán de delante de Jehová, é hirió á Job de una maligna sarna desde la planta de su pie hasta la mollera de su cabeza.
28Y tomaba una teja para rascarse con ella, y estaba sentado en medio de ceniza.
29Díjole entonces su mujer: ¿Aun retienes tú tu simplicidad? Bendice á Dios, y muérete.
210Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. También recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
211Y tres amigos de Job, Eliphaz Temanita, y Bildad Suhita, y Sophar Naamathita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían concertado de venir juntos á condolecerse de él, y á consolarle.
212Los cuales alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron á voz en grito; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.
213Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que el dolor era muy grande.
31DESPUÉS de esto abrió Job su boca, y maldijo su día.
32Y exclamó Job, y dijo:
33Perezca el día en que yo nací, Y la noche que se dijo: Varón es concebido.
34Sea aquel día sombrío, Y Dios no cuide de él desde arriba, Ni claridad sobre él resplandezca.
35Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; Repose sobre él nublado, Que lo haga horrible como caliginoso día.
36Ocupe la oscuridad aquella noche; No sea contada entre los días del año, Ni venga en él número de los meses.
37¡Oh si fuere aquella noche solitaria, Que no viniera canción alguna en ella!
38Maldíganla los que maldicen al día, Los que se aprestan para levantar su llanto.
39Oscurézcanse las estrellas de su alba; Espere la luz, y no venga, Ni vea los párpados de la mañana:
310Por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, Ni escondió de mis ojos la miseria.
311¿Por qué no morí yo desde la matriz, O fuí traspasado en saliendo del vientre?
312¿Por qué me previnieron las rodillas? ¿Y para qué las tetas que mamase?
313Pues que ahora yaciera yo, y reposara; Durmiera, y entonces tuviera reposo,
314Con los reyes y con los consejeros de la tierra, Que edifican para sí los desiertos;
315O con los príncipes que poseían el oro, Que henchían sus casas de plata.
316O ¿por qué no fuí escondido como aborto, Como los pequeñitos que nunca vieron luz?
317Allí los impíos dejan el perturbar, Y allí descansan los de cansadas fuerzas.
318Allí asimismo reposan los cautivos; No oyen la voz del exactor.
319Allí están el chico y el grande; Y el siervo libre de su señor.
320¿Por qué se da luz al trabajado, Y vida á los de ánimo en amargura,
321Que esperan la muerte, y ella no llega, Aunque la buscan más que tesoros;
322Que se alegran sobremanera, Y se gozan, cuando hallan el sepulcro?
323¿Por qué al hombre que no sabe por donde vaya, Y al cual Dios ha encerrado?
324Pues antes que mi pan viene mi suspiro; Y mis gemidos corren como aguas.
325Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y hame acontecido lo que temía.
326No he tenido paz, no me aseguré, ni me estuve reposado; Vínome no obstante turbación.
41Y RESPONDIO Eliphaz el Temanita, y dijo:
42Si probáremos á hablarte, serte ha molesto; Mas ¿quién podrá detener las palabras?
43He aquí, tú enseñabas á muchos, Y las manos flacas corroborabas;
44Al que vacilaba, enderezaban tus palabras, Y esforzabas las rodillas que decaían.
45Mas ahora que el mal sobre ti ha venido, te es duro; Y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.
46¿Es este tu temor, tu confianza, Tu esperanza, y la perfección de tus caminos?
47Recapacita ahora, ¿quién que fuera inocente se perdiera? Y ¿en dónde los rectos fueron cortados?
48Como yo he visto, los que aran iniquidad Y siembran injuria, la siegan.
49Perecen por el aliento de Dios, Y por el espíritu de su furor son consumidos.
410El bramido del león, y la voz del león, Y los dientes de los leoncillos son quebrantados.
411El león viejo perece por falta de presa, Y los hijos del león son esparcidos.
412El negocio también me era á mí oculto; Mas mi oído ha percibido algo de ello.
413En imaginaciones de visiones nocturnas, Cuando el sueño cae sobre los hombres,
414Sobrevínome un espanto y un temblor, Que estremeció todos mis huesos:
415Y un espíritu pasó por delante de mí, Que hizo se erizara el pelo de mi carne.
416Paróse un fantasma delante de mis ojos, Cuyo rostro yo no conocí, Y quedo, oí que decía:
417¿Si será el hombre más justo que Dios? ¿Si será el varón más limpio que el que lo hizo?
418He aquí que en sus siervos no confía, Y notó necedad en sus ángeles
419¡Cuánto más en los que habitan en casas de lodo, Cuyo fundamento está en el polvo, Y que serán quebrantados de la polilla!
420De la mañana á la tarde son quebrantados, Y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere.
421¿Su hermosura, no se pierde con ellos mismos? Mueren, y sin sabiduría.
51AHORA pues da voces, si habrá quien te responda; ¿Y á cuál de los santos te volverás?
52Es cierto que al necio la ira lo mata, Y al codicioso consume la envidia.
53Yo he visto al necio que echaba raíces, Y en la misma hora maldije su habitación.
54Sus hijos estarán lejos de la salud, Y en la puerta serán quebrantados, Y no habrá quien los libre.
55Su mies comerán los hambrientos, Y sacaránla de entre las espinas, Y los sedientos beberán su hacienda.
56Porque la iniquidad no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra.
57Empero como las centellas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción.
58Ciertamente yo buscaría á Dios, Y depositaría en él mis negocios:
59El cual hace cosas grandes é inescrutables, Y maravillas que no tienen cuento:
510Que da la lluvia sobre la haz de la tierra, Y envía las aguas por los campos:
511Que pone los humildes en altura, Y los enlutados son levantados á salud:
512Que frustra los pensamientos de los astutos, Para que sus manos no hagan nada:
513Que prende á los sabios en la astucia de ellos, Y el consejo de los perversos es entontecido;
514De día se topan con tinieblas, Y en mitad del día andan á tientas como de noche:
515Y libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, Y de la mano violenta;
516Pues es esperanza al menesteroso, Y la iniquidad cerrará su boca.
517He aquí, bienaventurado es el hombre á quien Dios castiga: Por tanto no menosprecies la corrección del Todopoderoso.
518Porque él es el que hace la llaga, y él la vendará: El hiere, y sus manos curan.
519En seis tribulaciones te librará, Y en la séptima no te tocará el mal.
520En el hambre te redimirá de la muerte, Y en la guerra de las manos de la espada.
521Del azote de la lengua serás encubierto; Ni temerás de la destrucción cuando viniere.
522De la destrucción y del hambre te reirás, Y no temerás de las bestias del campo:
523Pues aun con las piedras del campo tendrás tu concierto, Y las bestias del campo te serán pacíficas.
524Y sabrás que hay paz en tu tienda; Y visitarás tu morada, y no pecarás.
525Asimismo echarás de ver que tu simiente es mucha, Y tu prole como la hierba de la tierra.
526Y vendrás en la vejez á la sepultura, Como el montón de trigo que se coge á su tiempo.
527He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: Oyelo, y juzga tú para contigo.
61Y RESPONDIO Job y dijo:
62¡Oh si pesasen al justo mi queja y mi tormento, Y se alzasen igualmente en balanza!
63Porque pesaría aquél más que la arena del mar: Y por tanto mis palabras son cortadas.
64Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten.
65¿Acaso gime el asno montés junto á la hierba? ¿Muge el buey junto á su pasto?
66¿Comeráse lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo?
67Las cosas que mi alma no quería tocar, Por los dolores son mi comida.
68¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero;
69Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera!
610Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo.
611¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida?
612¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero?
613¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo?
614El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente.
615Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas,
616Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve;
617Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar;
618Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense.
619Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas:
620Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos.
621Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis.
622¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda;
623Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos?
624Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado.
625¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros?
626¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento?
627También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo.
628Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros.
629Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto.
630¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
71CIERTAMENTE tiempo limitado tiene el hombre sobre la tierra, Y sus días son como los días del jornalero.
72Como el siervo anhela la sombra, Y como el jornalero espera el reposo de su trabajo:
73Así poseo yo meses de vanidad, Y noches de trabajo me dieron por cuenta.
74Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mide mi corazón la noche, Y estoy harto de devaneos hasta el alba.
75Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; Mi piel hendida y abominable.
76Y mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, Y fenecieron sin esperanza.
77Acuérdate que mi vida es viento, Y que mis ojos no volverán á ver el bien.
78Los ojos de los que me ven, no me verán más: Tus ojos sobre mí, y dejaré de ser.
79La nube se consume, y se va: Así el que desciende al sepulcro no subirá;
710No tornará más á su casa, Ni su lugar le conocerá más.
711Por tanto yo no reprimiré mi boca; Hablaré en la angustia de mi espíritu, Y quejaréme con la amargura de mi alma.
712¿Soy yo la mar, ó ballena, Que me pongas guarda?
713Cuando digo: Mi cama me consolará, Mi cama atenuará mis quejas;
714Entonces me quebrantarás con sueños, Y me turbarás con visiones.
715Y así mi alma tuvo por mejor el ahogamiento, Y quiso la muerte más que mis huesos.
716Aburríme: no he de vivir yo para siempre; Déjáme, pues que mis días son vanidad.
717¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y que pongas sobre él tu corazón,
718Y lo visites todas las mañanas, Y todos los momentos lo pruebes?
719¿Hasta cuándo no me dejarás, Ni me soltarás hasta que trague mi saliva?
720Pequé, ¿qué te haré, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto contrario á ti, Y que á mí mismo sea pesado?
721¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, Y si me buscares de mañana, ya no seré.
81Y RESPONDIO Bildad Suhita, y dijo:
82¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, Y las palabras de tu boca serán como un viento fuerte?
83¿Acaso pervertirá Dios el derecho, O el Todopoderoso pervertirá la justicia?
84Si tus hijos pecaron contra él, El los echó en el lugar de su pecado.
85Si tú de mañana buscares á Dios, Y rogares al Todopoderoso;
86Si fueres limpio y derecho, Cierto luego se despertará sobre ti, Y hará próspera la morada de tu justicia.
87Y tu principio habrá sido pequeño, Y tu postrimería acrecerá en gran manera.
88Porque pregunta ahora á la edad pasada, Y disponte para inquirir de sus padres de ellos;
89Pues nosotros somos de ayer, y no sabemos, Siendo nuestros días sobre la tierra como sombra.
810¿No te enseñarán ellos, te dirán, Y de su corazón sacarán palabras?
811¿Crece el junco sin lodo? ¿Crece el prado sin agua?
812Aun él en su verdor no será cortado, Y antes de toda hierba se secará.
813Tales son los caminos de todos los que olvidan á Dios: Y la esperanza del impío perecerá:
814Porque su esperanza será cortada, Y su confianza es casa de araña.
815Apoyaráse él sobre su casa, mas no permanecerá en pie; Atendráse á ella, mas no se afirmará.
816A manera de un árbol, está verde delante del sol, Y sus renuevos salen sobre su huerto;
817Vanse entretejiendo sus raíces junto á una fuente, Y enlazándose hasta un lugar pedregoso.
818Si le arrancaren de su lugar, Este negarále entonces, diciendo: Nunca te vi.
819Ciertamente éste será el gozo de su camino; Y de la tierra de donde se traspusiere, nacerán otros.
820He aquí, Dios no aborrece al perfecto, Ni toma la mano de los malignos.
821Aun henchirá tu boca de risa, Y tus labios de júbilo.
822Los que te aborrecen, serán vestidos de confusión; Y la habitación de los impíos perecerá.
91Y RESPONDIO Job, y dijo:
92Ciertamente yo conozco que es así: ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios?
93Si quisiere contender con él, No le podrá responder á una cosa de mil.
94El es sabio de corazón, y poderoso en fortaleza, ¿Quién se endureció contra él, y quedó en paz?
95Que arranca los montes con su furor, Y no conocen quién los trastornó:
96Que remueve la tierra de su lugar, Y hace temblar sus columnas:
97Que manda al sol, y no sale; Y sella las estrellas:
98El que extiende solo los cielos, Y anda sobre las alturas de la mar:
99El que hizo el Arcturo, y el Orión, y las Pléyadas, Y los lugares secretos del mediodía:
910El que hace cosas grandes é incomprensibles, Y maravillosas, sin número.
911He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré; Y pasará, y no lo entenderé.
912He aquí, arrebatará; ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá, Qué haces?
913Dios no tornará atrás su ira, Y debajo de él se encorvan los que ayudan á los soberbios.
914¿Cuánto menos le responderé yo, Y hablaré con él palabras estudiadas?
915Que aunque fuese yo justo, no responderé; Antes habré de rogar á mi juez.
916Que si yo le invocase, y él me respondiese, Aun no creeré que haya escuchado mi voz.
917Porque me ha quebrado con tempestad, Y ha aumentado mis heridas sin causa.
918No me ha concedido que tome mi aliento; Mas hame hartado de amarguras.
919Si habláremos de su potencia, fuerte por cierto es; Si de juicio, ¿quién me emplazará?
920Si yo me justificare, me condenará mi boca; Si me dijere perfecto, esto me hará inicuo.
921Bien que yo fuese íntegro, no conozco mi alma: Reprocharé mi vida.
922Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume.
923Si azote mata de presto, Ríese de la prueba de los inocentes.
924La tierra es entregada en manos de los impíos, Y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él, ¿quién es? ¿dónde está?
925Mis días han sido más ligeros que un correo; Huyeron, y no vieron el bien.
926Pasaron cual navíos veloces: Como el águila que se arroja á la comida.
927Si digo: Olvidaré mi queja, Dejaré mi aburrimiento, y esforzaréme:
928Contúrbanme todos mis trabajos; Sé que no me darás por libre.
929Yo soy impío, ¿Para qué trabajaré en vano?
930Aunque me lave con aguas de nieve, Y limpie mis manos con la misma limpieza,
931Aun me hundirás en el hoyo, Y mis propios vestidos me abominarán.
932Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, Y vengamos juntamente á juicio.
933No hay entre nosotros árbitro Que ponga su mano sobre nosotros ambos.
934Quite de sobre mí su vara, Y su terror no me espante.
935Entonces hablaré, y no le temeré: Porque así no estoy en mí mismo.
101ESTA mi alma aburrida de mi vida: Daré yo suelta á mi queja sobre mí, Hablaré con amargura de mi alma.
102Diré á Dios: no me condenes; Hazme entender por qué pleiteas conmigo.
103¿Parécete bien que oprimas, Que deseches la obra de tus manos, Y que resplandezcas sobre el consejo de los impíos?
104¿Tienes tú ojos de carne? ¿Ves tú como ve el hombre?
105¿Son tus días como los días del hombre, O tus años como los tiempos humanos,
106Para que inquieras mi iniquidad, Y busques mi pecado,
107Sobre saber tú que no soy impío, Y que no hay quien de tu mano libre?
108Tus manos me formaron y me compusieron Todo en contorno: ¿y así me deshaces?
109Acuérdate ahora que como á lodo me diste forma: ¿Y en polvo me has de tornar?
1010¿No me fundiste como leche, Y como un queso me cuajaste?
1011Vestísteme de piel y carne, Y cubrísteme de huesos y nervios.
1012Vida y misericordia me concediste, Y tu visitación guardó mi espíritu.
1013Y estas cosas tienes guardadas en tu corazón; Yo sé que esto está cerca de ti.
1014Si pequé, tú me has observado, Y no me limpias de mi iniquidad.
1015Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza, Estando harto de deshonra, Y de verme afligido.
1016Y subirá de punto, pues me cazas como á león, Y tornas á hacer en mí maravillas.
1017Renuevas contra mí tus plagas, Y aumentas conmigo tu furor, Remudándose sobre mí ejércitos.
1018¿Por qué me sacaste de la matriz? Habría yo espirado, y no me vieran ojos.
1019Fuera, como si nunca hubiera sido, Llevado desde el vientre á la sepultura.
1020¿No son mis días poca cosa? Cesa pues, y déjame, para que me conforte un poco.
1021Antes que vaya para no volver, A la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;
1022Tierra de oscuridad, lóbrega Como sombra de muerte, sin orden, Y que aparece como la oscuridad misma.
111Y RESPONDIO Sophar Naamathita, y dijo:
112¿Las muchas palabras no han de tener respuesta? ¿Y el hombre parlero será justificado?
113¿Harán tus falacias callar á los hombres? ¿Y harás escarnio, y no habrá quien te avergüence?
114Tú dices: Mi conversar es puro, Y yo soy limpio delante de tus ojos.
115Mas ¡oh quién diera que Dios hablara, Y abriera sus labios contigo,
116Y que te declarara los arcanos de la sabiduría, Que son de doble valor que la hacienda! Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos que tu iniquidad merece.
117¿Alcanzarás tú el rastro de Dios? ¿Llegarás tú á la perfección del Todopoderoso?
118Es más alto que los cielos: ¿qué harás? Es más profundo que el infierno: ¿cómo lo conocerás?
119Su dimensión es más larga que la tierra, Y más ancha que la mar.
1110Si cortare, ó encerrare, O juntare, ¿quién podrá contrarrestarle?
1111Porque él conoce á los hombres vanos: Ve asimismo la iniquidad, ¿y no hará caso?
1112El hombre vano se hará entendido, Aunque nazca como el pollino del asno montés.
1113Si tú apercibieres tu corazón, Y extendieres á él tus manos;
1114Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, Y no consintieres que more maldad en tus habitaciones;
1115Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y serás fuerte y no temerás:
1116Y olvidarás tu trabajo, O te acordarás de él como de aguas que pasaron:
1117Y en mitad de la siesta se levantará bonanza; Resplandecerás, y serás como la mañana:
1118Y confiarás, que habrá esperanza; Y cavarás, y dormirás seguro:
1119Y te acostarás, y no habrá quien te espante: Y muchos te rogarán.
1120Mas los ojos de los malos se consumirán, Y no tendrán refugio; Y su esperanza será agonía del alma.
121Y RESPONDIO Job, y dijo:
122Ciertamente que vosotros sois el pueblo; Y con vosotros morirá la sabiduría.
123También tengo yo seso como vosotros; No soy yo menos que vosotros: ¿Y quién habrá que no pueda decir otro tanto?
124Yo soy uno de quien su amigo se mofa, Que invoca á Dios, y él le responde: Con todo, el justo y perfecto es escarnecido.
125Aquel cuyos pies van á resbalar, Es como una lámpara despreciada de aquel que está á sus anchuras.
126Prosperan las tiendas de los ladrones, Y los que provocan á Dios viven seguros; En cuyas manos él ha puesto cuanto tienen.
127Y en efecto, pregunta ahora á las bestias, que ellas te enseñarán; Y á las aves de los cielos, que ellas te lo mostrarán;
128O habla á la tierra, que ella te enseñará; Los peces de la mar te lo declararán también.
129¿Qué cosa de todas estas no entiende Que la mano de Jehová la hizo?
1210En su mano está el alma de todo viviente, Y el espíritu de toda carne humana.
1211Ciertamente el oído distingue las palabras, Y el paladar gusta las viandas.
1212En los viejos está la ciencia, Y en la larga edad la inteligencia.
1213Con Dios está la sabiduría y la fortaleza; Suyo es el consejo y la inteligencia.
1214He aquí, él derribará, y no será edificado: Encerrará al hombre, y no habrá quien le abra.
1215He aquí, el detendrá las aguas, y se secarán; El las enviará, y destruirán la tierra.
1216Con él está la fortaleza y la existencia; Suyo es el que yerra, y el que hace errar.
1217El hace andar á los consejeros desnudos de consejo, Y hace enloquecer á los jueces.
1218El suelta la atadura de los tiranos, Y ata el cinto á sus lomos.
1219El lleva despojados á los príncipes, Y trastorna á los poderosos.
1220El impide el labio á los que dicen verdad, Y quita á los ancianos el consejo.
1221El derrama menosprecio sobre los príncipes, Y enflaquece la fuerza de los esforzados.
1222El descubre las profundidades de las tinieblas, Y saca á luz la sombra de muerte.
1223El multiplica las gentes, y él las destruye: El esparce las gentes, y las torna á recoger.
1224El quita el seso de las cabezas del pueblo de la tierra, Y háceles que se pierdan vagueando sin camino:
1225Van á tientas como en tinieblas y sin luz, Y los hace errar como borrachos.
131HE AQUI que todas estas cosas han visto mis ojos, Y oído y entendido de por sí mis oídos.
132Como vosotros lo sabéis, lo sé yo; No soy menos que vosotros.
133Mas yo hablaría con el Todopoderoso, Y querría razonar con Dios.
134Que ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; Sois todos vosotros médicos nulos.
135Ojalá callarais del todo, Porque os fuera sabiduría.
136Oid ahora mi razonamiento, Y estad atentos á los argumentos de mis labios.
137¿Habéis de hablar iniquidad por Dios? ¿Habéis de hablar por él engaño?
138¿Habéis de hacer acepción de su persona? ¿Habéis de pleitear vosotros por Dios?
139¿Sería bueno que él os escudriñase? ¿Os burlaréis de él como quien se burla de algún hombre?
1310El os reprochará de seguro, Si solapadamente hacéis acepción de personas.
1311De cierto su alteza os había de espantar, Y su pavor había de caer sobre vosotros.
1312Vuestras memorias serán comparadas á la ceniza, Y vuestros cuerpos como cuerpos de lodo.
1313Escuchadme, y hablaré yo, Y véngame después lo que viniere.
1314¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, Y pondré mi alma en mi mano?
1315He aquí, aunque me matare, en él esperaré; Empero defenderé delante de él mis caminos.
1316Y él mismo me será salud, Porque no entrará en su presencia el hipócrita.
1317Oid con atención mi razonamiento, Y mi denunciación con vuestros oídos.
1318He aquí ahora, si yo me apercibiere á juicio, Sé que seré justificado.
1319¿Quién es el que pleiteará conmigo? Porque si ahora yo callara, fenecería.
1320A lo menos dos cosas no hagas conmigo; Entonces no me esconderé de tu rostro:
1321Aparta de mí tu mano, Y no me asombre tu terror.
1322Llama luego, y yo responderé; O yo hablaré, y respóndeme tú.
1323¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo? Hazme entender mi prevaricación y mi pecado.
1324¿Por qué escondes tu rostro, Y me cuentas por tu enemigo?
1325¿A la hoja arrebatada has de quebrantar? ¿Y á una arista seca has de perseguir?
1326¿Por qué escribes contra mí amarguras, Y me haces cargo de los pecados de mi mocedad?
1327Pones además mis pies en el cepo, y guardas todos mis caminos, Imprimiéndolo á las raíces de mis pies.
1328Y el cuerpo mío se va gastando como de carcoma, Como vestido que se come de polilla.
141EL HOMBRE nacido de mujer, Corto de días, y harto de sinsabores:
142Que sale como una flor y es cortado; Y huye como la sombra, y no permanece.
143¿Y sobre éste abres tus ojos, Y me traes á juicio contigo?
144¿Quién hará limpio de inmundo? Nadie.
145Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti: Tú le pusiste términos, de los cuales no pasará.
146Si tú lo dejares, él dejará de ser: Entre tanto deseará, como el jornalero, su día.
147Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñecerá aún, Y sus renuevos no faltarán.
148Si se envejeciere en la tierra su raíz, Y su tronco fuere muerto en el polvo,
149Al percibir el agua reverdecerá, Y hará copa como planta.
1410Mas el hombre morirá, y será cortado; Y perecerá el hombre, ¿y dónde estará él?
1411Las aguas de la mar se fueron, Y agotóse el río, secóse.
1412Así el hombre yace, y no se tornará á levantar: Hasta que no haya cielo no despertarán, Ni se levantarán de su sueño.
1413¡Oh quién me diera que me escondieses en el sepulcro, Que me encubrieras hasta apaciguarse tu ira, Que me pusieses plazo, y de mí te acordaras!
1414Si el hombre muriere, ¿volverá á vivir? Todos los días de mi edad esperaré, Hasta que venga mi mutación.
1415Aficionado á la obra de tus manos, Llamarás, y yo te responderé.
1416Pues ahora me cuentas los pasos, Y no das tregua á mi pecado.
1417Tienes sellada en saco mi prevaricación, Y coacervas mi iniquidad.
1418Y ciertamente el monte que cae se deshace, Y las peñas son traspasadas de su lugar;
1419Las piedras son desgastadas con el agua impetuosa, Que se lleva el polvo de la tierra: de tal manera haces tú perecer la esperanza del hombre.
1420Para siempre serás más fuerte que él, y él se va; Demudarás su rostro, y enviaráslo.
1421Sus hijos serán honrados, y él no lo sabrá; O serán humillados, y no entenderá de ellos.
1422Mas su carne sobre él se dolerá, Y entristecerse ha en él su alma.
151Y RESPONDIO Eliphaz Temanita, y dijo:
152¿Si proferirá el sabio vana sabiduría, Y henchirá su vientre de viento solano?
153¿Disputará con palabras inútiles, Y con razones sin provecho?
154Tú también disipas el temor, Y menoscabas la oración delante de Dios.
155Porque tu boca declaró tu iniquidad, Pues has escogido el hablar de los astutos.
156Tu boca te condenará, y no yo; Y tus labios testificarán contra ti.
157¿Naciste tú primero que Adam? ¿O fuiste formado antes que los collados?
158¿Oíste tú el secreto de Dios, Que detienes en ti solo la sabiduría?
159¿Qué sabes tú que no sepamos? ¿Qué entiendes que no se halle en nosotros?
1510Entre nosotros también hay cano, también hay viejo Mucho mayor en días que tu padre.
1511¿En tan poco tienes las consolaciones de Dios? ¿Tienes acaso alguna cosa oculta cerca de ti?
1512¿Por qué te enajena tu corazón, Y por qué guiñan tus ojos,
1513Pues haces frente á Dios con tu espíritu, Y sacas tales palabras de tu boca?
1514¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, Y que se justifique el nacido de mujer?
1515He aquí que en sus santos no confía, Y ni los cielos son limpios delante de sus ojos:
1516¿Cuánto menos el hombre abominable y vil, Que bebe la iniquidad como agua?
1517Escúchame; yo te mostraré Y te contaré lo que he visto:
1518(Lo que los sabios nos contaron De sus padres, y no lo encubrieron;
1519A los cuales solos fué dada la tierra, Y no pasó extraño por medio de ellos:)
1520Todos los días del impío, él es atormentado de dolor, Y el número de años es escondido al violento.
1521Estruendos espantosos hay en sus oídos; En la paz le vendrá quien lo asuele.
1522El no creerá que ha de volver de las tinieblas, Y está mirando al cuchillo.
1523Desasosegado á comer siempre, Sabe que le está aparejado día de tinieblas.
1524Tribulación y angustia le asombrarán, Y esforzaránse contra él como un rey apercibido para la batalla.
1525Por cuanto él extendió su mano contra Dios, Y se esforzó contra el Todopoderoso,
1526El le acometerá en la cerviz, En lo grueso de las hombreras de sus escudos:
1527Porque cubrió su rostro con su gordura, E hizo pliegues sobre los ijares;
1528Y habitó las ciudades asoladas, Las casas inhabitadas, Que estaban puestas en montones.
1529No enriquecerá, ni será firme su potencia, Ni extenderá por la tierra su hermosura.
1530No se escapará de las tinieblas: La llama secará sus ramos, Y con el aliento de su boca perecerá.
1531No confíe el iluso en la vanidad; Porque ella será su recompensa.
1532El será cortado antes de su tiempo, Y sus renuevos no reverdecerán.
1533El perderá su agraz como la vid, Y derramará su flor como la oliva.
1534Porque la sociedad de los hipócritas será asolada, Y fuego consumirá las tiendas de soborno.
1535Concibieron dolor, y parieron iniquidad; Y las entradas de ellos meditan engaño.
161Y RESPONDIO Job, y dijo:
162Muchas veces he oído cosas como estas: Consoladores molestos sois todos vosotros.
163¿Tendrán fin las palabras ventosas? O ¿qué te animará á responder?
164También yo hablaría como vosotros. Ojalá vuestra alma estuviera en lugar de la mía, Que yo os tendría compañía en las palabras, Y sobre vosotros movería mi cabeza.
165Mas yo os alentaría con mis palabras, Y la consolación de mis labios apaciguaría el dolor vuestro.
166Si hablo, mi dolor no cesa; Y si dejo de hablar, no se aparta de mí.
167Empero ahora me ha fatigado: Has tú asolado toda mi compañía.
168Tú me has arrugado; testigo es mi flacura, Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.
169Su furor me destrizó, y me ha sido contrario: Crujió sus dientes contra mí; Contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.
1610Abrieron contra mí su boca; Hirieron mis mejillas con afrenta; Contra mí se juntaron todos.
1611Hame entregado Dios al mentiroso, Y en las manos de los impíos me hizo estremecer.
1612Próspero estaba, y desmenuzóme: Y arrebatóme por la cerviz, y despedazóme, Y púsome por blanco suyo.
1613Cercáronme sus flecheros, Partió mis riñones, y no perdonó: Mi hiel derramó por tierra.
1614Quebrantóme de quebranto sobre quebranto; Corrió contra mí como un gigante.
1615Yo cosí saco sobre mi piel, Y cargué mi cabeza de polvo.
1616Mi rostro está enlodado con lloro, Y mis párpados entenebrecidos:
1617A pesar de no haber iniquidad en mis manos, Y de haber sido mi oración pura.
1618¡Oh tierra! no cubras mi sangre, Y no haya lugar á mi clamor.
1619Mas he aquí que en los cielos está mi testigo, Y mi testimonio en las alturas.
1620Disputadores son mis amigos: Mas á Dios destilarán mis ojos.
1621¡Ojalá pudiese disputar el hombre con Dios, Como con su prójimo!
1622Mas los años contados vendrán, Y yo iré el camino por donde no volveré.
171MI ALIENTO está corrompido, acórtanse mis días, Y me está aparejado el sepulcro.
172No hay conmigo sino escarnecedores, En cuya acrimonia se detienen mis ojos.
173Pon ahora, dame fianza para litigar contigo: ¿Quién tocará ahora mi mano?
174Porque á éstos has tú escondido su corazón de inteligencia: Por tanto, no los ensalzarás.
175El que denuncia lisonjas á sus prójimos, Los ojos de sus hijos desfallezcan.
176El me ha puesto por parábola de pueblos, Y delante de ellos he sido como tamboril.
177Y mis ojos se oscurecieron de desabrimiento, Y mis pensamientos todos son como sombra.
178Los rectos se maravillarán de esto, Y el inocente se levantará contra el hipócrita.
179No obstante, proseguirá el justo su camino, Y el limpio de manos aumentará la fuerza.
1710Mas volved todos vosotros, y venid ahora, Que no hallaré entre vosotros sabio.
1711Pasáronse mis días, fueron arrancados mis pensamientos, Los designios de mi corazón.
1712Pusieron la noche por día, Y la luz se acorta delante de las tinieblas.
1713Si yo espero, el sepulcro es mi casa: Haré mi cama en las tinieblas.
1714A la huesa tengo dicho: Mi padre eres tú; A los gusanos: Mi madre y mi hermana.
1715¿Dónde pues estará ahora mi esperanza? Y mi esperanza ¿quién la verá?
1716A los rincones de la huesa descenderán, Y juntamente descansarán en el polvo.
181Y RESPONDIO Bildad Suhita, y dijo:
182¿Cuándo pondréis fin á las palabras? Entended, y después hablemos.
183¿Por qué somos tenidos por bestias, Y en vuestros ojos somos viles?
184Oh tú, que despedazas tu alma con tu furor, ¿Será dejada la tierra por tu causa, Y serán traspasadas de su lugar las peñas?
185Ciertamente la luz de los impíos será apagada, Y no resplandecerá la centella de su fuego.
186La luz se oscurecerá en su tienda, Y apagaráse sobre él su lámpara.
187Los pasos de su pujanza serán acortados, Y precipitarálo su mismo consejo.
188Porque red será echada en sus pies, Y sobre red andará.
189Lazo prenderá su calcañar: Afirmaráse la trampa contra él.
1810Su cuerda está escondida en la tierra, Y su torzuelo sobre la senda.
1811De todas partes lo asombrarán temores, Y haránle huir desconcertado.
1812Su fuerza será hambrienta, Y á su lado estará aparejado quebrantamiento.
1813El primogénito de la muerte comerá los ramos de su piel, Y devorará sus miembros.
1814Su confianza será arrancada de su tienda, Y harále esto llevar al rey de los espantos.
1815En su tienda morará como si no fuese suya: Piedra azufre será esparcida sobre su morada.
1816Abajo se secarán sus raíces, Y arriba serán cortadas sus ramas.
1817Su memoria perecerá de la tierra, Y no tendrá nombre por las calles.
1818De la luz será lanzado á las tinieblas, Y echado fuera del mundo.
1819No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, Ni quien le suceda en sus moradas.
1820Sobre su día se espantarán los por venir, Como ocupó el pavor á los que fueron antes.
1821Ciertamente tales son las moradas del impío, Y este será el lugar del que no conoció á Dios.
191Y RESPONDIO Job, y dijo:
192¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, Y me moleréis con palabras?
193Ya me habéis vituperado diez veces: ¿No os avergonzáis de descomediros delante de mí?
194Sea así que realmente haya yo errado, Conmigo se quedará mi yerro.
195Mas si vosotros os engrandeciereis contra mí, Y adujereis contra mí mi oprobio,
196Sabed ahora que Dios me ha trastornado, Y traído en derredor su red sobre mí.
197He aquí yo clamaré agravio, y no seré oído: Daré voces, y no habrá juicio.
198Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; Y sobre mis veredas puso tinieblas.
199Hame despojado de mi gloria, Y quitado la corona de mi cabeza.
1910Arruinóme por todos lados, y perezco; Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
1911E hizo inflamar contra mí su furor, Y contóme para sí entre sus enemigos.
1912Vinieron sus ejércitos á una, y trillaron sobre mí su camino, Y asentaron campo en derredor de mi tienda.
1913Hizo alejar de mí mis hermanos, Y positivamente se extrañaron de mí mis conocidos.
1914Mis parientes se detuvieron, Y mis conocidos se olvidaron de mí.
1915Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; Forastero fuí yo en sus ojos.
1916Llamé á mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba.
1917Mi aliento vino á ser extraño á mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
1918Aun los muchachos me menospreciaron: En levantándome, hablaban contra mí.
1919Todos mis confidentes me aborrecieron; Y los que yo amaba, se tornaron contra mí.
1920Mi cuero y mi carne se pegaron á mis huesos; Y he escapado con la piel de mis dientes.
1921Oh vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí; Porque la mano de Dios me ha tocado.
1922¿Por qué me perseguís como Dios, Y no os hartáis de mis carnes?
1923¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribieran en un libro!
1924¡Que con cincel de hierro y con plomo Fuesen en piedra esculpidas para siempre!
1925Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo:
1926Y después de deshecha esta mi piel, Aun he de ver en mi carne á Dios;
1927Al cual yo tengo de ver por mí, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mis riñones se consuman dentro de mí.
1928Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del negocio en mí se halla.
1929Temed vosotros delante de la espada; Porque sobreviene el furor de la espada á causa de las injusticias, Para que sepáis que hay un juicio.
201Y RESPONDIO Sophar Naamathita, y dijo:
202Por cierto mis pensamientos me hacen responder, Y por tanto me apresuro.
203La reprensión de mi censura he oído, Y háceme responder el espíritu de mi inteligencia.
204¿No sabes esto que fué siempre, Desde el tiempo que fué puesto el hombre sobre la tierra,
205Que la alegría de los impíos es breve, Y el gozo del hipócrita por un momento?
206Si subiere su altivez hasta el cielo, Y su cabeza tocare en las nubes,
207Con su estiércol perecerá para siempre: Los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?
208Como sueño volará, y no será hallado: Y disiparáse como visión nocturna.
209El ojo que le habrá visto, nunca más le verá; Ni su lugar le echará más de ver.
2010Sus hijos pobres andarán rogando; Y sus manos tornarán lo que él robó.
2011Sus huesos están llenos de sus mocedades, Y con él serán sepultados en el polvo.
2012Si el mal se endulzó en su boca, Si lo ocultaba debajo de su lengua;
2013Si le parecía bien, y no lo dejaba, Mas antes lo detenía entre su paladar;
2014Su comida se mudará en sus entrañas, Hiel de áspides será dentro de él.
2015Devoró riquezas, mas vomitarálas; De su vientre las sacará Dios.
2016Veneno de áspides chupará; Matarálo lengua de víbora.
2017No verá los arroyos, los ríos, Los torrentes de miel y de manteca.
2018Restituirá el trabajo conforme á la hacienda que tomó; Y no tragará, ni gozará.
2019Por cuanto quebrantó y desamparó á los pobres, Robó casas, y no las edificó;
2020Por tanto, no sentirá él sosiego en su vientre, Ni salvará nada de lo que codiciaba.
2021No quedó nada que no comiese: Por tanto su bien no será durable.
2022Cuando fuere lleno su bastimento, tendrá angustia: Las manos todas de los malvados vendrán sobre él.
2023Cuando se pusiere á henchir su vientre, Dios enviará sobre él el furor de su ira, Y harála llover sobre él y sobre su comida.
2024Huirá de las armas de hierro, Y el arco de acero le atravesará.
2025Desenvainará y sacará saeta de su aljaba, Y relumbrante pasará por su hiel: Sobre él vendrán terrores.
2026Todas tinieblas están guardadas para sus secretos: Fuego no soplado lo devorará; Su sucesor será quebrantado en su tienda.
2027Los cielos descubrirán su iniquidad, Y la tierra se levantará contra él.
2028Los renuevos de su casa serán trasportados; Serán derramados en el día de su furor.
2029Esta es la parte que Dios apareja al hombre impío, Y la heredad que Dios le señala por su palabra.
211Y RESPONDIO Job, y dijo:
212Oid atentamente mi palabra, Y sea esto vuestros consuelos.
213Soportadme, y yo hablaré; Y después que hubiere hablado, escarneced.
214¿Hablo yo á algún hombre? Y ¿por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
215Miradme, y espantaos, Y poned la mano sobre la boca.
216Aun yo mismo, cuando me acuerdo, me asombro, Y toma temblor mi carne.
217¿Por qué viven los impíos, Y se envejecen, y aun crecen en riquezas?
218Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; Y sus renuevos delante de sus ojos.
219Sus casas seguras de temor, Ni hay azote de Dios sobre ellos.
2110Sus vacas conciben, no abortan; Paren sus vacas, y no malogran su cría.
2111Salen sus chiquitos como manada, Y sus hijos andan saltando.
2112Al son de tamboril y cítara saltan, Y se huelgan al son del órgano.
2113Gastan sus días en bien, Y en un momento descienden á la sepultura.
2114Dicen pues á Dios: Apártate de nosotros, Que no queremos el conocimiento de tus caminos.
2115¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos á él?
2116He aquí que su bien no está en manos de ellos: El consejo de los impíos lejos esté de mí.
2117¡Oh cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada, Y viene sobre ellos su quebranto, Y Dios en su ira les reparte dolores!
2118Serán como la paja delante del viento, Y como el tamo que arrebata el torbellino.
2119Dios guardará para sus hijos su violencia; Y le dará su pago, para que conozca.
2120Verán sus ojos su quebranto, Y beberá de la ira del Todopoderoso.
2121Porque ¿qué deleite tendrá él de su casa después de sí, Siendo cortado el número de sus meses?
2122¿Enseñará alguien á Dios sabiduría, Juzgando él á los que están elevados?
2123Este morirá en el vigor de su hermosura, todo quieto y pacífico.
2124Sus colodras están llenas de leche, Y sus huesos serán regados de tuétano.
2125Y estotro morirá en amargura de ánimo, Y no habiendo comido jamás con gusto.
2126Igualmente yacerán ellos en el polvo, Y gusanos los cubrirán.
2127He aquí, yo conozco vuestros pensamientos, Y las imaginaciones que contra mí forjáis.
2128Porque decís: ¿Qué es de la casa del príncipe, Y qué de la tienda de las moradas de los impíos?
2129¿No habéis preguntado á los que pasan por los caminos, Por cuyas señas no negaréis,
2130Que el malo es reservado para el día de la destrucción? Presentados serán en el día de las iras.
2131¿Quién le denunciará en su cara su camino? Y de lo que él hizo, ¿quién le dará el pago?
2132Porque llevado será él á los sepulcros, Y en el montón permanecerá.
2133Los terrones del valle le serán dulces; Y tras de él será llevado todo hombre, Y antes de él han ido innumerables.
2134¿Cómo pues me consoláis en vano, Viniendo á parar vuestras respuestas en falacia?
221Y RESPONDIO Eliphaz Temanita, y dijo:
222¿Traerá el hombre provecho á Dios, Porque el sabio sea provechoso á sí mismo?
223¿Tiene su contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado, O provecho de que tú hagas perfectos tus caminos?
224¿Castigaráte acaso, O vendrá contigo á juicio porque te teme?
225Por cierto tu malicia es grande, Y tus maldades no tienen fin.
226Porque sacaste prenda á tus hermanos sin causa, E hiciste desnudar las ropas de los desnudos.
227No diste de beber agua al cansado, Y detuviste el pan al hambriento.
228Empero el hombre pudiente tuvo la tierra; Y habitó en ella el distinguido.
229Las viudas enviaste vacías, Y los brazos de los huérfanos fueron quebrados.
2210Por tanto hay lazos alrededor de ti, Y te turba espanto repentino;
2211O tinieblas, porque no veas; Y abundancia de agua te cubre.
2212¿No está Dios en la altura de los cielos? Mira lo encumbrado de las estrellas, cuán elevadas están.
2213¿Y dirás tú: Qué sabe Dios? ¿Cómo juzgará por medio de la oscuridad?
2214Las nubes son su escondedero, y no ve; Y por el circuito del cielo se pasea.
2215¿Quieres tú guardar la senda antigua, Que pisaron los hombres perversos?
2216Los cuales fueron cortados antes de tiempo, Cuyo fundamento fué como un río derramado:
2217Que decían á Dios: Apártate de nosotros. ¿Y qué les había hecho el Omnipotente?
2218Habíales él henchido sus casas de bienes. Sea empero el consejo de ellos lejos de mí.
2219Verán los justos y se gozarán; Y el inocente los escarnecerá, diciendo:
2220Fué cortada nuestra sustancia, Habiendo consumido el fuego el resto de ellos.
2221Amístate ahora con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien.
2222Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón.
2223Si te tornares al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción;
2224Y tendrás más oro que tierra, Y como piedras de arroyos oro de Ophir;
2225Y el Todopoderoso será tu defensa, Y tendrás plata á montones.
2226Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, Y alzarás á Dios tu rostro.
2227Orarás á él, y él te oirá; Y tú pagarás tus votos.
2228Determinarás asimismo una cosa, y serte ha firme; Y sobre tus caminos resplandecerá luz.
2229Cuando fueren abatidos, dirás tú: Ensalzamiento habrá: Y Dios salvará al humilde de ojos.
2230El libertará la isla del inocente; Y por la limpieza de tus manos será librada.
231Y RESPONDIO Job, y dijo:
232Hoy también hablaré con amargura; Que es más grave mi llaga que mi gemido.
233¡Quién me diera el saber dónde hallar á Dios! Yo iría hasta su silla.
234Ordenaría juicio delante de él, Y henchiría mi boca de argumentos.
235Yo sabría lo que él me respondería, Y entendería lo que me dijese.
236¿Pleitearía conmigo con grandeza de fuerza? No: antes él la pondría en mí.
237Allí el justo razonaría con él: Y escaparía para siempre de mi juez.
238He aquí yo iré al oriente, y no lo hallaré; Y al occidente, y no lo percibiré:
239Si al norte él obrare, yo no lo veré; Al mediodía se esconderá, y no lo veré.
2310Mas él conoció mi camino: Probaráme, y saldré como oro.
2311Mis pies tomaron su rastro; Guardé su camino, y no me aparté.
2312Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida.
2313Empero si él se determina en una cosa, ¿quién lo apartará? Su alma deseó, é hizo.
2314El pues acabará lo que ha determinado de mí: Y muchas cosas como estas hay en él.
2315Por lo cual yo me espanto en su presencia: Consideraré, y temerélo.
2316Dios ha enervado mi corazón, Y hame turbado el Omnipotente.
2317¿Por qué no fuí yo cortado delante de las tinieblas, Y cubrió con oscuridad mi rostro?
241PUESTO que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿Por qué los que le conocen no ven sus días?
242Traspasan los términos, Roban los ganados, y apaciéntanlos.
243Llévanse el asno de los huérfanos; Prenden el buey de la viuda.
244Hacen apartar del camino á los menesterosos: Y todos los pobres de la tierra se esconden.
245He aquí, como asnos monteses en el desierto, Salen á su obra madrugando para robar; El desierto es mantenimiento de sus hijos.
246En el campo siegan su pasto, Y los impíos vendimian la viña ajena.
247Al desnudo hacen dormir sin ropa, Y que en el frío no tenga cobertura.
248Con las avenidas de los montes se mojan, Y abrazan las peñas sin tener abrigo.
249Quitan el pecho á los huérfanos, Y de sobre el pobre toman la prenda.
2410Al desnudo hacen andar sin vestido, Y á los hambrientos quitan los hacecillos.
2411De dentro de sus paredes exprimen el aceite, Pisan los lagares, y mueren de sed.
2412De la ciudad gimen los hombres, Y claman las almas de los heridos de muerte: Mas Dios no puso estorbo.
2413Ellos son los que, rebeldes á la luz, Nunca conocieron sus caminos, Ni estuvieron en sus veredas.
2414A la luz se levanta el matador, mata al pobre y al necesitado, Y de noche es como ladrón.
2415El ojo del adúltero está aguardando la noche, Diciendo: No me verá nadie: Y esconde su rostro.
2416En las tinieblas minan las casas, Que de día para sí señalaron; No conocen la luz.
2417Porque la mañana es á todos ellos como sombra de muerte; Si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman.
2418Son instables más que la superficie de las aguas; Su porción es maldita en la tierra; No andarán por el camino de las viñas.
2419La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; Y el sepulcro á los pecadores.
2420Olvidaráse de ellos el seno materno; de ellos sentirán los gusanos dulzura; Nunca más habrá de ellos memoria, Y como un árbol serán los impíos quebrantados.
2421A la mujer estéril que no paría, afligió; Y á la viuda nunca hizo bien.
2422Mas á los fuertes adelantó con su poder: Levantóse, y no se da por segura la vida.
2423Le dieron á crédito, y se afirmó: Sus ojos están sobre los caminos de ellos.
2424Fueron ensalzados por un poco, mas desaparecen, Y son abatidos como cada cual: serán encerrados, Y cortados como cabezas de espigas.
2425Y si no, ¿quién me desmentirá ahora, O reducirá á nada mis palabras?
251Y RESPONDIO Bildad Suhita, y dijo:
252El señorío y el temor están con él: El hace paz en sus alturas.
253¿Tienen sus ejércitos número? ¿Y sobre quién no está su luz?
254¿Cómo pues se justificará el hombre con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?
255He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, Ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.
256¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, Y el hijo de hombre, también gusano?
261Y RESPONDIO Job, y dijo:
262¿En qué ayudaste al que no tiene fuerza? ¿Has amparado al brazo sin fortaleza?
263¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia, Y mostraste bien sabiduría?
264¿A quién has anunciado palabras, Y cuyo es el espíritu que de ti sale?
265Cosas inanimadas son formadas Debajo de las aguas, y los habitantes de ellas.
266El sepulcro es descubierto delante de él, Y el infierno no tiene cobertura.
267Extiende el alquilón sobre vacío, Cuelga la tierra sobre nada.
268Ata las aguas en sus nubes, Y las nubes no se rompen debajo de ellas.
269El restriñe la faz de su trono, Y sobre él extiende su nube.
2610El cercó con término la superficie de las aguas, Hasta el fin de la luz y las tinieblas.
2611Las columnas del cielo tiemblan, Y se espantan de su reprensión.
2612El rompe la mar con su poder, Y con su entendimiento hiere la hinchazón suya.
2613Su espíritu adornó los cielos; Su mano crió la serpiente tortuosa.
2614He aquí, estas son partes de sus caminos: ¡Mas cuán poco hemos oído de él! Porque el estruendo de sus fortalezas, ¿quién lo detendrá?
271Y REASUMIO Job su discurso, y dijo:
272Vive Dios, el cual ha apartado mi causa, Y el Omnipotente, que amargó el alma mía,
273Que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, Y hubiere hálito de Dios en mis narices,
274Mis labios no hablarán iniquidad, Ni mi lengua pronunciará engaño.
275Nunca tal acontezca que yo os justifique: Hasta morir no quitaré de mí mi integridad.
276Mi justicia tengo asida, y no la cederé: No me reprochará mi corazón en el tiempo de mi vida.
277Sea como el impío mi enemigo, Y como el inicuo mi adversario.
278Porque ¿cuál es la esperanza del hipócrita, por mucho que hubiere robado, Cuando Dios arrebatare su alma?
279¿Oirá Dios su clamor Cuando la tribulación sobre él viniere?
2710¿Deleitaráse en el Omnipotente? ¿Invocará á Dios en todo tiempo?
2711Yo os enseñaré en orden á la mano de Dios: No esconderé lo que hay para con el Omnipotente.
2712He aquí que todos vosotros lo habéis visto: ¿Por qué pues os desvanecéis con fantasía?
2713Esta es para con Dios la suerte del hombre impío, Y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.
2714Si sus hijos fueren multiplicados, serán para el cuchillo; Y sus pequeños no se hartarán de pan;
2715Los que le quedaren, en muerte serán sepultados; Y no llorarán sus viudas.
2716Si amontonare plata como polvo, Y si preparare ropa como lodo;
2717Habrála él preparado, mas el justo se vestirá, Y el inocente repartirá la plata.
2718Edificó su casa como la polilla, Y cual cabaña que el guarda hizo.
2719El rico dormirá, mas no será recogido: Abrirá sus ojos, mas él no será.
2720Asirán de él terrores como aguas: Torbellino lo arrebatará de noche.
2721Lo antecogerá el solano, y partirá; Y tempestad lo arrebatará del lugar suyo.
2722Dios pues descargará sobre él, y no perdonará: Hará él por huir de su mano.
2723Batirán sus manos sobre él, Y desde su lugar le silbarán.
281CIERTAMENTE la plata tiene sus veneros, Y el oro lugar donde se forma.
282El hierro se saca del polvo, Y de la piedra es fundido el metal.
283A las tinieblas puso término, Y examina todo á la perfección, Las piedras que hay en la oscuridad y en la sombra de muerte.
284Brota el torrente de junto al morador, Aguas que el pie había olvidado: Sécanse luego, vanse del hombre.
285De la tierra nace el pan, Y debajo de ella estará como convertida en fuego.
286Lugar hay cuyas piedras son zafiro, Y sus polvos de oro.
287Senda que nunca la conoció ave, Ni ojo de buitre la vió:
288Nunca la pisaron animales fieros, Ni león pasó por ella.
289En el pedernal puso su mano, Y trastornó los montes de raíz.
2810De los peñascos cortó ríos, Y sus ojos vieron todo lo preciado.
2811Detuvo los ríos en su nacimiento, E hizo salir á luz lo escondido.
2812Empero ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la prudencia?
2813No conoce su valor el hombre, Ni se halla en la tierra de los vivientes.
2814El abismo dice: No está en mí: Y la mar dijo: Ni conmigo.
2815No se dará por oro, Ni su precio será á peso de plata.
2816No puede ser apreciada con oro de Ophir, Ni con onique precioso, ni con zafiro.
2817El oro no se le igualará, ni el diamante; Ni se trocará por vaso de oro fino.
2818De coral ni de perlas no se hará mención: La sabiduría es mejor que piedras preciosas.
2819No se igualará con ella esmeralda de Ethiopía; No se podrá apreciar con oro fino.
2820¿De dónde pues vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
2821Porque encubierta está á los ojos de todo viviente, y á toda ave del cielo es oculta.
2822El infierno y la muerte dijeron: Su fama hemos oído con nuestros oídos.
2823Dios entiende el camino de ella, Y él conoce su lugar.
2824Porque él mira hasta los fines de la tierra, Y ve debajo de todo el cielo.
2825Al dar peso al viento, Y poner las aguas por medida;
2826Cuando él hizo ley á la lluvia, Y camino al relámpago de los truenos:
2827Entonces la veía él, y la manifestaba: Preparóla y descubrióla también.
2828Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal la inteligencia.
291Y VOLVIO Job á tomar su propósito, y dijo:
292¡Quién me tornase como en los meses pasados, Como en los días que Dios me guardaba,
293Cuando hacía resplandecer su candela sobre mi cabeza, A la luz de la cual yo caminaba en la oscuridad;
294Como fué en los días de mi mocedad, Cuando el secreto de Dios estaba en mi tienda;
295Cuando aún el Omnipotente estaba conmigo, Y mis hijos alrededor de mi;
296Cuando lavaba yo mis caminos con manteca, Y la piedra me derramaba ríos de aceite!
297Cuando salía á la puerta á juicio, Y en la plaza hacía preparar mi asiento,
298Los mozos me veían, y se escondían; Y los viejos se levantaban, y estaban en pie;
299Los príncipes detenían sus palabras, Ponían la mano sobre su boca;
2910La voz de los principales se ocultaba, Y su lengua se pegaba á su paladar:
2911Cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, Y los ojos que me veían, me daban testimonio:
2912Porque libraba al pobre que gritaba, Y al huérfano que carecía de ayudador.
2913La bendición del que se iba á perder venía sobre mí; Y al corazón de la viuda daba alegría.
2914Vestíame de justicia, y ella me vestía como un manto; Y mi toca era juicio.
2915Yo era ojos al ciego, Y pies al cojo.
2916A los menesterosos era padre; Y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia:
2917Y quebraba los colmillos del inicuo, Y de sus dientes hacía soltar la presa.
2918Y decía yo: En mi nido moriré, Y como arena multiplicaré días.
2919Mi raíz estaba abierta junto á las aguas, Y en mis ramas permanecía el rocío.
2920Mi honra se renovaba en mí, Y mi arco se corroboraba en mi mano.
2921Oíanme, y esperaban; Y callaban á mi consejo.
2922Tras mi palabra no replicaban, Y mi razón destilaba sobre ellos.
2923Y esperábanme como á la lluvia, Y abrían su boca como á la lluvia tardía.
2924Si me reía con ellos, no lo creían: Y no abatían la luz de mi rostro.
2925Calificaba yo el camino de ellos, y sentábame en cabecera; Y moraba como rey en el ejército, Como el que consuela llorosos.
301MAS ahora los más mozos de días que yo, se ríen de mí; Cuyos padres yo desdeñara ponerlos con los perros de mi ganado.
302Porque ¿para qué yo habría menester la fuerza de sus manos, En los cuales había perecido con el tiempo?
303Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos; Huían á la soledad, á lugar tenebroso, asolado y desierto.
304Que cogían malvas entre los arbustos, Y raíces de enebro para calentarse.
305Eran echados de entre las gentes, Y todos les daban grita como al ladrón.
306Habitaban en las barrancas de los arroyos, En las cavernas de la tierra, y en las rocas.
307Bramaban entre las matas, Y se reunían debajo de las espinas.
308Hijos de viles, y hombres sin nombre, Más bajos que la misma tierra.
309Y ahora yo soy su canción, Y he sido hecho su refrán.
3010Abomínanme, aléjanse de mí, Y aun de mi rostro no detuvieron su saliva.
3011Porque Dios desató mi cuerda, y me afligió, Por eso se desenfrenaron delante de mi rostro.
3012A la mano derecha se levantaron los jóvenes; Empujaron mis pies, Y sentaron contra mí las vías de su ruina.
3013Mi senda desbarataron, Aprovecháronse de mi quebrantamiento, Contra los cuales no hubo ayudador.
3014Vinieron como por portillo ancho, Revolviéronse á mi calamidad.
3015Hanse revuelto turbaciones sobre mí; Combatieron como viento mi alma, Y mi salud pasó como nube
3016Y ahora mi alma está derramada en mí; Días de aflicción me han aprehendido.
3017De noche taladra sobre mí mis huesos, Y mis pulsos no reposan.
3018Con la grande copia de materia mi vestidura está demudada; Cíñeme como el cuello de mi túnica.
3019Derribóme en el lodo, Y soy semejante al polvo y á la ceniza.
3020Clamo á ti, y no me oyes; Preséntome, y no me atiendes.
3021Haste tornado cruel para mí: Con la fortaleza de tu mano me amenazas.
3022Levantásteme, é hicísteme cabalgar sobre el viento, Y disolviste mi sustancia.
3023Porque yo conozco que me reduces á la muerte; Y á la casa determinada á todo viviente.
3024Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro; ¿Clamarán los sepultados cuando él los quebrantare?
3025¿No lloré yo al afligido? Y mi alma ¿no se entristeció sobre el menesteroso?
3026Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal; Y cuando esperaba luz, la oscuridad vino.
3027Mis entrañas hierven, y no reposan; Días de aflicción me han sobrecogido.
3028Denegrido ando, y no por el sol: Levantádome he en la congregación, y clamado.
3029He venido á ser hermano de los dragones, Y compañero de los buhos.
3030Mi piel está denegrida sobre mí, Y mis huesos se secaron con ardentía.
3031Y hase tornado mi arpa en luto, Y mi órgano en voz de lamentadores.
311HICE pacto con mis ojos: ¿Cómo pues había yo de pensar en virgen?
312Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios, Y qué heredad el Omnipotente de las alturas?
313¿No hay quebrantamiento para el impío, Y extrañamiento para los que obran iniquidad?
314¿No ve él mis caminos, Y cuenta todos mis pasos?
315Si anduve con mentira, Y si mi pie se apresuró á engaño,
316Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad.
317Si mis pasos se apartaron del camino, Y si mi corazón se fué tras mis ojos, Y si algo se apegó á mis manos,
318Siembre yo, y otro coma, Y mis verduras sean arrancadas.
319Si fué mi corazón engañado acerca de mujer, Y si estuve acechando á la puerta de mi prójimo:
3110Muela para otro mi mujer, Y sobre ella otros se encorven.
3111Porque es maldad é iniquidad, Que han de castigar los jueces.
3112Porque es fuego que devoraría hasta el sepulcro, Y desarraigaría toda mi hacienda.
3113Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, Cuando ellos pleitearan conmigo,
3114¿Qué haría yo cuando Dios se levantase? Y cuando él visitara, ¿qué le respondería yo?
3115El que en el vientre me hizo á mí, ¿no lo hizo á él? ¿Y no nos dispuso uno mismo en la matriz?
3116Si estorbé el contento de los pobres, E hice desfallecer los ojos de la viuda;
3117Y si comí mi bocado solo, Y no comió de él el huerfano;
3118(Porque desde mi mocedad creció conmigo como con padre, Y desde el vientre de mi madre fuí guía de la viuda;)
3119Si he visto que pereciera alguno sin vestido, Y al menesteroso sin cobertura;
3120Si no me bendijeron sus lomos, Y del vellón de mis ovejas se calentaron;
3121Si alcé contra el huérfano mi mano, Aunque viese que me ayudarían en la puerta;
3122Mi espalda se caiga de mi hombro, Y mi brazo sea quebrado de mi canilla.
3123Porque temí el castigo de Dios, Contra cuya alteza yo no tendría poder.
3124Si puse en oro mi esperanza, Y dije al oro: Mi confianza eres tú;
3125Si me alegré de que mi hacienda se multiplicase, Y de que mi mano hallase mucho;
3126Si he mirado al sol cuando resplandecía, Y á la luna cuando iba hermosa,
3127Y mi corazón se engañó en secreto, Y mi boca besó mi mano:
3128Esto también fuera maldad juzgada; Porque habría negado al Dios soberano.
3129Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, Y me regocijé cuando le halló el mal;
3130(Que ni aun entregué al pecado mi paladar, Pidiendo maldición para su alma;)
3131Cuando mis domésticos decían: ¡Quién nos diese de su carne! nunca nos hartaríamos.
3132El extranjero no tenía fuera la noche; Mis puertas abría al caminante.
3133Si encubrí, como los hombres mis prevaricaciones, Escondiendo en mi seno mi iniquidad;
3134Porque quebrantaba á la gran multitud, Y el menosprecio de las familias me atemorizó, Y callé, y no salí de mi puerta:
3135¡Quién me diera quien me oyese! He aquí mi impresión es que el Omnipotente testificaría por mí, Aunque mi adversario me hiciera el proceso.
3136Ciertamente yo lo llevaría sobre mi hombro, Y me lo ataría en lugar de corona.
3137Yo le contaría el número de mis pasos, Y como príncipe me llegaría á él.
3138Si mi tierra clama contra mí, Y lloran todos sus surcos;
3139Si comí su sustancia sin dinero, O afligí el alma de sus dueños;
3140En lugar de trigo me nazcan abrojos, Y espinas en lugar de cebada.
321Y CESARON estos tres varones de responder á Job, por cuanto él era justo en sus ojos.
322Entonces Eliú hijo de Barachêl, Bucita, de la familia de Ram, se enojó con furor contra Job: enojóse con furor, por cuanto justificaba su vida más que á Dios.
323Enojóse asimismo con furor contra sus tres amigos, porque no hallaban qué responder, aunque habían condenado á Job.
324Y Eliú había esperado á Job en la disputa, porque eran más viejos de días que él.
325Empero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquelllos tres varones, su furor se encendió.
326Y respondió Eliú hijo de Barachêl, Buzita, y dijo: Yo soy menor de días y vosotros viejos; He tenido por tanto miedo, y temido declararos mi opinión.
327Yo decía: Los días hablarán, Y la muchedumbre de años declarará sabiduría.
328Ciertamente espíritu hay en el hombre, E inspiración del Omnipotente los hace que entiendan.
329No los grandes son los sabios, Ni los viejos entienden el derecho.
3210Por tanto yo dije: Escuchadme; Declararé yo también mi sabiduría.
3211He aquí yo he esperado á vuestras razones, He escuchado vuestros argumentos, En tanto que buscabais palabras.
3212Os he pues prestado atención, Y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya á Job, Y responda á sus razones.
3213Porque no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría: Lanzólo Dios, no el hombre.
3214Ahora bien, Job no enderezó á mí sus palabras, Ni yo le responderé con vuestras razones.
3215Espantáronse, no respondieron más; Fuéronseles los razonamientos.
3216Yo pues he esperado, porque no hablaban, Antes pararon, y no respondieron más.
3217Por eso yo también responderé mi parte, También yo declararé mi juicio.
3218Porque lleno estoy de palabras, Y el espíritu de mi vientre me constriñe.
3219De cierto mi vientre está como el vino que no tiene respiradero, Y se rompe como odres nuevos.
3220Hablaré pues y respiraré; Abriré mis labios, y responderé.
3221No haré ahora acepción de personas, Ni usaré con hombre de lisonjeros títulos.
3222Porque no sé hablar lisonjas: De otra manera en breve mi Hacedor me consuma.
331POR tanto, Job, oye ahora mis razones, Y escucha todas mis palabras.
332He aquí yo abriré ahora mi boca, Y mi lengua hablará en mi garganta.
333Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, Y mis labios proferirán pura sabiduría.
334El espíritu de Dios me hizo, Y la inspiración del Omnipotente me dió vida.
335Si pudieres, respóndeme: Dispón tus palabras, está delante de mí.
336Heme aquí á mí en lugar de Dios, conforme á tu dicho: De lodo soy yo también formado.
337He aquí que mi terror no te espantará, Ni mi mano se agravará sobre ti.
338De cierto tú dijiste á oídos míos, Y yo oí la voz de tus palabras que decían:
339Yo soy limpio y sin defecto; Y soy inocente, y no hay maldad en mí.
3310He aquí que él buscó achaques contra mí, Y me tiene por su enemigo;
3311Puso mis pies en el cepo, Y guardó todas mis sendas.
3312He aquí en esto no has hablado justamente: Yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.
3313¿Por qué tomaste pleito contra él? Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones.
3314Sin embargo, en una ó en dos maneras habla Dios; Mas el hombre no entiende.
3315Por sueño de visión nocturna, Cuando el sueño cae sobre los hombres, Cuando se adormecen sobre el lecho;
3316Entonces revela al oído de los hombres, Y les señala su consejo;
3317Para quitar al hombre de su obra, Y apartar del varón la soberbia.
3318Detendrá su alma de corrupción, Y su vida de que pase á cuchillo.
3319También sobre su cama es castigado Con dolor fuerte en todos sus huesos,
3320Que le hace que su vida aborrezca el pan, Y su alma la comida suave.
3321Su carne desfallece sin verse, Y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.
3322Y su alma se acerca al sepulcro, Y su vida á los que causan la muerte.
3323Si tuviera cerca de él Algún elocuente anunciador muy escogido, Que anuncie al hombre su deber;
3324Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención:
3325Enterneceráse su carne más que de niño, Volverá á los días de su mocedad.
3326Orará á Dios, y le amará, Y verá su faz con júbilo: Y él restituirá al hombre su justicia.
3327El mira sobre los hombres; y el que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado;
3328Dios redimirá su alma, que no pase al sepulcro, Y su vida se verá en luz.
3329He aquí, todas estas cosas hace Dios Dos y tres veces con el hombre;
3330Para apartar su alma del sepulcro, Y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
3331Escucha, Job, y óyeme; Calla, y yo hablaré.
3332Que si tuvieres razones, respóndeme; Habla, porque yo te quiero justificar.
3333Y si no, óyeme tú á mí; Calla, y enseñarte he sabiduría.
341ADEMAS respondió Eliú, y dijo:
342Oid, sabios, mis palabras; Y vosotros, doctos, estadme atentos.
343Porque el oído prueba las palabras, Como el paladar gusta para comer.
344Escojamos para nosotros el juicio, Conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno;
345Porque Job ha dicho: Yo soy justo, Y Dios me ha quitado mi derecho.
346¿He de mentir yo contra mi razón? Mi saeta es gravosa sin haber yo prevaricado.
347¿Qué hombre hay como Job, Que bebe el escarnio como agua?
348Y va en compañía con los que obran iniquidad, Y anda con los hombres maliciosos.
349Porque ha dicho: De nada servirá al hombre El conformar su voluntad con Dios.
3410Por tanto, varones de seso, oidme; Lejos esté de Dios la impiedad, Y del Omnipotente la iniquidad.
3411Porque él pagará al hombre según su obra, Y él le hará hallar conforme á su camino.
3412Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, Y el Omnipotente no pervertirá el derecho.
3413¿Quién visitó por él la tierra? ¿Y quién puso en orden todo el mundo?
3414Si él pusiese sobre el hombre su corazón, Y recogiese así su espíritu y su aliento,
3415Toda carne perecería juntamente, Y el hombre se tornaría en polvo.
3416Si pues hay en ti entendimiento, oye esto: Escucha la voz de mis palabras.
3417¿Enseñorearáse el que aborrece juicio? ¿Y condenarás tú al que es tan justo?
3418¿Hase de decir al rey: Perverso; Y á los príncipes: Impíos?
3419¿Cuánto menos á aquel que no hace acepción de personas de príncipes, Ni el rico es de él más respetado que el pobre? Porque todos son obras de sus manos.
3420En un momento morirán, y á media noche Se alborotarán los pueblos, y pasarán, Y sin mano será quitado el poderoso.
3421Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, Y ve todos sus pasos.
3422No hay tinieblas ni sombra de muerte Donde se encubran los que obran maldad.
3423No carga pues él al hombre más de lo justo, Para que vaya con Dios á juicio.
3424El quebrantará á los fuertes sin pesquisa, Y hará estar otros en su lugar.
3425Por tanto él hará notorias las obras de ellos, Cuando los trastornará en la noche, y serán quebrantados.
3426Como á malos los herirá En lugar donde sean vistos:
3427Por cuanto así se apartaron de él, Y no consideraron todos sus caminos;
3428Haciendo venir delante de él el clamor del pobre, Y que oiga el clamor de los necesitados.
3429Y si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;
3430Haciendo que no reine el hombre hipócrita Para vejaciones del pueblo.
3431De seguro conviene se diga á Dios: Llevado he ya castigo, no más ofenderé:
3432Enséñame tú lo que yo no veo: Que si hice mal, no lo haré más.
3433¿Ha de ser eso según tu mente? El te retribuirá, ora rehuses, Ora aceptes, y no yo: Di si no, lo que tú sabes.
3434Los hombres de seso dirán conmigo, Y el hombre sabio me oirá:
3435Que Job no habla con sabiduría, Y que sus palabras no son con entendimiento.
3436Deseo yo que Job sea probado ampliamente, A causa de sus respuestas por los hombres inicuos.
3437Porque á su pecado añadió impiedad: Bate las manos entre nosotros, Y contra Dios multiplica sus palabras.
351Y PROCEDIENDO Eliú en su razonamiento, dijo:
352¿Piensas ser conforme á derecho Esto que dijiste: Más justo soy yo que Dios?
353Porque dijiste: ¿Qué ventaja sacarás tú de ello? ¿O qué provecho tendré de mi pecado?
354Yo te responderé razones, Y á tus compañeros contigo.
355Mira á los cielos, y ve, Y considera que las nubes son más altas que tú.
356Si pecares, ¿qué habrás hecho contra él? Y si tus rebeliones se multiplicaren, ¿qué le harás tú?
357Si fueres justo, ¿qué le darás á el? ¿O qué recibirá de tu mano?
358Al hombre como tú dañará tu impiedad, Y al hijo del hombre aprovechará tu justicia.
359A causa de la multitud de las violencias clamarán, Y se lamentarán por el poderío de los grandes.
3510Y ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor, Que da canciones en la noche,
3511Que nos enseña más que á las bestias de la tierra, Y nos hace sabios más que las aves del cielo?
3512Allí clamarán, y él no oirá, Por la soberbia de los malos.
3513Ciertamente Dios no oirá la vanidad, Ni la mirará el Omnipotente.
3514Aunque más digas, No lo mirará; Haz juicio delante de él, y en él espera.
3515Mas ahora, porque en su ira no visita, Ni conoce con rigor,
3516(35-15) Por eso Job abrió su boca vanamente, Y multiplica palabras sin sabiduría.
361Y AñADIO Eliú, y dijo:
362Espérame un poco, y enseñarte he; Porque todavía tengo razones en orden á Dios.
363Tomaré mi noticia de lejos, Y atribuiré justicia á mi Hacedor.
364Porque de cierto no son mentira mis palabras; Contigo está el que es íntegro en sus conceptos.
365He aquí que Dios es grande, mas no desestima á nadie; Es poderoso en fuerza de sabiduría.
366No otorgará vida al impío, Y á los afligidos dará su derecho.
367No quitará sus ojos del justo; Antes bien con los reyes los pondrá en solio para siempre, Y serán ensalzados.
368Y si estuvieren prendidos en grillos, Y aprisionados en las cuerdas de aflicción,
369El les dará á conocer la obra de ellos, Y que prevalecieron sus rebeliones.
3610Despierta además el oído de ellos para la corrección, Y díce les que se conviertan de la iniquidad.
3611Si oyeren, y le sirvieren, Acabarán sus días en bien, y sus años en deleites.
3612Mas si no oyeren, serán pasados á cuchillo, Y perecerán sin sabiduría.
3613Empero los hipócritas de corazón lo irritarán más, Y no clamarán cuando él los atare.
3614Fallecerá el alma de ellos en su mocedad, Y su vida entre los sodomitas.
3615Al pobre librará de su pobreza, Y en la aflicción despertará su oído.
3616Asimismo te apartaría de la boca de la angustia A lugar espacioso, libre de todo apuro; Y te asentará mesa llena de grosura.
3617Mas tú has llenado el juicio del impío, En vez de sustentar el juicio y la justicia.
3618Por lo cual teme que en su ira no te quite con golpe, El cual no puedas apartar de ti con gran rescate.
3619¿Hará él estima de tus riquezas, ni del oro, Ni de todas las fuerzas del poder?
3620No anheles la noche, En que desaparecen los pueblos de su lugar.
3621Guárdate, no tornes á la iniquidad; Pues ésta escogiste más bien que la aflicción.
3622He aquí que Dios es excelso con su potencia; ¿Qué enseñador semejante á él?
3623¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Iniquidad has hecho?
3624Acuérdate de engrandecer su obra, La cual contemplan los hombres.
3625Los hombres todos la ven; Mírala el hombre de lejos.
3626He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; Ni se puede rastrear el número de sus años.
3627El reduce las gotas de las aguas, Al derramarse la lluvia según el vapor;
3628Las cuales destilan las nubes, Goteando en abundancia sobre los hombres.
3629¿Quién podrá tampoco comprender la extensión de las nubes, Y el sonido estrepitoso de su pabellón?
3630He aquí que sobre él extiende su luz, Y cobija con ella las raíces de la mar.
3631Bien que por esos medios castiga á los pueblos, A la multitud da comida.
3632Con las nubes encubre la luz, Y mándale no brillar, interponiendo aquéllas.
3633Tocante á ella anunciará el trueno, su compañero, Que hay acumulación de ira sobre el que se eleva.
371A ESTO también se espanta mi corazón, Y salta de su lugar.
372Oid atentamente su voz terrible, y el sonido que sale de su boca.
373Debajo de todos los cielos lo dirige, Y su luz hasta los fines de la tierra.
374Después de ella bramará el sonido, Tronará él con la voz de su magnificencia; Y aunque sea oída su voz, no los detiene.
375Tronará Dios maravillosamente con su voz; El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos.
376Porque á la nieve dice: Desciende á la tierra; También á la llovizna, Y á los aguaceros de su fortaleza.
377Así hace retirarse á todo hombre, Para que los hombres todos reconozcan su obra.
378La bestia se entrará en su escondrijo, Y estaráse en sus moradas.
379Del mediodía viene el torbellino, Y el frío de los vientos del norte.
3710Por el soplo de Dios se da el hielo, Y las anchas aguas son constreñidas.
3711Regando también llega á disipar la densa nube, Y con su luz esparce la niebla.
3712Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, Para hacer sobre la haz del mundo, En la tierra, lo que él les mandara.
3713Unas veces por azote, otras pos causa de su tierra, Otras por misericordia las hará parecer.
3714Escucha esto, Job; Repósate, y considera las maravillas de Dios.
3715¿Supiste tú cuándo Dios las ponía en concierto, Y hacía levantar la luz de su nube?
3716¿Has tú conocido las diferencias de las nubes, Las maravillas del Perfecto en sabiduría?
3717¿Por qué están calientes tus vestidos Cuando se fija el viento del mediodía sobre la tierra?
3718¿Extendiste tú con él los cielos, Firmes como un espejo sólido?
3719Muéstranos qué le hemos de decir; Porque nosotros no podemos componer las ideas á causa de las tinieblas.
3720¿Será preciso contarle cuando yo hablaré? Por más que el hombre razone, quedará como abismado.
3721He aquí aún: no se puede mirar la luz esplendente en los cielos, Luego que pasa el viento y los limpia,
3722Viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible.
3723El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en potencia; Y en juicio y en multitud de justicia no afligirá.
3724Temerlo han por tanto los hombres: El no mira á los sabios de corazón.
381Y RESPONDIO Jehová á Job desde un torbellino, y dijo:
382¿Quién es ése que oscurece el consejo Con palabras sin sabiduría?
383Ahora ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y hazme saber tú.
384¿Dónde estabas cuando yo fundaba la tierra? Házme lo saber, si tienes inteligencia.
385¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel?
386¿Sobre qué están fundadas sus basas? ¿O quién puso su piedra angular,
387Cuando las estrellas todas del alba alababan, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?
388¿Quién encerró con puertas la mar, Cuando se derramaba por fuera como saliendo de madre;
389Cuando puse yo nubes por vestidura suya, Y por su faja oscuridad.
3810Y establecí sobre ella mi decreto, Y le puse puertas y cerrojo,
3811Y dije: Hasta aquí vendrás, y no pasarás adelante, Y ahí parará la hinchazón de tus ondas?
3812¿Has tu mandado á la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar,
3813Para que ocupe los fines de la tierra, Y que sean sacudidos de ella los impíos?
3814Trasmúdase como lodo bajo de sello, Y viene á estar como con vestidura:
3815Mas la luz de los impíos es quitada de ellos, Y el brazo enaltecido es quebrantado.
3816¿Has entrado tú hasta los profundos de la mar, Y has andado escudriñando el abismo?
3817¿Hante sido descubiertas las puertas de la muerte, Y has visto las puertas de la sombra de muerte?
3818¿Has tú considerado hasta las anchuras de la tierra? Declara si sabes todo esto.
3819¿Por dónde va el camino á la habitación de la luz, Y dónde está el lugar de las tinieblas?
3820¿Si llevarás tú ambas cosas á sus términos, Y entenderás las sendas de su casa?
3821¿Sabíaslo tú porque hubieses ya nacido, O porque es grande el número de tus días?
3822¿Has tú entrado en los tesoros de la nieve, O has visto los tesoros del granizo,
3823Lo cual tengo yo reservado para el tiempo de angustia, Para el día de la guerra y de la batalla?
3824¿Por qué camino se reparte la luz, Y se esparce el viento solano sobre la tierra?
3825¿Quién repartió conducto al turbión, Y camino á los relámpagos y truenos,
3826Haciendo llover sobre la tierra deshabitada, Sobre el desierto, donde no hay hombre,
3827Para hartar la tierra desierta é inculta, Y para hacer brotar la tierna hierba?
3828¿Tiene la lluvia padre? ¿O quién engendró las gotas del rocío?
3829¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró?
3830Las aguas se endurecen á manera de piedra, Y congélase la haz del abismo.
3831¿Podrás tú impedir las delicias de las Pléyades, O desatarás las ligaduras del Orión?
3832¿Sacarás tú á su tiempo los signos de los cielos, O guiarás el Arcturo con sus hijos?
3833¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?
3834¿Alzarás tú á las nubes tu voz, Para que te cubra muchedumbre de aguas?
3835¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y diránte ellos: Henos aquí?
3836¿Quién puso la sabiduría en el interior? ¿O quién dió al entendimiento la inteligencia?
3837¿Quién puso por cuenta los cielos con sabiduría? Y los odres de los cielos, ¿quién los hace parar,
3838Cuando el polvo se ha convertido en dureza, Y los terrones se han pegado unos con otros?
3839(39-1) ¿CAZARAS tú la presa para el león? ¿Y saciarás el hambre de los leoncillos,
3840(39-2) Cuando están echados en las cuevas, O se están en sus guaridas para acechar?
3841(39-3) ¿Quién preparó al cuervo su alimento, Cuando sus pollos claman á Dios, Bullendo de un lado á otro por carecer de comida?
391(39-4) ¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses? ¿O miraste tú las ciervas cuando están pariendo?
392(39-5) ¿Contaste tú los meses de su preñez, Y sabes el tiempo cuando han de parir?
393(39-6) Encórvanse, hacen salir sus hijos, Pasan sus dolores.
394(39-7) Sus hijos están sanos, crecen con el pasto: Salen y no vuelven á ellas.
395(39-8) ¿Quién echó libre al asno montés, y quién soltó sus ataduras?
396(39-9) Al cual yo puse casa en la soledad, Y sus moradas en lugares estériles.
397(39-10) Búrlase de la multitud de la ciudad: No oye las voces del arriero.
398(39-11) Lo oculto de los montes es su pasto, Y anda buscando todo lo que está verde.
399(39-12) ¿Querrá el unicornio servirte á ti, Ni quedar á tu pesebre?
3910(39-13) ¿Atarás tú al unicornio con su coyunda para el surco? ¿Labrará los valles en pos de ti?
3911(39-14) ¿Confiarás tú en él, por ser grande su fortaleza, Y le fiarás tu labor?
3912(39-15) ¿Fiarás de él que te tornará tu simiente, Y que la allegará en tu era?
3913(39-16) ¿Diste tú hermosas alas al pavo real, O alas y plumas al avestruz?
3914(39-17) El cual desampara en la tierra sus huevos, Y sobre el polvo los calienta,
3915(39-18) Y olvídase de que los pisará el pie, Y que los quebrará bestia del campo.
3916(39-19) Endurécese para con sus hijos, como si no fuesen suyos, No temiendo que su trabajo haya sido en vano:
3917(39-20) Porque le privó Dios de sabiduría, Y no le dió inteligencia.
3918(39-21) Luego que se levanta en alto, Búrlase del caballo y de su jinete.
3919(39-22) ¿Diste tú al caballo la fortaleza? ¿Vestiste tú su cerviz de relincho?
3920(39-23) ¿Le intimidarás tú como á alguna langosta? El resoplido de su nariz es formidable:
3921(39-24) Escarba la tierra, alégrase en su fuerza, Sale al encuentro de las armas:
3922(39-25) Hace burla del espanto, y no teme, Ni vuelve el rostro delante de la espada.
3923(39-26) Contra él suena la aljaba, El hierro de la lanza y de la pica:
3924(39-27) Y él con ímpetu y furor escarba la tierra, Sin importarle el sonido de la bocina;
3925(39-28) Antes como que dice entre los clarines: ¡Ea! Y desde lejos huele la batalla, el grito de los capitanes, y la vocería.
3926(39-29) ¿Vuela el gavilán por tu industria, Y extiende hacia el mediodía sus alas?
3927(39-30) ¿Se remonta el águila por tu mandamiento, Y pone en alto su nido?
3928(39-31) Ella habita y está en la piedra, En la cumbre del peñasco y de la roca.
3929(39-32) Desde allí acecha la comida: Sus ojos observan de muy lejos.
3930(39-33) Sus pollos chupan la sangre: Y donde hubiere cadáveres, allí está.
401(39-34) A más de eso respondió Jehová á Job y dijo:
402(39-35) ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda á esto.
403(39-36) Y respondió Job á Jehová, y dijo:
404(39-37) He aquí que yo soy vil, ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca.
405(39-38) Una vez hablé, y no responderé: Aun dos veces, mas no tornaré á hablar.
406(40-1) ENTONCES respondió Jehová á Job desde la oscuridad, y dijo:
407(40-2) Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y explícame.
408(40-3) ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás á mí, para justificarte á ti?
409(40-4) ¿Tienes tú brazo como Dios? ¿Y tronarás tú con voz como él?
4010(40-5) Atavíate ahora de majestad y de alteza: Y vístete de honra y de hermosura.
4011(40-6) Esparce furores de tu ira: Y mira á todo soberbio, y abátelo.
4012(40-7) Mira á todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta á los impíos en su asiento.
4013(40-8) Encúbrelos á todos en el polvo, Venda sus rostros en la oscuridad;
4014(40-9) Y yo también te confesaré Que podrá salvarte tu diestra.
4015(40-10) He aquí ahora behemoth, al cual yo hice contigo; Hierba come como buey.
4016(40-11) He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, Y su fortaleza en el ombligo de su vientre.
4017(40-12) Su cola mueve como un cedro, Y los nervios de sus genitales son entretejidos.
4018(40-13) Sus huesos son fuertes como bronce, Y sus miembros como barras de hierro.
4019(40-14) El es la cabeza de los caminos de Dios: El que lo hizo, puede hacer que su cuchillo á él se acerque.
4020(40-15) Ciertamente los montes producen hierba para él: Y toda bestia del campo retoza allá.
4021(40-16) Echaráse debajo de las sombras, En lo oculto de las cañas, y de los lugares húmedos.
4022(40-17) Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; Los sauces del arroyo lo cercan.
4023(40-18) He aquí que él tomará el río sin inmutarse: Y confíase que el Jordán pasará por su boca.
4024(40-19) ¿Tomarálo alguno por sus ojos en armadijos, Y horadará su nariz?
411¿SACARAS tú al leviathán con el anzuelo, O con la cuerda que le echares en su lengua?
412¿Pondrás tú garfio en sus narices, Y horadarás con espinas su quijada?
413¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Hablaráte él lisonjas?
414¿Hará concierto contigo Para que lo tomes por siervo perpetuo?
415¿Jugarás tú con él como con pájaro, O lo atarás para tus niñas?
416¿Harán de él banquete los compañeros? ¿Partiránlo entre los mercaderes?
417¿Cortarás tú con cuchillo su cuero, O con asta de pescadores su cabeza?
418Pon tu mano sobre él; Te acordarás de la batalla, y nunca más tornarás.
419He aquí que la esperanza acerca de él será burlada; Porque aun á su sola vista se desmayarán.
4110Nadie hay tan osado que lo despierte: ¿Quién pues podrá estar delante de mí?
4111¿Quién me ha anticipado, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.
4112Yo no callaré sus miembros, Ni lo de sus fuerzas y la gracia de su disposición.
4113¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se llegará á él con freno doble?
4114¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Los órdenes de sus dientes espantan.
4115La gloria de su vestido son escudos fuertes, Cerrados entre sí estrechamente.
4116El uno se junta con el otro, Que viento no entra entre ellos.
4117Pegado está el uno con el otro, Están trabados entre sí, que no se pueden apartar.
4118Con sus estornudos encienden lumbre, Y sus ojos son como los párpados del alba.
4119De su boca salen hachas de fuego, Centellas de fuego proceden.
4120De sus narices sale humo, Como de una olla ó caldero que hierve.
4121Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama.
4122En su cerviz mora la fortaleza, Y espárcese el desaliento delante de él.
4123Las partes momias de su carne están apretadas: Están en él firmes, y no se mueven.
4124Su corazón es firme como una piedra, Y fuerte como la muela de abajo.
4125De su grandeza tienen temor los fuertes, Y á causa de su desfallecimiento hacen por purificarse.
4126Cuando alguno lo alcanzare, ni espada, Ni lanza, ni dardo, ni coselete durará.
4127El hierro estima por pajas, Y el acero por leño podrido.
4128Saeta no le hace huir; Las piedras de honda se le tornan aristas.
4129Tiene toda arma por hojarascas, Y del blandir de la pica se burla.
4130Por debajo tiene agudas conchas; Imprime su agudez en el suelo.
4131Hace hervir como una olla la profunda mar, Y tórnala como una olla de ungüento.
4132En pos de sí hace resplandecer la senda, Que parece que la mar es cana.
4133No hay sobre la tierra su semejante, Hecho para nada temer.
4134Menosprecia toda cosa alta: Es rey sobre todos los soberbios.
421Y RESPONDIO Job á Jehová, y dijo:
422Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
423¿Quién es el que oscurece el consejo sin ciencia? Por tanto yo denunciaba lo que no entendía; Cosas que me eran ocultas, y que no las sabía.
424Oye te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás.
425De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.
426Por tanto me aborrezco, y me arrepiento En el polvo y en la ceniza.
427Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras á Job, Jehová dijo á Eliphaz Temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros: porque no habéis hablado por mí lo recto, como mi siervo Job.
428Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rectitud, como mi siervo Job.
429Fueron pues Eliphaz Temanita, y Bildad Suhita, y Sophar Naamatita, é hicieron como Jehová les dijo: y Jehová atendió á Job.
4210Y mudó Jehová la aflicción de Job, orando él por sus amigos: y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.
4211Y vinieron é él todos sus hermanos, y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y condoliéronse de él, y consoláronle de todo aquel mal que sobre él había Jehová traído; y cada uno de ellos le dió una pieza de moneda, y un zarcillo de oro.
4212Y bendijo Jehová la postrimería de Job más que su principio; porque tuvo catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas.
4213Y tuvo siete hijos y tres hijas.
4214Y llamó el nombre de la una, Jemimah, y el nombre de la segunda, Cesiah, y el nombre de la tercera, Keren-happuch.
4215Y no se hallaron mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra: y dióles su padre herencia entre sus hermanos.
4216Y después de esto vivió Job ciento y cuarenta años, y vió á sus hijos, y á los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.
4217Murió pues Job viejo, y lleno de días.